tag:blogger.com,1999:blog-17058935440065938912024-02-07T06:31:45.295+01:00El "Preticante"LA "OTRA REALIDAD" ENFERMERA. Sigue las desventuras de un paciente durante su ingreso hospitalario.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia ...¿O TAL VEZ NO?El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.comBlogger57125tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-6901137474742626282013-06-16T02:20:00.001+02:002013-06-16T02:20:28.050+02:00CONSULTA DE SALDO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE7mwcYS1HuZY1RcPSLLLFcNtxLRFc5NorYxaU2Xt69KJ8YtkqR_VW8cQn4Duq61wUbgbbWaePWnPFKQp1SgybroECpECk2FxMtElhCq1R0Q1Dqo2C757sN50-M3SpIgYuH2v0r7a-dSIS/s1600/preticante1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE7mwcYS1HuZY1RcPSLLLFcNtxLRFc5NorYxaU2Xt69KJ8YtkqR_VW8cQn4Duq61wUbgbbWaePWnPFKQp1SgybroECpECk2FxMtElhCq1R0Q1Dqo2C757sN50-M3SpIgYuH2v0r7a-dSIS/s400/preticante1.jpg" width="300" /></a></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
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<br />
<br />
Con la cercanía de la canígula veraniega, los pasillos de las Urgencias del Hospital Puerta de San Pedro comenzaban a transformarse en una verdadera verbena de feria, con idas y venidas, dimes y diretes, y un sinfín de enfermos que se aglomeraban en las de las respectivas consultas a la espera de la ansiada llamada del médico.<br />
En esas se encontraba la Dra. Pascullot, una joven MIR de neurología que sin quererlo ni beberlo, se vio de bruces tras la puerta de la Consulta 3 atendiendo como buenamente podía la marabunda humana que acudía a su puerta,...cuando leyó en voz alta el nombre de su siguiente paciente..."Leopoldo Fernández".<br />
<br />
<strong>- Ufff...Don Leopoldo.</strong>..-exclamó una enfermera.<br />
<strong>-¿Qué pasa con Don Leopoldo?</strong> - respondió extrañada la doctora.<br />
<strong>- Que es un poco...difícil....</strong><br />
<strong>- Bah...¡¡tonterías!!...¡¡que pase!!</strong><br />
<br />
Y allá que entra ese buen hombre...setentaitantos en canal...camisa de cuadros, pantalón de pana sobaquero y babuchas de andar por casa....<br />
<br />
<strong>- Buenos días, Leopoldo...¿qué es lo que le pasa?</strong><br />
<strong>- Buenoh día...Leopordo Fen-nánde...pa zervirla usté. ¿Cómo ma disho que ze llama?</strong><br />
<strong>- Soy la Dra. Pascullot...</strong><br />
<strong>- Pocoyó...encantao...Dra....verausté.....ej que tengo un doló que mempieza en la sintazi del púdin.</strong><br />
<strong>- ¿¿Cómo?? ¿¿La sintaxis del púdin??...a ver señálese....aaaaah...sínfisis del pubis...vale, vale....</strong><br />
<strong>- Zi, po lo que yo he disho...y ze me va palasparda...y endespué zamabaja pa la parte del cuejco político.</strong><br />
<strong>- ¿El cuesco político? Perdone pero no le entiendo....</strong><br />
<strong>- Jooooeeee....po usté e la dortora!!...la parte datrá de la trócola....el güeso de la rodilla...</strong><br />
<strong>- Aaaah....vale...déjeme que recomponga el asunto...la rótula....y el hueco poplíteo...vaaaaaale.</strong><br />
<strong>- Ezo...er cuejco eze....</strong><br />
<strong>- Bueno, antes de seguir...dígame que enfermedades padece.</strong><br />
<strong>- Po verá usté...a mi me dijeron haze do año que tenía "temó del pulpo raquítico".</strong><br />
<br />
La Dra. Pascullot abre los ojos como dos platos tratando de resolver el nuevo enigma planteado por un Don Leopoldo que cada vez parece más contrariado por la poca familiaridad que tiene la "Dra. Pocoyó" con sus enfermedades.<br />
<br />
<strong>- ¿¿Temor del pulpo raquitico? ¿Es una especie de...fobia a los cefalópodos?</strong><br />
<strong>- ¿¿Como izeeee?? Nolentiendo...hábleme un poquito má mejón, dortora. </strong><br />
<strong>- ¿Cómo le vieron ese miedo, Leopoldo?</strong><br />
<strong>- ¿Miedooo? No, miedo no...un burto. Aquí</strong> (señalándose la cabeza).<br />
<strong>- Aaaaaah....ya....le diagnosticaron un tumor en el bulbo raquídeo...ya lo he pillado. ¿y qué tratamiento tomaba usted en su casa?</strong><br />
<strong>- Poooo....mayormente hasta antié...tomaba er segurín, er dolotile...paracé lamol</strong><br />
<strong>- ¿Para hacer el amor?</strong><br />
<strong>- Noooo, para zé lamó tomo la bizagra...</strong><br />
<strong>- ¿Bisagra?...creo que me estoy mareando...</strong><br />
<strong>- ...y también tomo la tosferina...también tomo la midisina pa la póstuma...zi...que la tengo inflamá y me cuejta oriná.....ah, y un tirón.</strong><br />
<strong>- ¿Un tirón? ¿Y para qué dice usted que se toma eso?</strong><br />
<strong>- Un tirón...pal tirolés...</strong><br />
<strong>- Un tirón pal tirolés...madre mía...necesito un intérprete</strong><br />
<strong>- Ezo ejtá en el pezcuezo, dortora..</strong><br />
<strong>- Aaaah....vale...Eutirox...para el Tiroides....</strong><br />
<strong>- Y también man puejto arguna vé el urbasol par pecho...que ze me coge...y cuando me ocurta el numerólogo en zu conzurta...zi, zi...er médico de loj pulmone....po me escusha preticantes y hasta un entrecot.</strong><br />
<br />
La doctora comienza a sudar y un ligero y sutil tic nervioso se implanta en su ceja izquierda.<br />
<strong>- ¿Zencuentra bien zeñorita? Zalá puejto mu mala cara...como a mi mujé, que le tuvieron cazé un catecismo urgente porque se le había construío laj estrellas coloradas....ar finá le puzieron un portá...</strong><br />
<strong>- Claro...por la estrella colorada...la de Belén...</strong><br />
<strong>- Noooo....mi mujé ze llama Pilá, ¿zabusté? Belén e mi hija, que por sierto, er mé pazao vino por aquí con un colocón frenético de ezo...y le tuvieron cazé una rezonanzia magnífica de eza...¿zabusté?...ar finá le puzieron un edema porque tambien tenia mucha mierda en lo distintivos...ze le había inflamao el apetecible...y la tuvieron coperá y to...porque había riejgo de pedritoniti...y claro...fue una operasión muuu pinigroza....¡¡a barriga abierta!!...</strong><br />
<br />
<strong> (...)</strong><br />
<br />
<br />El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-26859354772028870222013-04-25T02:24:00.002+02:002013-04-25T02:24:39.304+02:00LA INSOPORTABLE SEQUEDAD DEL GEL<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlAiu6vHm66bUmleoR3xS4_Mig44GZjN452TMXAnktJLuKNqRSSa4u4a2AeobhgwGmXNNxv8COjkRi2dg75GDq2Ficfhd_YvIV8WsVsUmK5VFuQ_d-3HvskibE3tXPiCkWlekRAfkv69WR/s1600/Ducha.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlAiu6vHm66bUmleoR3xS4_Mig44GZjN452TMXAnktJLuKNqRSSa4u4a2AeobhgwGmXNNxv8COjkRi2dg75GDq2Ficfhd_YvIV8WsVsUmK5VFuQ_d-3HvskibE3tXPiCkWlekRAfkv69WR/s400/Ducha.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
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<br />
<br />
La vida continuaba sin descanso para los treintaitantos enfermos hospitalizados en aquella unidad de Medicina Interna, que veían pasar las horas, las semanas, y a veces (más de las deseables) los meses esperando el anhelado alta médica que los reportase con celeridad al calor familiar en el entorno de un hogar ya lejano, pero sin duda de menor hostilidad que el frío y aséptico pasillo de hospital.<br />
A los dramas particulares de cada enfermo, se añadía uno general que atacaba a través de las pantallas de los televisores y las ondas de radio de forma despiadada, sembrando el terror allá donde llegaban sus "tentáculos" informativos: la crisis. Y lo peor no era la crisis, sino lo que conllevaba...los dichosos recortes.<br />
El personal sanitario empezaba a escasear e incluso los materiales (abundantes en época de bonanza) brillaban por su ausencia en más de una ocasión.<br />
Tal fue el caso de aquella mañana de abril, en la que (cosas del destino), faltó gel de baño no solo en Medicina Interna, sino en todo el centro...<br />
<strong>- ¡No zus precupéi...er "Chori" lo zoluziona en zero coma dó...!</strong> -dijo el mítico "hijo de la Fen-nanda", rehabilitado (o eso decía él) y siendo un "hombre de provecho" como celador del hospital.<br />
<strong>- "Chori", no me digas que tenéis gel escondido en algún escondite...</strong><br />
<strong>- Mejón que ezo, Roza..</strong> - respondió Zé Manué a la enfermera- <strong>zus voy a traé gé nuevo...bote y má bote de gé...</strong><br />
<strong>- Bueno, bueno....a ver si es verdad.</strong><br />
<br />
Al cabo de un buen rato, el "Chori" hacía acto de presencia por las puertas de la unidad con más de catorce botes de gel de baño en los brazos, algunos en precario equilibrio y a punto de caer al suelo, sostenidos con especial maestría cual diestro malabarista del Circo del Sol.<br />
<br />
<strong>- ¿Qué o diheeee?...aquí tenéi gé pa sinco año. Quer "Chori" cumple zu palabra...¿tamo?</strong><br />
<br />
Inmensa fue la algarabía que se montó en torno al celador, al que poco faltó para ser izado a hombros por sus compañeros. A cambio del favor, Zé Manué solo pidió...un colacaíto, que Maite (una de las auxiliares) le preparó con gusto y esmero.<br />
Así que, solventada la "crisis del gel de baño", la cuadrilla de pijamas blancos se dispuso a asear a los pacientes encamados, y a repartir gel entre los enfermos autónomos.<br />
<strong>- Qué raro huele el gel, ¿no?</strong> - dijo una de las auxiliares. <br />
<strong>- Es verdad...huele a producto de limpieza...pero al gel de siempre no...</strong><br />
<br />
Tras cinco minutos frota que te frota y sin conseguir hacer ni una mísera pompa de espuma, saltaron las alarmas...en todas las habitaciones donde se había repartido el gel, ocurría el mismo incidente...nada de espuma, olor fuerte e incluso en algunos casos, picores en la piel.<br />
Ante la mala pinta del asunto, Rosa decide llamar al "Chori" para preguntarle.<br />
<br />
<strong>- Oye, "Chori"...¿de dónde has sacado el gel que trajiste?</strong><br />
<strong>- ¿¿¿yoooo???....poooo...da donde va sé...del armalcén </strong><br />
<strong>- ¿Estás seguro?</strong><br />
<strong>- Bueno, verá...te lo vi ajplicá...ej que cuando bajé, encontré unoj cuanto bote de gé quejtaban medio vacío, ¿tumentiende?...y me dije pa mi mijmo...joé, "Chori" que lájtima, podría rellenal-lo como hacía mi güela Zunzión, que en pá dejcanze, y asín habría bote pa tor mundo.</strong><br />
<strong>- ¿¿Rellenarlos?? ¿¿Con qué "Chori"?...</strong><br />
<strong>- Po verá...con coza que zirven pa limpiá, Roza, con qué va zé zi no.....encontré doj pajtilla de eza de Flota, y laj machaqué, luego leché agua...¡ah! y en Mantenimiento también encontré doj garrafas de unos líquidos mu raros, de colores, que loj utilizan pa limpiar tubería, ¿tumentiende?...y le eshé otras doj pastillita de "uve zé né" pa las fosas dezérticas, o argo asín...y un shorreonsito de mistó ...pero vamo, que to ezo zi no ze come laj tubería, no pue hazé daño a naide...ademá quien te diga que no haze ejpuma miente...porque cuando yo lo mejclé tó, se formó una espumareaaaa...</strong><br />
<strong>- ¿¿Pero tú estás loco?? ¿¿Pero cómo se te ocurre rellenar los botes con eso??....</strong><br />
<strong>- Jo, Roza...pontonse mejón no te cuento cómo he rellenao laj botella de leshe cacabo de bajá a sirugía...</strong><br />
<br />
<br />El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-59807352887159954492013-01-24T17:51:00.002+01:002013-01-24T18:05:21.829+01:00PRESSING SAS<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqPHZRs9pk4UigbXEC2sWtP85LzBzDNjNv9HRJLCtqqcldYEKoMSfc0FhpVw02DwGzqfAjJmB2jmH1cln2hgDcbS3k_MGYAur77SdBTJiXfeyMMYZ_enOhGN_PTSiG7glDp7kXNIJX61sc/s1600/Elpreticanteblog.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="372" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqPHZRs9pk4UigbXEC2sWtP85LzBzDNjNv9HRJLCtqqcldYEKoMSfc0FhpVw02DwGzqfAjJmB2jmH1cln2hgDcbS3k_MGYAur77SdBTJiXfeyMMYZ_enOhGN_PTSiG7glDp7kXNIJX61sc/s400/Elpreticanteblog.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
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<br />
La vida seguía como si nada hubiese pasado en aquel caótico hospital y en esa saturada sala de Medicina Interna en concreto. La sensación de "achique de agua" del personal sanitario con respecto a su trabajo diario, apesadumbraba a más de uno, y la situación empezaba a ser tensa...los ánimos se encrespaban y las paciencias dejaban atrás los límites preestablecidos por cada uno, manifestándose en estallidos de ira, malas contestaciones y enfrentamientos dialécticos en cualquier rincón o habitación.<br />
¿Los recortes? ¿La falta de medios? ...todo aportaba su particular granito de arena, aunque la encomiable profesionalidad de los trabajadores era suficiente para manener cierto orden dentro del caos provocado por la administración.<br />
Y en estas que llega un ingreso: inglés, para más señas, y nada...absolutamente nada "castellanoparlante".<br />
Si ya es complicada la comunicación con un "guiri", más lo es si está enfermo... y si encima está desorientado y agitado...¡apaga y vámonos!.<br />
Así se encontraba el señor Sanders, en la habitación de aislamiento profiriendo toda clase de gritos e insultos (en su exquisita y distinguida lengua materna, eso sí) a cualquier persona que pasaba por los pies de su cama y vestía bata o pijama blanco.<br />
<br />
<b>- ¡¡Fuckin'.....Fuckin'.......Fuckin'....!!.......</b>- vociferaba escupiendo diminutas gotas de saliva, a cada lindeza que se le venía a la boca.<br />
<br />
El estado de agitación del paciente se transmitía en los relevos de enfermera a enfermera...y en un principio nadie daba crédito a lo contado...<br />
<br />
<b>- Seguro que estás exagerando...no puede ser. Hay que ser comprensivos...que está lejos de su casa....que no entiende el idioma...¡¡seamos más humanos, leñe!!</b><br />
<b>- Sí, si...humanos...ya me cuentas mañana en el relevo...</b><br />
<br />
La enfermera en cuestión, acudía a la habitación del Sr. Sanders con la mejor de sus sonrisas profident, cargada de buenas intenciones y mejores modales...y a cambio, el Sr. Sanders se defecaba en su prostituta progenitora en menos de dos segundos, arrojándole de paso todo objeto susceptible de ser volteado. Además, con saña: atinando con milimétrica puntería en las zonas más dolorosas de la anatomía humana.<br />
Así, relevo tras relevo, día tras día....la plantilla de enfermeros, auxiliares y médicos, soliviantados, empezaban a contestar al Sr. Sanders, y tras alguno de sus famosos improperios, los más "quemados" le respondían con un "¡¡Fuckin' you con tu p.m.!!"...o un "¡¡yo me cago en la Reina Isabel, y el p...Buckingham Palace!!" o "te vi mandá a la Torre de Londres de una guantá".<br />
Cierta tarde, con toda la planta (incluídos enfermos) en serio estado de rebelión ante la actitud del "guiri de m..." (como ya lo conocían)...uno de los enfermeros más en sintonía con el sentimiento pacifista "flower power-age of aquarius-give peace a chance", trató de poner orden y calma:<br />
<br />
<b>-Tranquiloooos...no os alteréis...sé inglés y puedo entenderme con él. Que no llegue la sangre al ríoooooo....seguro que es un señor adorable...¡¡vosotros es que no tenéis mano izquierda!!</b><br />
<br />
Así que ni corto ni perezoso se dirigió a la habitación con idénticas buenas intenciones que sus compañeros anteriores...al cabo de unos minutos, se escucharon golpes y gritos.<br />
<br />
-<b>¡¡Fuckin'...Fuckin'...Fuckin'...!!</b><br />
<b>-¡¡Fak yu, cabroneichon...gou jel güit yur faked mader!!...I KIIIIILLLL YUUUUUUUU!!!!!</b><br />
<br />
Alertados por el escándalo, otro compañero llegó al umbral de la puerta para descubrir una escena propia del Pressing Catch...el enfermero sujetaba el cuello del inglés entre el antebrazo y el pecho mientras con el nudillo de la otra mano le frotaba encima de la cabeza.<br />
El inglés por su parte, sujetaba una banqueta con intenciones aviesas mientras su cara se abotargaba más y más, quedándose sin oxígeno...eso sí...el poco hálito de aire que quedaba en los pulmones del inglés lo empleaba en su eterna cantinela: "Fuckin'...Fuckin'...Fuckin'...".<br />
Patadas voladoras, torsiones, tenazas con las piernas...un auténtico espectáculo que recordaba a los enfrentamientos entre Hulk Hogan, El Último Guerrero, El Enterrador...casi se podía escuchar de fondo la narración de Héctor del Mar...<br />
<br />
Una auxiliar llegó junto al compañero que miraba la escena ensimismado desde la puerta, y le preguntó:<br />
<br />
<b>- ¿Qué haces ahí parado?...¡¡Haz algo!!</b><br />
<br />
El otro enfermero inspiró profundamente, entró con decisión en la habitación...¡¡y sujetó al inglés para que su compañero pudiera derrotarlo con mayor facilidad!!<br />
La escena se completó con la llegada de un par de enfermos que le tenían ganas, y se lanzaron encima suya "a bomba" o como se dice por estos lares..."al pechaso". Cuando la melé ya empezaba a adoptar tintes épicos con la llegada de más y más "luchadores", llegó un último refuerzo inesperado...el guardia de seguridad, al más puro estilo Big Boss Man haciendo virguerías en el aire con la porra....Un día glorioso para la lucha en nuestro país...nadie puede con la Furia Española: sólo hicieron falta siete u ocho para reducir al inglés...Y es que ya lo dijo el sabio Don Anselmo en alguna ocasión...<br />
<b>"¿Ingleses?...son todos unos hijos de la gran...bretaña".</b><br />
<br />
<br />El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-4301181264129019522012-12-06T07:55:00.005+01:002012-12-06T23:15:38.760+01:00BUSCANDO "ASÚCA" DESESPERADAMENTE<!-- AddToAny BEGIN --><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDtVsTCRAC1rlzE7eI3siEMfmgPE8F9mNYr84l7v1IfxXD0dieXjAObycBtM1rZZu7PG0YbboTpLoafGvtt3MHkeRdz9BvytkotzGD_JLNmTDjAmLNSydOs49-iU3MWPMJNfIePXQmrcNm/s1600/ASUCA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" rea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDtVsTCRAC1rlzE7eI3siEMfmgPE8F9mNYr84l7v1IfxXD0dieXjAObycBtM1rZZu7PG0YbboTpLoafGvtt3MHkeRdz9BvytkotzGD_JLNmTDjAmLNSydOs49-iU3MWPMJNfIePXQmrcNm/s320/ASUCA.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
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<br />
De nuevo una anodida y soporífera tarde, gélida como la mano del doctor que te ausculta en una consulta, prometía unas horas venideras cargadas de insulsos comentarios de pasillo, aburridas caras de cumplidores visitantes y familiares, y diálogos enconsertados, carentes de interés para un Paco Penas que veía su ingreso alargarse más y más en el tiempo...amenazando con cronificarse "ad eternum" si no lo remediaba algún avispado internista, capaz de solventar el complicado ovillo en el que se había convertido su historia clínica.<br />
Es por ello, que Paco recibía con relativa alegria las visitas de su antígua némesis hospitalaria: su ex compañero de habitación (ahora enrolado a las huestes del "ejército de pijamas blancos" como celador) Zé Manué, alias "El Chori", mítico y legendario hijo de la Fen-nanda, colacaoinómano confeso y consumidor habitual de "sumos, menos el de malacatón", "hamburguezas del Fostín Jorlibú"...entre otros productos de curso legal. De los ilegales, mejor ni nombrarlos.<br />
Aquella tarde el Chori estaba cumpliendo con su función como celador de la Tercera Planta consistente en decirle a los de UCI que estaba ocupado en Medicina Interna, y a los de Medicina Interna que estaba ocupado en la UCI...y si el que lo llamaba era el Supervisor...pueeees...entonces estaba ocupado llevando una analítica urgente al laboratorio...lo normal para un celador que debe ocuparse de dos plantas a la vez, alrededor de cuarenta enfermos en total de los cuales casi dos tercios son encamados. Como pueden comprobar una carga de trabajo perfectamente asumible para una cuadrilla de mulas de arreo, o de esforzados esclavos de las pirámides egipcias. Pero el presupuesto era el que era en ese Hospital desde hacía décadas, y no daba para más. Y si lo daba, desde luego no era el problema de aquella Gerencia en concreto, que bastante trabajo tenía con proponer protocolos, analizar protocolos, corregir protocolos, autorizar protocolos y hasta protocolizar protocolos, que como se diría al estilo de los pitufos, en lenguaje gerente sería algo así como: "Para que protocolicemos hay que protocolizar protocolizando protocolos". ¿Ha quedado claro?..¿No?...pues eso...lenguaje de gerentes, leñe...<br />
Si a esto añadimos la especial "prestancia" y "afán de trabajo" del Chori, apaga y vámonos...<br />
Así que tras otra dura jornada de ingresos, traslados, cambios de habitación, sondajes, extracciones, canalizaciones de vías, avisos a internistas de guardia, etc, etc...el personal de enfermería comenzaba a estar ligeramente cansado.<br />
Comoquiera que Medicina Interna se encuentra dentro de un vórtice espacio-temporal en el que Las Leyes de Murphy se cumplen inmisericordemente día a día...el pastel ya estaba servido a falta solo de la guinda. Y esa guinda se colocó, cuando los enfermeros de planta de aquel día (Andoni y Karlos) tomaron las glucemias antes de la cena, y pusieron las dosis de insulina correspondientes para corregir la "generosidad de dulzura" en sangre de los enfermos diabéticos.<br />
Pero el carro con las bandejas de las cenas, no llegaba. Pasaban los minutos, y seguía sin aparecer...ante la inesperada falta de alimentos, saltó la alarma: el carro de la comida se había quedado encerrado en el ascensor (pinche histérica y claustrofóbica incluída) y éste no funcionaba.<br />
La magnífica e inigualable cuadrilla de mantenimiento, matrículas cum laude en "técnicas McGyver" no conseguían solventar el problema, y las insulinas comenzaban a provocar los primeros estragos...bajadas de azúcar a "tutiplén". Andoni y Karlos pusieron en marcha la "operación reparto de zumos" a discreción, contando con la ayuda de el Chori, que en ese momento descansaba apoyado en el mostrador del control de enfermería.<br />
<br />
<strong>- Chori, llévale este vaso de zumo al 304-2...</strong><br />
<strong>- Ahora mijmito, Dioni....</strong><br />
<br />
A mitad de camino, los ojos del Chori hacen chiribitas al observar el néctar, y se bebe el vaso a hurtadillas.<br />
Vasos y más vasos se apoyan en el mostrador, y entre todos intentan reanimar a los enfermos que se encontraban al borde de la lipotimia. Y la cena que no llegaba, y el ascensor que no funcionaba...y el Chori bebiéndose litros y litros de zumos, incapaz de ponerle freno a su zumoadicción. Hasta que extrañados por la falta de recuperación de los pacientes, Karlos "atrapa" a el Chori eructando con el inconfundible aroma del zumo de piña...<br />
<br />
<strong>- Peaso de cabrón....tu no te estarás "jincando" el zumo, ¿verdad?</strong><br />
<strong>- ¿¿¿Yoooo???...Kal-lo, yo te uro por mi güela Zunción, que undibé la tenga zu gloria bendita, que yo no majincao na de na...ej que la Chana ma regalao una colonia con oló a fruta der bojque, ¿zabe?</strong><br />
<strong>- Te mato...</strong>- dijo Karlos mientras se quitaba el zueco con intención de lanzarlo a la cabeza del Chori, que ya corría que se las pelaba pasillo arriba.<br />
<br />
Tras más de media hora de lucha, y unos doce litros de zumo gastados (la mitad de ellos en el estómago de el Chori), el personal de enfermería conseguía solventar la emergencia azucarera.<br />
La cena llegó con dos horas de retraso y la pinche continúa ingresada en el psiquiátrico donde asegura que los platos y cubiertos la persiguen y las empanadillas frías quieren agarrarla para hacerle daño.<br />
Nuestros héroes del día, enfermeros y auxiliares, jamás olvidaron la trabajera ocasionada por el ascensor...tampoco olvidaron al Chori (aunque éste todavía daría más guerra...pero eso es otra historia).<br />
Se cumplió el deber, que es de lo que se trata.<br />
En cuanto al ascensor...muy de vez en cuando vuelve a pararse.<br />
Y para eso, fíjense ustedes....no hay solución.<br />
Bueno, mejor no demos ideas a las mentes pensantes, que puede ser peor el protocolo que la enfermedad.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKL0RQUssU_6LpeGqWmpKWSDnH8pZifUlAMQHTsrhj2a4V0B_nzy2FbQFy1XHS2S29AnBLfAyP-QJ1YZW2_fcMW_ABuNM1KfzNihv7Ot8ClxMf5lBYLdGrllor80dcAiAR-nm7y8_mWkdb/s1600/TRASPLANTE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="242" rea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKL0RQUssU_6LpeGqWmpKWSDnH8pZifUlAMQHTsrhj2a4V0B_nzy2FbQFy1XHS2S29AnBLfAyP-QJ1YZW2_fcMW_ABuNM1KfzNihv7Ot8ClxMf5lBYLdGrllor80dcAiAR-nm7y8_mWkdb/s320/TRASPLANTE.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
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<br />
Nerviosismo en los gestos, carreras por los pasillos...algo nuevo se cocía en el Hospital desde hora temprana, y era algo perfectamente palpable por cualquier usuario del centro.<br />
Y es que, cual tiburones al olor de la sangre, o buitres a la vista de un animal herido, la inminente muerte de un candidato a donar órganos había desatado la "fiebre del oro" entre los distintos especialistas implicados en este tipo de eventualidades.<br />
Llámese "prestigio para la institución", llámese "alimentación del propio ego" o por motivos más espúrios y de dudosa moralidad, como es el cobro de cantidades pecuniarias harto curiosas por la intervención y extracción de órganos...el caso es que la habitación 310 se había convertido en un contínuo trajín por parte del personal sanitario, en especial de cirujanos, intensivistas, internistas y otras hierbas, que se frotaban ávidamente las manos mientras en sus pupilas asomaba el símbolo del euro a cada hora que el infortunado paciente desahuciado se acercaba más y más a su más que previsible y trágico final de su existencia terrenal.<br />
Algún cirujano soñaba con ver su nombre en gloriosos titulares de la prensa comarcal, o incluso en revistas científicas (y pseudocientíficas) donde a bombo y platillo se publicaría el extraordinario acontecimiento de una extracción y posterior donación de órganos en el Campo de Gibraltar..."quién sabe" (pensaba)..."quizás este sea mi trampolín profesional...esa guinda al curriculum profesional que tanto he esperado para poder salir de este infesto boquete".<br />
Y así transcurrían las horas...con visitas de unos y otros, llamadas de gerentes y otros burócatras interesados, jefes de guardias y supervisores, poniendo orden en el desorden y desordenando lo ordenado.<br />
Mucho jefe, poco indio...mucho gallo para tan mísero corral.<br />
Eso sí...la carga asistencial recaía nuevamente en los de siempre: enfermería y auxiliares que, no contentos con la ya de por sí abusiva situación de recortes de personal y de medios, ahora lidiaban con una pantomima que les obligaba a realizar el milagro de la multiplicación del pan y los peces...una vez más.<br />
Pero...¡oh, destino!...ese día el internista de guardia no era cualquiera. <br />
Ese día más que un internista...de guardia estaba una auténtica encarnación del Capitán Trueno, desfacedor de mil entuertos, irreductible como Astérix y Obélix, invencible como Rocky Balboa, infatigable como...como...como Nacho Vidal...¿o era irreductible como el "miembro" de Nacho Vidal?....¡qué mas da!.<br />
El caso es que ante la llamada del personal de enfermería, el Dr. "Trueno" acudió raudo y sin ninguna gana de firmar un certificado de defunción.<br />
Al menos mientras estuviera de guardia, allí no se moría nadie sin su permiso...qué cojones...<br />
<br />
<strong>- Vamos a sacarle una analítica urgente </strong>-dijo con serenidad a la enfermera de planta.<br />
<strong>- Pero...¿no estamos esperando a que se muera?</strong><br />
<strong>- Este hombre no está para morirse </strong>- concluyó con seguridad.<br />
<br />
Quirófanos preparados, especialistas localizados...cirujanos con manos enguantadas esperando el deceso del donante...la tensión aumentaba conforme pasaba el tiempo.<br />
Pero ni la más perfecta maquinaria burócrata pudo con la determinación del Dr. "Trueno" que encontró en aquel enfermo a su particular Soldado Ryan.<br />
Tras comprobar la analítica del paciente, instauró un tratamiento preciso y extenso como la Carta de San Pablo a los Corintos...y sacó al paciente del estado crítico en el que se encontraba, para sorpresa de sus familiares que ya lo velaban en vida desde hacía dos días...y con el consiguiente cabreo de los mismos que estuvieron a punto de "vender por piezas" al paciente antes de haber abandonado este Valle de Lágrimas.<br />
Aunque para cabreo, el de cirujanos y demás implicados en la "Operación Trasplante"...que se tradujo en una postrera llamada telefónica desde un oculto despacho de la Gerencia al internista de guardia...<br />
<br />
<strong>- Pero hombre de Dios...¿qué has hecho? Si sólo había que dejarlo morir...</strong><br />
<strong>- Es que yo aún recuerdo el juramento que hice...</strong>- respondió con valentía nuestro bravo doctor.<br />
<strong>- Hombre, es que si nos ponemos así...a cumplir lo que juramos...apañaos vamos.</strong><br />
<br />
Política y Sanidad...mala combinación, amigos. Y es que no es lo mismo un juramento hipocrático que un hipócrita que jura y miente...que por desgracia, se estila mucho en estos tiempos.<script type="text/javascript">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqIeukntYxfbKUhV-LHSurwuBvOW_vatMDUoKa2pvOygw-FyxhlMfhWByu4y38sfms3Jp-YaYCfp1JUrhVCODgsc5HVtJ1iRNibGYsg5UvYk0rkaNLgMHOQco80NobCZJ-ZS_AhFhOm1UJ/s1600/CofiaDay02.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="281" mea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqIeukntYxfbKUhV-LHSurwuBvOW_vatMDUoKa2pvOygw-FyxhlMfhWByu4y38sfms3Jp-YaYCfp1JUrhVCODgsc5HVtJ1iRNibGYsg5UvYk0rkaNLgMHOQco80NobCZJ-ZS_AhFhOm1UJ/s400/CofiaDay02.png" width="400" /></a></div>
<br />
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<br />
Aquella lluviosa tarde de octubre se estaba convirtiendo en un infierno para el personal de enfermería de Medicina Interna. Unas horas antes, las camas que habían quedado "liberadas" de sus ocupantes (unas por altas médicas y otras por "salvoconducto directo" a San Pedro), habían sido vorazmente fagocitadas por un saturado y extenuado Servicio de Urgencias, deseoso de desprenderse de un volúmen de pacientes próximo a un desastroso colapso del microsistema hospitalario.<br />
De ahí que a partir de las 15h (hora del cambio de turno), se iniciara una frenética carrera contrarreloj para intentar "achicar agua" en la Observación que ya presentaba camillas en los pasillos a los que (como medida de "intimidad al paciente") se les brindaba unos indecorosos biombos raídos por el paso del tiempo.<br />
Y en mitad de esa vorágine administrativa de "desvestir un santo para vestir a otro", los de siempre: enfermeros, auxiliares y celadores.<br />
Uno de los ingresos, un sexagenario señor llamado Prudencio, quizás producto de las prisas por enviarlo a planta, llega sembrando de interrogantes la labor de la enfermera que en ese momento lo ha recibido.<br />
<strong>- Es diabético... pero no le han puesto ninguna pauta de insulina, ni antidiabéticos orales... bufff... ¡ya empezamos!</strong><br />
<br />
Así que decide ponerse en contacto con el Internista de Guardia. Tras varios intentos fallidos (como siempre, el corporativo se quedó sin batería y a nadie se le ocurrió ponerlo a cargar todo el tiempo que estuvo avisando con sus "beeep", "beeeep" y su lucecita roja intermitente), por fin consigue comunicarse con él.<br />
<br />
<strong>- Hola, te llamo de Medicina Interna... nos han ingresado en el 304-2 a un señor, Prudencio, que es diabético...y no tiene pauta de insulina.</strong><br />
<strong>- Ammm....¿si?... bueno, pues luego subo a ponérselo.</strong><br />
<br />
Tras casi una hora de espera, la situación se va complicando más. Los acompañantes de un paciente solicitan información médica... de nuevo, llamada de teléfono al Internista.<br />
<br />
<strong>- Hola, de Medicina Interna... los familiares del 306-1 solicitan información. Ya les hemos explicado que su médico pasa sala por las mañanas y que ahora por la tarde queda sólo el de guardia...</strong><br />
<strong>- Pues eso... yo estoy ocupado en Urgencias, además no conozco nada de su historia clínica.</strong><br />
<strong>- Ya...pero la familia insiste en que quieren que venga un médico a hablar con ellos.</strong><br />
<strong>- Vale, vale...en cuanto pueda subo a verlos.</strong><br />
<strong>- Ah, y la pauta de insulina del 304-2, también sigue pendiente.</strong><br />
<strong>- Sí, sí...</strong><br />
<br />
Transcurre otra hora sin que aparezca absolutamente nadie. Los familiares, soliviantados, comienzan a presionar al personal de enfermería con lindezas como <em>"porque yo testoy pagando a tí", "si fuera tu padre seguro que er médico estaba aquí hasunrato"</em>, hasta los amenazantes <em>"como le pase argo zus vái anterá"</em>. Para colmo, Prudencio comienza a tener fiebre. Nueva llamada al Internista.<br />
<br />
<strong>- Soy yo otra vez. El de la 304-2 está con fiebre y la familia del 306-1, al borde de la rebelión.</strong><br />
<strong>- Si no es alérgico, ponle un paracetamol IV.</strong><br />
<strong>- Si, eso ya me lo imaginaba... ¿y con la revuelta que hacemos? ¿Vienes a informar o llamo a los GEOS?</strong><br />
<strong>- Ahora subo...oye, la insulina del ingreso... que se me había olvidado.</strong><br />
<strong>- Hace un cuarto de hora que se repartió la cena... tenía 188 de glucemia, así que le hemos puesto lo que normalmente dejáis prescrito como pauta "estándar"... pero sigue aquí esperando a que algún alma caritativa lo deje por escrito.</strong><br />
<strong>- Vale, vale, ahora lo hago.</strong><br />
<strong>- Por cierto, el 308-1 dice que la pastilla que le han pautado esta mañana le sienta mal y que...</strong><br />
<strong>-...eso, que se lo arregle su médico mañana...</strong><br />
<strong>- Y el 311-3 quiere que le demos algo para dormir...</strong><br />
<strong>- Ya sabes..."barra libre" para todos.</strong><br />
<strong>- Ya...ya sé...</strong><br />
<br />
Por fin tras casi tres horas de espera, el Internista de Guardia sube a la planta, escribe la pauta de insulina y habla durante 34 largos segundos con unos dóciles familiares que al ver aparecer al médico han cambiado las caras agrias y los gestos amenazantes por amabilidad y comprensión sin límite.<br />
<br />
Cae la noche...Basilio despierta y comienza a gritar sus interminables <em>"Antoniaaaaaaaaaaaaa"</em> que traen en jaque al personal y a más de la mitad de pacientes. Llamada de teléfono al Internista de Guardia, que tarda cinco tonos en cogerlo.<br />
<br />
<strong>- ¿Ssssssssi?</strong> - con voz de sueño.<br />
<strong>- Hola, te llamo de Medicina Interna... es por Basilio, que ya está con sus gritos.</strong><br />
<strong>- ¿Le habéissss... puesto algo? </strong>- suena un bostezo.<br />
<strong>- Pues aunque es su quinto ingreso en dos meses y siempre está agitado por las noches, a nadie se le ha ocurrido dejarle nada pautado, fíjate que curioso...</strong><br />
<strong>- Vale...ummm...ponle....ummmm....¡¡ooooooAAAAAaaaaaaaAAAAh!!!...ponle...mmm....medioooo haloperidol....y si no se le pasa, le pones otro medio...y a partir de las 4 no me llames que le toca al otro internista, que él decida qué le ponéis.</strong><br />
<strong>- Ok...</strong><br />
<br />
Al día siguiente, la planta amanece como si fuera un campo de batalla...pacientes ojerosos que apuran hasta el reparto de los desayunos para conciliar alguna triste hora de sueño reparador, ya que Basilio se quedó dormido casi a las seis de la mañana. <br />
En el despacho médico, una internista con melena alborotada, numerosos aspavientos y dando gritos, despotrica sobre las enfermeras de la planta:<br />
<br />
<strong>- ¡Claro!...¡dormidos que están todos los pacientes! ¡es que el personal de enfermería se cree que son paramédicos y pueden poner la medicación que les salga de las pelotas! ¡A saber qué le han metido esta noche a Basilio para que esté tan dormido!</strong><br />
<strong>- Lo que dijo el de guardia</strong> - apunta una enfermera que pasaba por ahí.<br />
<strong>- ¡Y una leche! ¡Que ya nos conocemos todos!</strong><br />
<br />
¡ Y tanto que nos conocemos!...pero como diría el sabio Don Anselmo: <br />
<strong>"A nadie le huele su propia mierda...y si encima viene otro a limpiarte el culo, qué quieres que te diga: ASÍ DA GUSTO CAGARLA".</strong><br />
<br />
(Salud y Feliz The Cofia Day para todos)<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf3NiGW6E7EQWC8dopMUMZghUhb5EyeJuPv8YL9WIyKuDFUGBWxvasnXheYVR65l1WfwWYJPg4V5Kz1vNDlhn_A3J1D5KEl679bAT_qk6Kvr4VkCJNWi8E6R33YLszFZ9F93tHEmCp3bTm/s1600/Juego+de+tronos.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" kea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf3NiGW6E7EQWC8dopMUMZghUhb5EyeJuPv8YL9WIyKuDFUGBWxvasnXheYVR65l1WfwWYJPg4V5Kz1vNDlhn_A3J1D5KEl679bAT_qk6Kvr4VkCJNWi8E6R33YLszFZ9F93tHEmCp3bTm/s320/Juego+de+tronos.png" width="263" /></a></div>
<br />
<br />
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<br />
Tras la frenética jornada de persecución de hormigas a lo largo y ancho de los pasillos de Medicina Interna, parecía que la paz se asentaba por fin en la unidad. Lejos parecían quedar las carreras, avisos telefónicos y llamadas al orden de aquella caótica mañana en que esos dichosos y diminutos insectos de seis patas habían puesto en jaque a la flor y nata del gremio de Mantenimiento del hospital.<br />
Se presentaba pues, un día relativamente tranquilo (y digo <em>relativamente</em>, porque no olvidemos que en Medicina Interna, nada es relativo...mas bien correlativo, es decir, "una detrás de otra").<br />
Pero hablar de tranquilidad en las entrañas de esa unidad, era como hablar de lucidez en Leticia Sabater, o de rigor informativo en Intereconomía...un espejismo.<br />
Al cabo de unas horas, Paco Penas y Seymour recibían el ingreso de un nuevo y temido "inquilino": el anciano Basilio, aún más desmejorado que de costumbre, y que (de momento) no parecía venir dispuesto a "dar la noche" con sus interminables gritos en plena madrugada. Al contrario, parecía bastante tranquilo y sosegado, hasta el punto de dedicarle una simpática sonrisa a Paco Penas...¿lo habría reconocido?.<br />
Tras acomodarse en la habitación, Antonia, la hija de Basilio, se dispuso a afrontar una larga noche provista de un cuadernillo repleto de sudokus a medio hacer, un mp4 donde tenía la discografía completa de Isabel Pantoja, Mocedades, Juan Pardo y "algo más movidito" como Karina y Luis Aguilé, y un ejemplar del libro "El highlander seducido", novela romántica en cuya portada un musculoso, rasurado y bravo highlander de masculina falda escocesa prometía todo tipo de fantasías durante esas horas a la pudorosa y remilgada Antonia.<br />
Pero cuál fue su sorpresa cuando descubrió que en la habitación había tres enfermos, tres camas, tres acompañantes....y sólo dos sillones, ya ocupados por Pepi (la esposa de Paco Penas), y por Mildred (joven amante bandida de Seymour...mas bien amante de su cuenta corriente).<br />
Así que con las manos ocupadas por el mp4, el libro y el cuadernillo de sudokus, y mirando hacia todos los rincones habidos y por haber de la 312, finalmente preguntó.<br />
<strong>- ¿Y mi sillón?</strong><br />
<strong>- La están arreglando. Se la llevaron esta misma mañana</strong>- respondió Paco Penas.<br />
<strong>- ¿Y ahora dónde me siento? ¿Dónde me echo la cabezadita?</strong><br />
Ante la callada por respuesta de los presentes, Antonia, ni corta ni perezosa (bueno, algo perezosa sí), salió al pasillo de Medicina Interna en busca de un sillón sin dueño. Y así entró en la 311, donde solo había dos enfermos con sus acompañantes, y tres sillones.<br />
<strong>- Disculpen....¿aquí sólo hay dos enfermos ingresados?</strong><br />
<strong>- Sí...</strong>-respondió una de las acompañantes con extrañeza- <strong>¿Por qué?</strong><br />
<strong>- Porque no tengo sillón en mi habitación, así que me la llevo...</strong><br />
<strong>- Aaaaah, nonononononono....ese sillón se queda aquí.</strong><br />
<strong>- Pero si no lo está utilizando nadie...</strong><br />
<strong>- Bueno, pero igual lo utiliza mi niño Adonai que tiene que venir a ver a su abuela</strong><br />
<strong>- Señora, son casi las once de la noche...ya no hay visita.</strong><br />
<strong>- ¿¿Cómo que no?? ¿¿y eso dónde está escrito??</strong><br />
<strong>- En un cartel a la entrada de la planta</strong><br />
<strong>- ¡¡Pues yo nunca he visto ese cartel!!</strong><br />
Antonia, tomó por los reposabrazos el sillón, y empezó a arrastralo con pesadez hacia fuera de la habitación, pero la señora con la que había estado discutiendo, dio un prodigioso salto y agarró el sillón por el respaldo.<br />
<strong>- ¡¡Que no se lleva el sillón, lesheeeeeeeeeee!!</strong><br />
<strong>- ¡¡Suelta, maharonaaaaaa!!</strong><br />
Ambas se enzarzaron en una igualada contienda...tan pronto el sillón avanzaba hacia la salida de la habitación como volvía a retroceder la distancia recorrida en una sinfonía de bufidos, maldiciones, exabruptos y chirriar de patas en el suelo.<br />
Tras varios minutos de tiras y aflojas, la madre de Adonai blandió sobre su cabeza su bolso de imitación de charol de leopardo marca "Guchi" (sic) y tras dar dos vueltas en el aire para tomar impulso, cual David enfrentándose a Goliat, lanzó el susodicho hacia la cabeza de Antonia, que echando hacia atrás su cuerpo (al más puro estilo Mátrix) esquivó el proyectil con destreza, para luego responder arrojando su cuadernillo de sudokus. El impacto del canto del cuadernillo (en su parte puntiaguda), provocó el desconcierto en su oponente, momento que aprovechó Antonia para arrebatar el preciado trono a los habitantes de la 311.<br />
<strong>-....japutaaaaaaaaaaaa!!!</strong> - se oía desde las oscuras profundidades de la habitación- <strong>...comotecojaenmibarriotevacagápol-lajpatabajooooo!!!!</strong><br />
Antonia, satisfecha por el botín, colocó el sillón junto a la cama de Basilio. Se sentó, encendió su mp4 y comenzó a escuchar "Amor de hombre" de Mocedades mientras abría las primeras páginas de "El highlander seducido"...pero cuando quiso poner las piernas en alto, reparó en que no tenía banqueta de pies. Miró a un lado y a otro, y tras comprobar que cada uno de los enfermos tenía su sillón y su correspondiente banqueta de pies, preguntó:<br />
<strong>- ¿Y la banqueta?</strong><br />
<strong>- Arreglándose también..</strong>.-contestó Paco Penas.<br />
<strong>- ¿Y ahora dónde apoyo los pies?</strong><br />
<strong>- Ay, Dios....</strong><br />
<br />
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<br />
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<br />
<br />
<br />
CRÓNICA DE GUERRA: Septiembre de 2012. Medicina Interna.<br />
<br />
"Al alba y con fuerte viento de levante, más de un centenar de hormigas perfectamente preparadas, entrenadas y dispuestas para el combate cuerpo a cuerpo, subieron desde la unidad de Pediatría, en la segunda planta del Hospital, a través de una red de túneles de perfecta excavación milimétrica, y sin previo aviso entraron en la habitación 307, parapetándose en el factor sorpresa, para poder reducir a los pacientes que aun descansaban después de una atareada y ruidosa noche en Medicina Interna.<br />
<br />
Con agilidad y suma destreza, este Grupo de Operaciones Especiales Hormiguísticas, trepó con sigilo hasta la cama de la señora que en ese momento no era consciente del peligro que la acechaba. De igual manera, parte de ese grupo optó por introducirse en el cajón de la mesilla de noche (sin encontrar oposición alguna), donde reposaban unos incautos e infelices paquetes de galletas, y un inocente cuarto de jamón york resguardado en papel de estraza.<br />
<br />
A la voz de <b>"se mueva nadie, esto es un asalto"</b>, una treintena de hormigas tomaron por la fuerza a dichos rehenes, desnudando impunemente al jamon york que temía por su integridad moral y física ante las lascivas miradas del comando en cuestión.<br />
Como era de esperar, el grupo armado se empleó con mucha dureza y pocos escrúpulos para dar rienda suelta a sus licenciosas pretensiones, tomando al jamón york como principal reclamo de sus más oscuras perversiones.<br />
<br />
En pocos minutos, un auténtico ejército de hormigas tomaba la habitación al completo, trepando por las camas de todas y cada una de las enfermas, gritando, y mostrando la algarabía comprensible por la plaza conquistada: la 307 era suya.<br />
<br />
En el estar de enfermería saltaron las alarmas, y se puso en marcha el Dispositivo de Emergencia por la Salvación Nacional, también conocido coloquialmente como "Operación Llamada al Supervisor de Guardia", que (ante la gravedad de los hechos) no tardó en hacer acto de presencia.<br />
Debido a que era fin de semana (o mas bien con la escusa de que era fin de semana), los recursos disponibles eran limitados y poco efectivos. Se optó por llamar en primer lugar al Cuerpo de Limpieza, glorioso grupo de operaciones y logística, capacitados en un principio para pisotear a algunos efectivos con el zueco (labor en la que colaboró el mismísimo Paco Penas, entre otros) o a lo más, arrastrar con el mocho el máximo número posible de invasores... pero esta opción era a todas luces insuficiente, dada la velocidad de propagación de las tropas enemigas.<br />
Por tanto se optó por el Plan M...Mantenimiento.....El Escuadrón de Mantenimiento (célebre por las recordadas batallas vencidas en los famosos apagones de planta o cisternas que no paran de echar agua), tan sólo disponía de una poderosa (eso sí) arma aire-tierra: la sinpar pistola de silicona, con la cual se selló el acceso de la marabunda a través del 307, y se pudo así aislar a los invasores en dicha habitación...ya solo quedaba acabar con ellos, en una tremenda guerra de desgaste, en la que los defensores no podían disponer de sus poderosas armas químicas (Casa Jardín, Baygon, Raid) porque existe una normativa de Naciones (sanitarias) Unidas, que impide el uso de este tipo de armamento por los daños colaterales que pueden causar. La batalla pues, sería cuerpo a cuerpo... había que calar bayonetas.<br />
<br />
Muchas fueron las horas que transcurrieron, en las que se obligó al invasor hormiguístico a retroceder hasta el cajón de la mesilla del 307-3, donde se hicieron fuertes, respondiendo con amenazas de acabar con lo rehenes que les quedaban: los dos paquetes de galletas....el cuarto de jamón york, desgraciadamente, perdió la vida y se quedó en un octavo medio comido.<br />
Ante dicha amenaza, Cocina puso el grito en el cielo...."¿un par de paquetes de galletas? Ni hablar".... ¡había que recuperarlos!...eran el Soldado Ryan de esta guerra.<br />
Finalmente un sorpresivo asalto alevoso de tropas defensoras especiales en el cajón de la mesilla, desbarató el secuestro, devolvió la libertad a las galletas y provocó la huída de las huestes invasoras.<br />
<br />
El acceso de entrada de la 307 sigue sellada y es vigilada continuamente por las tropas de Medicina Interna....aunque se han detectado grupos dispersos de hormigas en la 305, y otras habitaciones....<br />
Miembros de Defensa de Medicina Interna han declarado: " Creemos que esto no ha acabado,...sentimos que nos están rodeando y poco a poco se acercan a nosotros...pueden salir por cualquier sitio...este lugar está infestado de túneles".<br />
Pero de momento la paz ha vuelto.... hasta Dios sabe cuando.<br />
<br />
P.D.: Esta tarde son los funerales del cuarto de jamón york... su apenada dueña agradece la asistencia de todos aquellos que lo conocieron en vida, y ruega se eleven oraciones por su alma."El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-19164229381656161512012-09-06T13:05:00.000+02:002012-09-06T13:05:07.208+02:00CINCUENTA SOBRAS DE BUEY<!-- AddToAny BEGIN --><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img alt="Share/Bookmark" border="0" height="16" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" /></a><script type="text/javascript">
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<br />
<br />
Desde hacía unos días, aquella sórdida unidad de Medicina Interna había cambiado. Era un cambio sutil, apenas perceptible para cualquier pobre alma que diera con sus tristes huesos en alguna cama de aquel pasillo...pero para Paco Penas, ese cambio era perfectamente identificable.<br />
Los trabajadores bromeaban, se divertían, hacían comentarios picantes...nada de esto pasaba inadvertido, pero...¿cuál era el motivo?.<br />
<br />
<b>- Uyyy...¿tú ya lo has leídooo?</b> - preguntaba una enfermera a otra.<br />
<b>- Síííííííí...no me pierdo las otras dos parteees....jijijiji.....</b>- contestaba mientras se ruborizaban sus mejillas.<br />
<br />
¿A qué se referían? ¿Qué tipo de joya maestra de la literatura universal y galáctica de todos los tiempos habidos y por haber, había provocado esa actitud tan....desinhibida? ¿La Pasión Turca? ¿Un tranvía llamado deseo? ¿Las Edades de Lulú?...Paco no podía con su curiosidad y preguntó.<br />
<br />
<b>- ¡Cincuenta Sombras de Grey, Franciscooo! ¡Por Dios! ¿no lo has leído? ¡Te lo voy a dejar!</b> - dijo la enfermera.<br />
<b>- Me vendrá bien...necesito algo de lectura sosegada...</b><br />
<b>- Sí sí...sobre todo sosegada...jijiji...</b><br />
<br />
Y se marchó con un ejemplar bajo el brazo hasta la habitación. No había dormido bien esa noche, así que decidió que tras la comida, disfrutaría de una merecida siesta, y ya por la noche empezaría a leer esa novela. Mientras tanto, fue su mujer Pepi la que tomó en sus manos el libro, y con actitud desconfiada, se colocó sus gafas de ver y comenzó a leer.<br />
<br />
En la planta había surgido un nuevo problema con Cocina:<br />
<br />
<b>- Medicina Interna, ¿dígame?.</b><br />
<b>- Hola, te llamo de Cocina...es que tenemos algunas dudas sobre las dietas.</b><br />
<b>- A ver dime...</b><br />
<b>- La 312-2 tiene una dieta sin sal, diabética, de protección hepática y gástrica, sin residuos, coronaria baja en grasas e hipocalórica. Además, no quiere yogurt...¿qué le ponemos para el almuerzo? ¿Una babucha hervida? </b><br />
<b>- No, tiene que haber un error...se nos han mezclado dos dietas...verás la del 312-1 es una molida.</b><br />
<b>- Ah, que encima es molida...entonces nos olvidamos de la babucha...mejor un calcetín....</b><br />
<b>- No, no, ...el 312-1 es solamente proteccion hepática y baja en grasas....y no quiere cerdo.</b><br />
<b>- ¿Una dieta musulmana?</b><br />
<b>- No, no, es inglés....inglés de Inglaterra, vamos....</b><br />
<b>- Si, ya...que no es inglés de Nueva Zelanda, lo he entendido...entonces, no quiere cerdo</b><br />
<b>- No, pero está harto de que le pongan siempre pollo...¿le podéis poner otra cosita?</b><br />
<b>- ¿Que sea bajo en grasas y no sea pollo?...carne de acelga...(no te jode)....¿y si era baja en grasas por qué le mandaban cerdo?</b><br />
<b>- Porque no era baja en grasas hasta hoy...hoy ya si lo es</b><br />
<b>- Hoy ya es musulman...</b><br />
<b>- Es yihadista, tío listo...</b><br />
<br />
La conversación subía en decibelios y tensión, y terminó con un golpe de auricular contra el teléfono...<br />
El encargado de Cocina, echó un vistazo a su alrededor y decidió aderezar la bandeja del almuerzo de varios enfermos de Medicina Interna con algunas sobras que quedaban de carne de difícil catalogación...la venganza estaba servida.<br />
Bajo la denominación de "estofado de mil delicias", las caras de los pacientes mostraban una mezcla de repugnancia y sorpresa al levantar la tapa de sus bandejas...<br />
<b>- ¿Pero qué zeto? </b>- exclamaban arrugando la nariz, mientras un bofetón olfativo y de vapor inundaba sus rostros.<br />
<br />
El dichoso estofado de mil delicias, provocó mil ardores, motivando que muchos cambiaran de planes, y en vez de la siesta, decidieran acudir al mostrador de enfermería a por una ronda de almax, y optaron luego por dar largos paseos a lo largo del pasillo para "echar la comida pa' bajo". <br />
Seymour, el compañero de habitación de Paco Penas, fue uno de los damnificados por las "Sobras de Buey" (como ya las habían bautizado jocosamente el propio personal de enfermería de la planta), así que en ese momento Paco vio el cielo abierto para una reconfortante siesta...pero....<br />
<br />
<b>- ¿Pepi?...¿Pepi?...¿por qué me miras así, Pepi?...¿Por qué mordisqueas la patilla de tus gafas y me miras como si fuera una pata de jamón?...¿Pepi, a dónde vas? ¿¿Qué haces, loca??...que estamos en un hospital, Pepi....no, no...¡¡los pantalones no!!...¡¡no cierres la puerta, Pepi....que nos van a descubrir!!....Mujer, ¿pero qué te han dao?...¿y con sólo medio libro estás así?....Pepi ¿por qué pones ese sillón detrás de la puerta? Esto no está bien, mujer.... Dios bendito...¡¡deja de leer!! ¡¡DEJA DE LEEEER!!....nononononono....mmmm...bueno, vale, vale...sigue leyendo un poquito si quieres....Dios bendiga la culturaaaa....</b><br />
<!-- AddToAny END -->El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-76559107455447832312012-08-15T10:15:00.000+02:002012-08-15T14:19:01.175+02:00EL INGLÉS QUE SUBIÓ UNA COLINA...Y SE BAJÓ EN LA RESONANCIA<a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img alt="Share/Bookmark" border="0" height="16" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" /></a>
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<br />
<br />
A la espera de noticias nuevas por parte de su internista se encontraba Paco Penas viendo pasar de forma inexorable los días en una situación que, no por conocida, le resultara más llevadera. De nuevo la cansina rutina diaria de mirar el reloj (que parece no avanzar), el pasillo (que parece no cambiar), al personal (que parece no descansar)...y mirar a su compañero de habitación, <a href="http://preticante.blogspot.com.es/2012/04/el-paciente-ingles.html" target="_blank">Seymour (o Mr. Paxon)</a>...que parece más feliz que una perdiz en aquel improvisado hotel a pensión completa con Spa y pack de pruebas diagnósticas complementarias incluído, al irrisorio precio de....¿la voluntad?....¿cero euros?....<br />
El día no anunciaba por tanto ser mucho más diferente que cualquier otro de Medicina Interna. Pero con el pase de sala de los médicos, llegaron las primeras sorpresas...<br />
Un enfermero entra en la habitación y comenta con Seymour...<br />
<br />
<b>- ¡ Gud mornin mister Paxon! ¿¿Jau ar yu, tudei??...su médico ha pedido que se le haga una resonancia magnética...eeeerrr.....yur doctor jas...(cómo se dice)...for yu tu yu...es decir....osea...una prueba....test, eso, test.....</b><br />
<b>- <i>Ohh, good!!</i>....am....y qué pruebo es, <i>sir</i>?</b><br />
<b>- Uff....(ahí me ha pillao)....resoneichon.....</b><br />
<b>- ¿Comouur? Mí no entiende...<i>how can I say</i>....Mí no entiende "un caraho"...</b><br />
<br />
Paco Penas de mondaba de risa viendo como Seymour Paxon empezaba a aprovechar las clases intensivas de "El Andalú en mil palabras (500 de ellas malsonantes)" que le había estado impartiendo desde hacía semanas, con una maestría que ya quisiera el mismísimo Profesor Maurer.<br />
El enfermero, con cara de pócker, insiste en su inglés chapurreado y garabateado a nivel "más que básico"...<br />
<br />
<b>- Güi Güil....como se dice...ejem....(vamos a pronunciarlo bien) we will....we will...</b><br />
<b>-....<i>Rock You"</i>....- responde Seymour con su flema británica acostumbrada.</b><br />
<br />
A Paco Penas se le saltan las lágrimas y se retuerce en su sillón a carcajadas, intentando taparse la cara con su mano izquierda para disimular un indisimulable ataque de risa, mientras con la derecha golpea sobre el colchón de su cama.<br />
<br />
El enfermero, ya algo indignado, intenta mejorar su capacidad oratoria en "piquinglich" y resume...<br />
<b>- ....Magnetic Resoneichon.....</b><br />
<b>- <i>Ooh...yes, yes....Magnetic Resonance....ok, good!!!</i></b><br />
<b>- Pues eso...que se la harán esta tarde en el hospital de Algeciras....dis aftenun....in Algeciras jóspital.</b><br />
<b>- <i>Ok, thank you very much...</i></b><br />
<br />
Tras esta breve pero jugosa "converseichon", Seymour esperó pacientemente la llegada de la tarde, y aproximadamente después del <i>Tea Time</i>, por la puerta de la habitación apareció el mismo enfermero jovencillo y de bata blanca impoluta que llevó a Paco Penas de traslado hacía unos días...a la vista de las dificultades de comunicación de su compañero y de la experiencia vivida en aquel <a href="http://preticante.blogspot.com.es/2012/06/el-viaje-ninguna-parte.html" target="_blank">equivocado traslado</a>, Paco Penas piensa para sí mismo... "estos terminan hoy en Birmingham...".<br />
Con mucho ánimo, Mr Paxon se despide de Paco Penas, que a su vez lo hace con un "hasta siempre" que extraña bastante al inglés.<br />
Estaba siendo una tarde agotadora para las ambulancias que se afanaban en hacer los traslados a la mayor celeridad posible; cargaban enfermos y descargaban...resonancias, diálisis...historias arriba, informes abajo,...llamadas de la central...un auténtico caos.<br />
Dejaron a Mr Paxon, y aprovecharon para llevar de vuelta al hospital a un señor que había terminado su diálisis y así hacer tiempo....<br />
Cuando llegaron al hospital, recordaron que no habían tenido tiempo de merendar, así que decidieron dar buena cuenta de un par de tostadas con aceite y tomate y dos cafés con leche.<br />
Mientras tanto, Mr Paxon había terminado su resonancia y esperaba pacientemente en una salita. Vio pasar a alguien con bata que le había atendido antes y preguntó por su prueba.<br />
<br />
<b>- El resultado ya se lo dan en su hospital...</b>- respondió.<br />
<b>- ¿En La Línea?...</b><br />
<b>- Sí...allí le dará el resultado su médico...discúlpeme, voy con prisas....</b><br />
<br />
Cómo entendería aquello Seymour...es un enigma pendiente de ser resuelto en próximas entregas de Cuarto Milenio...lo cierto es que ni corto ni perezoso, con su pijama y sus babuchas (y a la vista que no había ambulancia disponible) decidió echar a andar por la carretera, de esa guisa....caminito del hospital de La Línea.<br />
Como el recordado Labordeta (q.e.p.d.) y su "Un país en la mochila", Mr Paxon inició un recorrido de retorno al hospital de varios kilómetros...los suficientes para que alguien diera la voz de alarma a la Guardia Civil y éstos interceptaran al inglés, saltando por encima del quitamiedos y a punto de incorporarse a la autovía....<br />
Cuando el enfermero y el conductor de la ambulancia recibieron la noticia de la "fuga" de Mr Paxon, a uno casi se le atraganta media tostada y el otro echó café hasta por la nariz.<br />
Raudos y veloces, como un celador de apoyo, se plantaron donde estaba el patrullero de la Benemérita y "desfacieron el entuerto" devolviendo a Mr Paxon a su habitación, sano, a salvo....aunque con 5 kilómetros de más en sus piernas.<br />
La noticia corrió por el hospital tan rápida como una infección por clostridium....y cuando llegó a oídos de Paco Penas, le reconoció admirado:<br />
<br />
<b>- ¡ Enseguida, me voy a volver yo andando de allí...! No me extraña que le dieran las olimpiadas a Londres en vez de Madrid...lo tuyo sí que es "espíritu olímpico"....</b><br />
<b>- Nou, Pacouu..... nouu <i>olympic spirit</i>....si tardaba muchou....me perdía la cena....</b><br />
<br />
<br />
<br />El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-63095453813847645792012-07-18T20:06:00.003+02:002012-07-19T02:25:30.748+02:00LA (IN)SEGURIDÁ SOSIÁ<a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img alt="Share/Bookmark" border="0" height="16" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" /></a><script type="text/javascript">
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<br />
<br />
Después de la inolvidable experiencia del burguer de la Yésica, y restituído de nuevo con la mayor de las premuras posibles en su habitación, Paco Penas apenas pudo despedirse del "Chori" adecuadamente. Y es que circular a altas velocidades montado encima de una silla de ruedas y empujado por un Zé Manué poseído por el espíritu de Ayrton Senna de nuevo, ya de por sí resultaba traumático...pero si a eso se le añadía la hamburguesa de ternera grasienta, refrita y aceitosa dando vueltas y más vueltas en su estómago....el asunto se complicaba sobremanera.<br />
Así que nada más llegar a la habitación, Paco se lanzó raudo hacia el WC para arrojar la primera papilla...la suya, y la de todos sus compañeros, y la de él primero...<br />
El "Chori" prometió que volvería a verlo en cuanto pudiera, a lo que Paco respondió entre dientes un "Dios no lo permita" justo antes de volver a vomitar, que no llegó a oídos del celador.<br />
Así que después de sentarse en el sillón de su habitación, secarse el sudor de la frente con el dorso de su mano izquierda, mientras con la derecha se abanicaba de forma improvisada con el Diez Minutos, Paco Penas se sintió a salvo.<br />
<br />
Fuera, en el pasillo, la cosa era muy diferente....mucha visita, quizá demasiada, se agolpaba en las puertas de las habitaciones. Las conversaciones se volvieron discusiones, y las discusiones se volvieron increpaciones al personal sanitario que aquella tarde (para variar), no daba abasto con las demandas de unos y otros enfermos bajo la impenitente sinfonía de timbres, en Do Menor Sostenido....<br />
<br />
<b>- Que llevamo tré minuto, esperando a que lleven a mi buela ar baño</b>...-decía un caballero de casi dos metros de alto y de ancho<br />
<b>- Mire usted... ahora estamos ocupados, somos sólo cuatro personas atendiendo a más de treinta, y no podemos ir más deprisa</b>.- contestaba el enfermero del turno.<br />
<b>- ¡Si sólo hay que llevarla al baño que está a dos metros de distancia!...</b><br />
<b>- Bueno, ¿no sois cinco o seis los que estáis acompañándola?...pues entre los cinco podéis llevarla sin problemas.</b><br />
<b>- ¡Ese es tu trabaho! ¡Que yo testoy pagando! ¡Que yo cotiso a la Seguridá Sosiá!...</b><br />
<b>- Pues mi enhorabuena, caballero...aunque si usted es el que me paga, permítame que le recuerde que todavía me debe la paga de productividad de este año...</b><br />
<br />
La discusión iba aumentando en tensión y decibelios, así que una de las auxiliares del turno, decide llamar a Seguridad para calmar los ánimos.<br />
<br />
<b>- ¿Seguridad? Te llamo de Medicina Interna...mira, es que tenemos aquí a un familiar un poco nervioso y se está encarando con un compañero.</b><br />
<b>- Ammmm...bueno...¿y quéj quiere que haga? </b><br />
<b>- Como que qué quiero que hagas...¿tú no eres de Seguridad?</b><br />
<b>- Sí, pero yo no puedo intervení asín como asín, ¿tumentiendes?</b><br />
<b>- No, no te entiendo...tu eres de Seguridad y tu trabajo consiste en....</b><br />
<b>- Nononononononononono....notejquivoque.....el protocolo de actuasión en este tipo de caso dise claramente que....</b><br />
<b>- No sé lo que dirá el protocolo, pero el señor en concreto ha cogido un florero en la mano y está arrinconando a mi compañero....</b><br />
<b>- Po hasta que no haya o hubiese conato de violensia esplísita, uséase, arrancamiento de pabellón auriculá, introducsión de falange en ojo, o mashacamiento de cráneo, claro, consiso y contuso, debidamente comprobable y convenientemente testificable ante laj autoridade oportuna u cuerpo de seguridá del estado....no podemo de intervení....</b><br />
<b>- ¿Y por qué no podéis intervenir?</b><br />
<b>- Hombre...no querrás que me peguen a mí, ¿verdad?...</b><br />
<b><br /></b><br />
¡¡CRASH!!<br />
<b><br /></b><br />
<b>- Bueno, "Seguridad"....gracias a tu actuación tan diligente, veloz y acorde a tu p...protocolo, mi compañero tiene el florero de sombrero y una herida en la cabeza...</b><br />
<b>- ¿Ves?...¡Ahora sí puedo intervení...!</b><br />
<b>- ..¿¿Y QUE VAS A HACER AHORA, GILIPOLLAS?? ¿¿QUITARLE LAS FLORES DE LA CABEZA??</b><br />
<br />
Y en ese momento Paco Penas recordó una de las mejores enseñanzas que le dejó su padre Don Anselmo antes de morir...<br />
<b>- Hijo mío...dijo Arquímedes "Dadme un punto de apoyo, y moveré la Tierra"...y lo siguiente que dijo Arquímedes fue "Dadle una porra y una insignia a un zoquete, y te tirarán la Tierra encima de la cabeza"....pero claro....esa parte de la Historia no interesaba que se supiera, hay que joderse...</b><br />
<br />
<i>(NOTA DEL "PRETICANTE": Sí, sí...puede ser motivo de risa...pero no olvidemos que estas situaciones se dan a diario por desgracia en muchos centros sanitarios...¡BASTA YA!)</i><br />
<br />El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-20016309004899108962012-07-03T21:02:00.001+02:002012-07-04T12:06:41.426+02:00EL CHORIZO Y LA VELOCIDAD...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTRMwMrXDnq-7so5DWuTEjvQ23oyZb3VOcFlT1EYF7tF8E60HvEHgHBFFDDuSb_mxOG8QTL-3wgUJ1O5SjYid58U7ASzSUg_21l8lOgHGwm2-I2R5icFie-4-_tXwMKNhuNfl0wtHhFTUP/s1600/blogjan04.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTRMwMrXDnq-7so5DWuTEjvQ23oyZb3VOcFlT1EYF7tF8E60HvEHgHBFFDDuSb_mxOG8QTL-3wgUJ1O5SjYid58U7ASzSUg_21l8lOgHGwm2-I2R5icFie-4-_tXwMKNhuNfl0wtHhFTUP/s1600/blogjan04.png" /></a></div>
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<br />
Los cortos y estrechos pasillos del Hospital se convirtieron en un improvisado circuito de velocidad, donde Zé Manué (el mítico hijo de la Fen-nanda) alias "el Chori", empujaba la silla de ruedas donde un azorado Paco Penas veía un inminente "siniestro" por la cercanía de las paredes.<br />
A todo ello había que añadir la manía de el "Chori" de ambientar cada una de las curvas que tomaba con los efectos especiales de frenado o "quema de neumático" cuando reanudaba la marcha para enfilar otro pasillo.<br />
Paco Penas observó como en una pronunciada curva, la silla de ruedas quedó solamente apoyada en una de ellas, a punto de volcar, pero una maniobra magistral del "Chori", al más puro estilo Jorge Lorenzo, inclinando su cuerpo al lado contrario para hacer contrapeso y rozando con una de sus rodillas el suelo, enderezó el más que seguro y previsible castañazo.<br />
<br />
<b>- Por Dios bendito, Jose Manuel....que tengo que llegar vivo a la ecocardio, que sino no sirve de nada lo que vean por la pantalla.</b>- gritaba Paco sin parpadear y sin poder evitar pensar cómo tomaría la próxima curva.<br />
<b><br /></b><br />
<b>- Ja-ja-ja-ja...tranquilooooo amigashooooo,.....tá to controlao...</b><br />
<br />
En ese momento, un móvil que lleva el "Chori" en el bolsillo empieza a sonar con una odiosa melodía predeterminada de Nokia, y súbitamente, frena en seco para responder, lo que provoca que Paco salga proyectado por los aires, cayendo de bruces dos metros más adelante.<br />
<br />
<b>- Uy...¿taj coñao, amigasho?</b><br />
<strong>- No, no es nada...pero podías andarte con cuidado....-</strong> dijo Paco, mientras se levantaba lentamente, sacudiéndose las rodillas.<br />
<b>- Perdona, ej que tengo que contestá ar teléfono...¿Zi? Zi zoy yo...Zé Manué, er nuevo. Zi lo tengo ajquí a mi lao...vamo, ensima der carrito, yastamo enllegando...¿ah zi? Po mira, po mejón. Ahora ze lo digo...dióó.</b><br />
<b>- ¿Pasa algo?</b><br />
<b>- Naaa, que dise er coreografijta, o como ze llame...zi, er de laj cografías...que zi podemo entretenen-no un ratito, que ej la hora der café, y llevan mucha gente vijta y tienen casé un dejcanzito.</b><br />
<b>- Perfecto, pues déjame en el ascensor que ya me subo yo solito.</b><br />
<b>- ¿Qué diiiiiise, majarón? Ni mijita...caze musho tiempo que tú y yo no hablamo y hay que ponerze ar día de tó....¡tinvito a un fanta!</b><br />
<b>- Jose Manuel, que ya nos conocemos....que al final lo pago yo...</b><br />
<b>- Ja-ja-ja-ja...que nooo, de verdá, primo, te lo uro por mi güela Zunción, quejtoy ganando dinerito con esto de seladó...que tinvito yo.</b><br />
<br />
Paco Penas, que sabía de lo inútil que resultaba oponerse a los deseos del "Chori", asintió con desgana mirando hacia el techo, como buscando una aparición mariana que le salvara de esa situación en ese preciso momento. Pero nada...la Sagrada Familia no está cuando se les necesita...al menos eso pensó en su fuero interno.<br />
<br />
<b>- De acuerdo, Jose Manuel, lo que tú digas...mira, ahí está la máquina de refrescos.</b><br />
<b>- ¿Qué diiiiiise, chalao?...que no, amigasho...que te voy a zacá un momentito ar burguer ca montao en la ejquina mi prima la Frejquita...</b><br />
<b>- Será Frasquita...</b><br />
<b>- No, no...Frejquita, amigasho...que é mu shá palante, mu dejcará...por ezo le dizen la Frejquita...bueno, po ezo, lo que ti disía....que te voy a llevá ar burguer ca montao, que te va a comé un changüi de ezo de lomo, quezo, con zu cebolleta, zu arconsile, zu tagan-nina güena...vamo, como laj que te ponen en el Fostín Jobilú, eze...y amá...barato, te lo digo yooo.</b><br />
<b>- No sé si es buena idea, Jose Manuel...mira que me tengo que hacer la prueba, y como tardemos mucho, pierdo la vez...</b><br />
<b>- Naaaaaaa....reláhateeee....tá to controlao...</b><br />
<br />
Dicho y hecho...el "Chori" salió empujando la silla de ruedas por la puerta de Urgencias, ante la atónita mirada de alguno de sus compañeros celadores y algún miembro del Glorioso Cuerpo de Seguridad del hospital, mientras Paco intentaba taparse la cara de forma vergonzosa.<br />
Cruzaron la carretera y llegaron a la puerta del Burguer "La Yésica", y justo al lado de una pequeña cola de tres personas, el "Chori" aparcó al bueno de Paco.<br />
Sin más dilación, se fue al primer caballero que esperaba en la cola y le dijo:<br />
<br />
<b>- Primooo, por favó, un urito por caridá...que aquí mi tío Duardo, er que ejtá en la zilla de rueda, se me ejtá muriendo a shorro...que lan diarnosticao de vegetasione morroidale crónica..¿zabusté?...una coza mu mala que le paza a loj drogadirto que pasan jachí metió en er culo...¿zabusté?....y ej que mi tío Duardo de shiquetito ha zío muuuuuu viziozo....¿zabusté?...la dao a to loj tipo de droga....azí está...castal bigote lo tiene mujtio....</b><br />
<br />
No tardó en hacerse con un curioso botín, con el que compró dos menús "Atunara", con patatas fritas y refresco de cola (de Lidl) para Paco, y fanta de limón para Zé Manué.<br />
Y mientras Paco y el "Chori" degustaban la grasienta y aceitosa hamburguesa de ternera en la misma acera...el hijo de la Fen-nanda, con los mofletes llenos, recordaba a Paco...<br />
<b>- Te lo dihe, amigasho...(glub)....te dihe que tinvitaba yo...(glub)...ja-ja-ja-ja....TA TO CONTROLAOO!!</b><br />
<b>(pázame la litrona, primo)....</b><br />
<br />
Por supuesto, no llegaron a tiempo para la ecografía. Y es que, como la sabiduría popular suele decir...¿qué tendrán que ver el <strike>tocino</strike> chorizo con la velocidad?<br />
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<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<br />
Tras el intento fallido de cateterismo por el cúmulo de desaciertos y desgracias de aquella mañana, en el ánimo de Paco Penas volvió a nacer la inseguridad y el desasosiego. Quizás de nuevo su suerte empezaba a torcerse después de una temporada relativamente tranquila para su integridad física....aunque en el fondo se resistía a pensar que todo respondía a una nueva alineación planetaria en su contra. No, no podía volver al fatalismo: todo había sido un simple error. Desafortunado, pero error al fin y al cabo.<br />
Y dentro de lo que cabe (se dijo a sí mismo para autoconvencerse), al menos acabó en Málaga en vez de en Cádiz...podía haber dado con sus huesos en Ponferrada, o en Irún....¡quién sabe! Ya puestos a hacer kilómetros....<br />
Decidido a no dejarse amedrentar por los acontecimientos, Paco volvió a la rutina de su ingreso en Medicina Interna y sus animosas charlas con su compañero de habitación, Seymour Paxon.<br />
La nueva jornada lo incitaba a afrontarla con energía..no era el mismo de antes, la mala suerte era cosa del pasado.<br />
<br />
A la llegada de la tarde, Paco recibió una nueva noticia: iban a hacerle una Ecocardio.<br />
<br />
<strong>- Es una ecografía del corazón, Francisco.</strong> .- le aclaró con solemnidad una enfermera.<br />
-<strong> Gracias por la información...¿y saben cuándo me la van a hacer?</strong><br />
<strong>- Eso no depende de nosotros. Nos tienen que llamar desde la consulta de Cardiología a lo largo de la tarde.</strong><br />
<br />
Así que nuestro protagonista asumió que la espera sería larga. Tomó el periódico en sus manos y se sumergió en la lectura para paliar el tedio.<br />
Un par de horas después, la misma enfermera le comunica:<br />
<br />
<strong>- Francisco, nos han avisado de Cardiología. Ya te mandamos con el celador abajo.</strong><br />
<strong>- ¡Fantástico! ¿Durará mucho la prueba?</strong><br />
<strong>- Naaaaaaaaaa!! Cuando menos te lo esperes estás de vuelta, ya verás.</strong><br />
<strong>- Eso espero.</strong><br />
<br />
Y pasaron los minutos, y los minutos, y los minutos...un poco extrañada por la tardanza del celador, al que ya habían avisado mucho antes, la enfermera llamó al teléfono al cuarto de celadores.<br />
<br />
<strong>- Digaaa??</strong><br />
<strong>- Hola, te llamo de Medicina Interna. Hemos llamado al celador de la Tercera para que se baje a un paciente a Ecocardio...¿sabes si pasa algo?</strong><br />
<strong>- Bueno, si....es que verás...el chaval es un poco nuevo y está algo perdido.</strong><br />
<strong>- ¿Un poco nuevo? ¿Cómo de nuevo?</strong><br />
<strong>- Es su primer día....ya se nos ha perdido un par de veces. Pero vamos...que iba para arriba...</strong><br />
<strong>- Bueno, mira....para ir adelantando tiempo, dejo al paciente en un carrito sentado en la 312, y que se lo baje rápido.</strong><br />
<strong>- Si lo veo se lo digo.</strong><br />
<br />
Paco Penas se sentó en la silla de ruedas con impaciencia y pidió una pastilla para un fuerte dolor de cabeza que acababa de instalarse en su cabeza a golpes de martillazos inmisericordes. La luz le molestaba, así que con su mano derecha apoyada en su frente, tapaba la luz a modo de visera sobre sus ojos. Le parecía ver fogonazos de colores...alucinaciones visuales a las que ya estaba acostumbrado.<br />
<br />
<strong>- Maldita migraña</strong>...- protestaba.<br />
<br />
Empezó a caer en un agradable sopor que invitaba al sueño....y cuando menos lo esperaba parecía estar soñando...se vió en su anterior ingreso en Medicina Interna....y escuchaba la inconfundible risa de su compañero de entonces: Zé Manué, er "Chori"..."ja-ja-ja-ja"<br />
Incluso lo oía intentando "camelarse" a la enfermera del turno...<br />
" Fuuu....zeñorita, no vea la que pazao pa llegá aquí. Me zubí nelanzenzó y como no zabía onde ejtaba ejto, le di a to loj botone...¿zabusté?....como cuando uego a laj máquina tragaperra, que le doy porrazo a toj lao...y ar finá me metí en la capilla...¿zabusté?"<br />
La voz parecía muy real...casi diría que estaba a pocos metros suyas....una auténtica pesadilla...intentó no pensarlo mucho y diciéndose "esto es solo un sueño", trató de calmarse.<br />
Y justo cuando parecía que el sueño lo atrapaba de nuevo....<br />
<br />
<strong>- AMIGAAAAAASHOOOOOOOO!!!! ¿¿¿CAZE TU AJQUÍÍÍÍI´?????</strong><br />
<br />
Paco Penas dió un salto que casi le hace trastabillarse con la silla y caerse de lado.<br />
<br />
<strong>- ¿¿¿Cómo??? ¿¿Jose Manuel?? ¿¿tú otra vez aquí??</strong><br />
<strong>- Zííííí.....ajquí ejtoy, calegría máj grande ma dao de verte, Amigasho, te lo uro por mi Chana y por mi güela Zunción quen er pá dejcanse....</strong><br />
<strong>- ¿Se murió tu abuela?</strong><br />
<strong>- Nooooo, Amigasho....ej que está en er pá cabierto mi tío er Guan, er "Zacai", un pá nuevo que tiene mu güen ambiente...y pa no dejá zola a mi güela Zunción, que con la dirbetis zamaqueao siega de loj do ohos y de una oreha, po ze la lleva con é, y la mete en el armalzén pa que dejcanze.....</strong><br />
<strong>- Una señora tan mayor, allí metida...eso es un peligro.</strong><br />
<strong>- Ja-ja-ja-ja...Un peligro é par negosio...que la güela ze jincó lotro día doj botella de pampero ella zola...ja-ja-ja.ja.</strong><br />
<strong>- Bueno ¿y qué haces aquí? me habian dicho que estabas en la cárcel.</strong><br />
<strong>- Zííííí...pero man rabilitao porque me metí nun pograma ejpesiá, y noj daban clase pa trabajá de seladore en istitusione zanitaria...y como ha zío mu güeno, mu formá....po man ashicao la condena....y man llamao pa trabajá ajquí....¿tumentiende?..pero güeno, no me pregunte má que yo venío pa llevarte a zerte una cografía de eza.</strong><br />
<strong>- ¿No sería mejor que me llevara otro?</strong><br />
<strong>- Noooooooo, tu fíate de mí, que ma zacao er can-né de condusí carrito...ja-ja-ja-ja....te bajo der tirón, Amigasho.....agárrate que tenemo priza....</strong><br />
<strong>- Virgencita, que me quede como estoy.....</strong><br />
<br />
Y mientras imitaba con su voz el chirriar de un neumático de coche al derrapar...el Chori empujó el carrito a gran velocidad por el pasillo camino de los ascensores.<br />
El Hijo de la Fernanda había vuelto a "casa".<br />
<br />
<em>(NOTA DEL PRETICANTE.: Mi agradecimiento a todos los que nos habéis acompañado a Paco Penas, el Chori, Basilio....y a mí durante estos cuatro años de blog. Esperamos cumplir muchos años más junto a vosotros y que sigáis siendo tan fieles lectores como hasta ahora. ¡¡UN MILLÓN DE GRACIAS!!)</em><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiNV1wnKUeMY5PCdpHUWIjnQIb7AK3Z9FDGnwhyphenhyphenbZN6wVlBDlRd-ThPcxzdrW1PIfojG4WRA3m5oeYtJk-WPi6vVZtbtwkuZ2YexUhieH6epEXuOQtzK83zGmj8PIvXZbcW2aXcZHfsZ31/s1600/ambulancia2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239px" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiNV1wnKUeMY5PCdpHUWIjnQIb7AK3Z9FDGnwhyphenhyphenbZN6wVlBDlRd-ThPcxzdrW1PIfojG4WRA3m5oeYtJk-WPi6vVZtbtwkuZ2YexUhieH6epEXuOQtzK83zGmj8PIvXZbcW2aXcZHfsZ31/s320/ambulancia2.jpg" width="320px" /></a></div>
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<br />
Tras varios días inmerso en la vorágine de la dinámica de aquella planta de Medicina Interna, sin apenas ninguna cosa que hacer o digna de mención, el aburrimiento se apoderaba de Paco Penas, que veía pasar las horas lenta y cansinamente, y al que la compañía del nuevo y pintoresco inquilino (el señor Paxon) ya no aportaba nada más que conversación (que no es poco, todo sea dicho, dadas las circunstancias).<br />
El caso es que Paco llevaba ya muchos días aguardando a "no se sabe qué", por "no se sabe qué"...algo por otra parte que era bastante habitual en esa planta entre los pacientes....era típica la conversación de pasillo entre dos pacientes parecida a esta:<br />
<br />
<strong>- Oiga, ¿y usted por qué está ingresado?...</strong><br />
<strong>- Psééé.....no sé....para eso me han ingresado, para saberlo.</strong><br />
<strong>- ¿Y tienen que hacerle algo?</strong><br />
<strong>- Psééé....no sé....ahora me lo dirá el médico....</strong><br />
<strong>- ¿Y qué médico es el suyo?</strong><br />
<strong>- Psééééééééé.....un día uno....al siguiente otro.....pasado mañana vaya usted a saber....</strong><br />
<strong>- ¿Y se quedará usted aquí mucho tiempo?</strong><br />
<strong>- Pséééééééééééééé......qué quiere que le diga....aquí hay gente ingresada desde que Don Gregorio Marañón estaba en la tuna de la facultad de medicina, oiga....</strong><br />
<br />
Viendo el panorama, era lógico pensar que la intranquilidad de Paco fuera en aumento, al no vislumbrar ningún tipo de avance en su proceso.<br />
Pero todo cambió la mañana en que le anunciaron que iban a realizarle un cateterismo. Después de su crisis cardiaca que le había empujado a las oscuras profundidades de la UCI tiempo atrás, su médico consideraba oportuno realizar dicha prueba para "quedarse tranquilo".<br />
<br />
- ¿Quedarse tranquilo?- pensó Paco.- ¿se refiere a mí o a él?<br />
<br />
Aun con sus resevas habituales, nuestro protagonista no vio con malos ojos hacerse la prueba en cuestión, ya que entre otras cosas además de "fomentar la tranquilidad" (suya, del médico....o de ambos) le sacarían de esa triste rutina hospitalaria y le permitiría abandonar el hastío aunque fuera durante unas horas.<br />
Y así fue como Paco se preparó a conciencia....lo trasladarían temprano al Hospital de Referencia para hacerle el cateterismo, lo cual implicaba un viajecito de una hora y media en ambulancia.<br />
Se aseó cuando aún no había salido el sol, y esperó pacientemente a que vinieran a recogerlo.<br />
Y a eso de las ocho de la mañana, suena el teléfono de la planta.<br />
<br />
<strong>- Medicina Interna, dígame.</strong><br />
<strong>- Hola....soy la ambulancia....¿ha llegado ya el enfermero de traslado?</strong><br />
<strong>- No, todavía no.</strong><br />
<strong>- Pues dile que estoy aquí abajo esperando.</strong><br />
<strong>- Vale.</strong><br />
<br />
Tras varios minutos de espera, aparece un chico joven, con ropa de calle cubierta por una impoluta bata blanca.<br />
<br />
<strong>- Hola, soy el enfermero de traslado. Vengo a recoger a un paciente....</strong><br />
<strong>- Sí, allí están los papeles....hoy hay un par de traslados....</strong><br />
<strong>- Ah, no sé, yo soy nuevo....a mí me han dicho que teníamos que hacer un traslado a Málaga...</strong><br />
<strong>- Bueno, mira entre los papeles...te tienes que llevar a Francisco Peña</strong><br />
<br />
En el casillero de peticiones, más de cinco de ellas amenazaban con caerse, y de hecho, ante la torpeza de manos del nuevo enfermero de traslado, se precipitaron al suelo...<br />
Nerviosamente, trasteó los papeles, sacó uno de los volantes.....lo puso frente a sus ojos y leyó en voz alta:<br />
<br />
<strong>- Francisco Penas Cruz....</strong><br />
<strong>- Ese soy yo.....-</strong> dijo Paco que esperaba tras el mostrador.<br />
<strong>- Vámonos....</strong><br />
<br />
Y dicho esto abandonaron con celeridad la planta, porque "había prisa y llegaban tarde"...en el casillero de peticiones quedó una con el nombre de Francisco Peña, el paciente que realmente debía trasladarse a Málaga.<br />
Fue justo cuando llegaban al centro malagueño, cuando Paco sugirió con timidez al enfermero....<br />
<br />
<strong>- Juraría que me dijeron que el cateterismo me lo hacían en Cádiz.</strong><br />
<strong>- No, no....yo tengo en los papeles que es aquí en Málaga....¡Pepe!</strong> .- le dijo al conductor.....- <strong>¿Tú que tienes en tu petición? Málaga...¿a que si?</strong><br />
<strong>- Málaga, si.- </strong>contestó Pepe.<strong>.- Francisco Peña.</strong><br />
<strong>- Eso Francisco Penas.....</strong><br />
<strong>- No, no...Penas no....PEÑA.</strong><br />
<br />
El enfermero miró fijamente la petición que tenía en sus manos y sus ojos se abrieron como platos, y sin apartar la vista del papel, preguntó al conductor....<br />
<br />
<strong>- ¿Cuál es el nombre completo del paciente, Pepe?</strong><br />
<strong>- Francisco Peña Martínez.</strong><br />
<strong>- La virgen.....</strong><br />
<br />El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-46352999482353762172012-04-11T02:33:00.010+02:002012-04-24T03:40:25.895+02:00EL PACIENTE INGLES<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLdLhPovJj10kV_3ICJ-GUYpAZ-wxl7QlB2_XJ4WOI1yxJlPSrEwn3mppmmh8NWq764D3nSeO63nrGNpBIJrfHRgZxD-YHGjTem8Dxp4eMZMq-DKAN8WhiPYrBsv7krE9mEIx7E3BuplDX/s1600/paciente1.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; DISPLAY: block; HEIGHT: 344px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5729957382450855490" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLdLhPovJj10kV_3ICJ-GUYpAZ-wxl7QlB2_XJ4WOI1yxJlPSrEwn3mppmmh8NWq764D3nSeO63nrGNpBIJrfHRgZxD-YHGjTem8Dxp4eMZMq-DKAN8WhiPYrBsv7krE9mEIx7E3BuplDX/s400/paciente1.jpg" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br />Pasaban los días y Paco Penas aguardaba con suma paciencia el más mínimo atisbo de mejora en su estado de salud que le permitiera vislumbrar el final del empedrado camino que comenzara a andar semanas atrás, con su reingreso forzado tras su episodio cardiaco. Cierto es que en esta ocasión, el bueno de Paco no podía quejarse de aburrimiento...ni muchísimo menos. Los acontecimientos que pasaban día tras día en aquella unidad de Medicina Interna, convertían las jornadas en un show propio de la sobremesa televisiva....un "Sálvame" en versión hospitalaria donde (por primera vez) más que Belén Esteban, él se sentía espectador... Su universo "de pasillo de hospital" no sólo le proporcionaba ya quebraderos de cabeza. También el destino le obsequiaba con momentos divertidos que lo arrancaban gracilmente de la oscura monotonía a la que solía estar acostumbrado.</div><br /><div></div><br /><div>Uno de esos maravillosos momentos de divertimento, sin duda , se produjo con <a href="http://preticante.blogspot.com.es/2012/03/en-busca-del-alta-perdida.html">el alta de su compañero Gregorio Barilla</a>....y el posterior ingreso de un personaje muy pintoresco. Alto, de incipiente ancianidad, huesudo, de barba canosa y ligeras gafas metálicas apoyadas en su aguileña nariz, de elegantes movimientos, educado y con acusado porte señorial. A Medicina Interna llegó el glamour de un "Gentleman" a la antigua usanza: Mr. Seymour Randall Paxon....o Mr. Paxon, como coloquialmente (y con cierta sorna) se le dirigían los profesionales de la unidad.</div><br /><br /><div>Nadie sabía a ciencia cierta el por qué de su ingreso en la planta. Unos decían que era por un proceso respiratorio crónico....otros que por un problema eminentemente familiar y social...hay quien sospechaba de algún tipo de "mercadeo" asistencial de dudosa moralidad por parte de algún médico...El caso es que el ingreso de Mr. Paxon no pasó desapercibido para nadie.Paco Penas entabló una rápida y franca amistad con Seymour, ya que andaban en la misma sintonía en cuanto a educación y buenas formas. Uno a la inglesa, y el otro a la española. Intercambiaban vivencias, anécdotas...y mientras Paco se esforzaba en aprender (ya que por fin tenía la oportunidad de disfrutar de un profesor nativo) algo del lenguaje anglosajón, el bueno de Seymour no dudaba en profundizar en los conocimientos de un español con reminiscencias del <em>"andalú de Cai"</em>, que manejaba con soltura...no en vano llevaba ya un par de décadas viviendo en España. Aun así, para Seymour el lenguaje español aún le guardaba alguna sorpresa...</div><br /><div>Cierta mañana, aparece por las puertas de la planta el internista de la habitación de Paco y Seymour....con mal aspecto, algo desliñado, ojeroso, despeinado, ojos irritados y llorosos. En su mano derecha sostiene un kleenex arrugado y usado, y del bolsillo derecho de su impoluta bata blanca asoman varios paquetes de pañuelos de papel, que parecen ser abiertos a discreción.De vez en cuando se lleva el kleenex arrugado a su nariz, ya rojiza y casi despellejada del roce con el papel. Se cruza con otro internista, que al verlo de esa guisa pregunta...</div><br /><div><strong>- Quillo....¿qué te pasa?...</strong></div><br /><div><strong>- Dada, dada...(snif) que ed bis días libres be fui a la bodtaya, a Sierra Devada y be he pillado ud resfriado de darices....(snif).</strong></div><br /><div><strong>- Ya veo, ya...pues nada...cuídate, pasa prontito la sala y vete para casita.</strong></div><br /><div><strong>- Ed eso estoy...(snif).</strong></div><br /><br /><div>Entra en la habitación, deposita las carpetas con las historias clínicas sobre una de las camas y comienza a hablar con Mr.Paxon.</div><br /><div><strong>- Buedos días....Usted idgresó ayer...¿cóbo se edcuedtra?...</strong></div><br /><div><strong>- ¿Perdoun?...You no lo entiendou....</strong></div><br /><div><strong>- Digo que si se siedte bien...</strong></div><br /><div><strong>- Buenou....un pocou mehor...</strong></div><br /><br /><div>Paco Penas contempla la escena con ojos de plato...ni pestañea...si ya el acento "angloandalú" de Seymour le resulta simpático, el hecho de asistir a una conversación de este tipo le recuerda a los clásicos "diálogos para besugos" que solía leer en el TBO de su tierna adolescencia.Se acomodó en el sillón, apoyó un codo en su rodilla, y sobre la mano su barbilla, dispuesto a presenciar otro espectáculo de esos que solamente le proporcionaban en Medicina Interna...</div><br /><div><strong>- Buy bien, buy bien (snif)...buedo, desde que idgresó por urgedcias se le han bad-dado hacer uda serie de pruebas (snif), y aúd estabos ped-diedtes de alguda prueba bas....</strong></div><br /><div><strong>- ¿una prueba bas?....¿qué prueba es esa, <em>doctor</em>?</strong></div><br /><div><strong>- Do, do...do be ha edted-dido (snif)....do es uda prueba, digo uda prueba bas....</strong></div><br /><br /><div>Seymour pone cara de extrañeza y mira de reojo a Paco Penas, intentando recibir una explicación coherente a lo que escucha, pero éste se limita a taparse la boca con su mano y asomar sus patas de gallo alrededor de sus ojos mientras su risa apagada le hace convulsionarse levemente....</div><br /><br /><div><strong>- Mi me han hechou ya un <em>X-Ray</em>...comou se dice....radiougrafía...y un....<em>Blood Test</em>...análisis de sangrei...¿lo ha vistou, <em>doctor</em>?</strong></div><br /><div><strong>- Sí, sí, y todo es cobpletabedte dorbal (snif).</strong></div><br /><div><strong>- ¿Cómou??</strong></div><br /><br /><div>Paco no puede aguantar más la risa...en un principio es un "jiji" sutil, casi imperceptible....pero va aumentando en sonoridad conforme se intensifica el color rojizo de su cara, y la expresión de incredulidad de Seymour.</div><br /><div><strong>- Verá, verá....(snif)</strong>- el doctor mira el nombre del paciente para cerciorarse de que no se equivoca al dirigirse a él..- <strong>...verá....Seybour....¿do?</strong></div><br /><div><strong>- Seymooooouuuuur......</strong>- alarga Mr. Paxon vocalizando de forma exagerada e intentando que el médico pronuncie bien su nombre.</div><br /><div><strong>- Si, eso he dicho, Seybour....(snif)...</strong></div><br /><div><strong>- Seyyyymmmoooouuuurrrr.....</strong></div><br /><div><strong>- Seeeyyyyybbbbbbooourrrr.....buedo, buedo.... seyor Paxon (snif). Le decía que aud es prodto para hacer ud diad-dóstico de su doledcia (snif). Decesitabos estudiarlo detedidabedte duradte udos días bas.</strong></div><br /><div><strong>- ¿Bas?...la prueba que usted me dijou antes, <em>doctor</em>?</strong></div><br /><div><strong>- Dooooo, dooooooo....olvídese de la prueba, hob-bre de Dios...(snif)</strong></div><br /><div><strong>- Mi no entiendou que me quiere decir....</strong></div><br /><div><strong>- Que vabos a teder que vigilarlo estos días...(snif) le he pedido udos hebocultivos por si tiede fiebre, y segurabedte será decesario poderle algúd adtibiótico ed su tratabiedto.</strong></div><br /><br /><div>Y ante la cara de pócker de Seymour, el médico, desesperado y abriendo los brazos en cruz alzó la voz lanzando una pregunta al aire...</div><br /><div><strong>- ¿Alguied sabe dód-de puedo edcodtrar ud idtérprete?....</strong></div><br /><div>A lo que Paco Penas, respondió sin parar de reír....</div><br /><div><strong>- ¿Para Seymour?..¿o para usted???</strong></div><br /><br /><br /><div><strong></strong></div><br /><br /><br /><div><!-- AddToAny END --></div>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-21596038321128781592012-03-31T02:34:00.006+02:002012-04-20T07:50:55.295+02:00DAME VENENO QUE QUIERO MORIR, DAME VENENO...<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDeeJ-MgL5W2741gN85m1f3PKiQjgei0GVazKX2rd8Q7nuntdy-G85KecumjWcx0QrO0yW0f81IPylikxF7-wHVkpXdgNo9YLBEjN7aj_zvVcLDbRpAACirvVlkNadVae_UwVPL2Cw8TEQ/s1600/histerica214.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 325px; DISPLAY: block; HEIGHT: 268px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5725933327337675922" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDeeJ-MgL5W2741gN85m1f3PKiQjgei0GVazKX2rd8Q7nuntdy-G85KecumjWcx0QrO0yW0f81IPylikxF7-wHVkpXdgNo9YLBEjN7aj_zvVcLDbRpAACirvVlkNadVae_UwVPL2Cw8TEQ/s400/histerica214.jpg" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><div><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br /><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br /><br /><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://static.addtoany.com/menu/page.js"></script><br /><br /><br />Pasaban los días lenta y exasperantemente para Paco Penas que una vez más volvía a sentir en sus carnes el grave problema de "eternalización" de su ingreso, como ya pasara en su anterior y accidentada estancia en la unidad de Medicina Interna.</div><br /><br /><div>La única gran diferencia con respecto a aquel primer ingreso, radicaba en que en esta ocasión (tocaba madera) parecía que la Diosa Fortuna le permitía un pequeño desahogo...esta vez Paco Penas no era el blanco de las desdichas, sino un simple testigo de excepción de otro tipo de episodios hospitalarios que le hicieron comprender que en todos los sitios cuecen habas, y que, si bien él tuvo motivos más que suficientes para maldecir su mala suerte en su primer ingreso...en este segundo, el bueno de Paco estaba pasando casi inadvertido para todos.</div><br /><br /><br /><div>En esas estaba la juguetona mente de nuestro protagonista, cuando ocurrió otro suceso digno de mención.</div><br /><br /><br /><div>Era una tarde típica en la unidad...casi 90 acompañantes y familiares poblando los pasillos, hacinándose por las habitaciones haciendo caso omiso a las recomendaciones del personal de enfermería que insistía una y otra vez en la necesidad de brindarles a los enfermos un entorno sosegado.</div><br /><br /><br /><div>Un enfermero le comenta con cierta sorna a una compañera suya, de algo más de mediana edad:</div><br /><br /><div>- <strong>Colócate las gafas....que no ves nada sin ellas.</strong><br /><br />Pero ella, antes-muerta-que-sencilla, prefiere la coquetería de una cara "despejada"..asi que acostumbra a "pasear" unas hermosas gafas de desenfadado diseño en unas fundas mucho menos desenfadadas, y practicamente espartanas.</div><br /><br /><br /><div>Apoyada en el mostrador de enfermería, se dedica a revisar el tratamiento que se dispone a repartir antes de la llegada de la merienda...coge al azar un pequeño vasito de plástico y lo eleva a la altura de sus ojos, girándolo con sus dedos, comprobando el contenido e intentando adivinar el número de habitación que está rotulado en su exterior...una tarea que resulta realmente complicada...por lo que sistemáticamente aleja y acerca el vasito hacia sus ojos, buscando un detalle, una pista que la "ilumine" sobre el destinatario de cada uno de esos vasitos.</div><br /><br /><br /><div>Este proceso lo repite paulatinamente con todos y cada uno de los ventimuchos vasitos de plástico...por lo que tras cinco minutos del mismo "ritual", el enfermero le insiste con bastante más vehemencia:</div><br /><br /><div><strong>- Que te pongas las gafaaas!!!</strong></div><br /><br /><br /><div>La compañera da la callada por respuesta, sonríe de medio lado y ni corta ni perezosa se lanza a las profundidades de un pasillo de Medicina Interna, colapsada de gente.</div><br /><br /><br /><div>Quién sabe si por efecto de una o dos interrupciones en forma de improvisada conversación con un familiar que le pregunta "¿A qué hora pasa sala el médico por la tarde?"...o bien por la señora del 304-2 que solicita un cambio postural...o bien por la bomba de perfusión del 306-2 cuya alarma no para de sonar, y sonar, y sonar...o bien por el caballero de la 308-1, al que todo le parece mal y contesta de muy malas maneras...o quién sabe...quizás por ese chico que acompaña a su madre, la de la 310-3 y que resulta ser un auténtico "adonis" para la enfermera sin gafas...el caso es que, aunque no lo parezca, hay peor mezcla que los peta-zetas con el resfresco de cola: una de las ecuaciones más antiguas de la historia...Miopía+Distracción=Error.</div><br /><br /><br /><div>El caso es que la medicación de Paco Penas cayó en la mesita de su compañero de habitación, y viceversa....y éste, ni corto ni perezoso, engulló las pastillas sin comprobar previamente que el número de habitación rotulado en el exterior del vasito que sostenía en sus manos, era el suyo.</div><br /><br /><br /><div>De eso se percató Paco Penas, que echó en falta una pastillita de las suyas, y sin embargo no entendía por qué le habían colocado dos comprimidos nuevos. Fue al mirar el número rotulado en el vasito cuando comprobó el error.</div><br /><br /><div>Para entonces, el intercambio de medicación ya se había producido en dos habitaciones más,de forma que a medida que se descubría un nuevo error en el reparto de pastillas, la voz de alarma iba corriendo y los familiares acudían "en peregrinación" al mostrador de enfermería pidiendo una, dos y quince explicaciones diferentes...</div><br /><br /><br /><div>La hija del compañero de habitación de Paco Penas, una señora aparentemente educada pero de naturaleza histérica, le pregunta qué tipo de medicación toma él.</div><br /><br /><div><strong>- Pues exactamente no lo sé señora...- responde Paco.</strong></div><br /><br /><div><strong>- ..es que mi padre es alérgico al ácido salicico-salítico...o como se llame...¿usted toma de eso?</strong></div><br /><br /><div><strong>- Pues creo que sí, señora, aunque creo recordar que...</strong></div><br /><br /><div><strong>- AAAAYYYYYY</strong>........(dándose una palmada sonora en el muslo derecho).....<strong>QUE ME LO VAN A MATAAAAAR</strong>......(coge impulso, inspira profundamente, y con la misma entonación de una sirena de fábrica, grita).....<strong>¡¡¡eeeeenfeeeeermeeeEEEEEEEERAAAAAAAAAAAA!!!</strong></div><br /><br /><div><strong>- Señora, que lo que yo le quería decir es que....</strong></div><br /><br /><div><strong>- No me diga máás, no me diga mááás......esto es de "jurgado de guardia"....</strong></div><br /><br /><br /><div>En eso aparece el enfermero....alarmado por los gritos.</div><br /><br /><div><strong>- ¿Qué sucede?</strong></div><br /><br /><div><strong>- ¿Cómo que qué sucede?...¡¡que me lo vais a matar!!....¡¡que vais a cometer un genocidio!!...</strong></div><br /><br /><div><strong>- Señora </strong>(intenta mediar Paco Penas)<strong>....que antes le quería decir que...</strong></div><br /><br /><div><strong>- ....y de esto se entera el Jefe Supremo vuestro...que mi padre es alérgico al ácido sincalicatisílico, y le habéis puesto una pastilla de esas!!!</strong></div><br /><br /><div><strong>- Espere que lo comprobemos, señora</strong>..- responde el enfermero.</div><br /><br /><div><strong>- ¡¡qué vas a comprobar!! que le habéis dado las pastillas de este otro señor!!!</strong></div><br /><br /><div><strong>- Bueno, sí, técnicamente es así</strong> (responde Paco), <strong>pero en verdad yo esa pastilla....</strong></div><br /><br /><div><strong>- Llama al méédIIIIICOOOOOOODEGUARRDIAAAAAA!!</strong></div><br /><br /><div><strong>- Señora, ¿está usted segura de que se ha tomado esa pastilla?</strong></div><br /><br /><div><strong>- A eso iba yo, joven</strong>...(responde Paco Penas)...</div><br /><br /><div><strong>- ¿Cómo no voy a estar seguuuurAAAAAAAAAAAA??....que le habéis dado el ácido sacilistifilítico de este buen hombre y se lo ha engullido como los pavoooos....</strong></div><br /><br /><div><strong>- Señora, que sí, que se ha tomado las pastillas del paciente de al lado, y sentimos el error</strong>....(intenta calmar el enfermero)</div><br /><br /><div><strong>- ......¿Dónde está el Presidente del Hospital? ¡¡quiero poner una quejaaaa!!</strong></div><br /><br /><div><strong>- ...pero en la merienda no tiene el ácido acetilsalicílico, señora....eso se le da en el almuerzo....</strong></div><br /><br /><div><strong>- ...eso es lo que llevo intentando decir todo este tiempo...</strong> añade Paco.</div><br /><br /><div><strong>- ¡¡¡¡¡¡¡¿¿Y POR QUE NO ME HA DICHO USTED NADA Y SE HA QUEDADO AHI CALLADO TODO ESTE TIEMPO CON EL SOFOCO QUE YO TENÍA????!!!!!</strong></div><br /><br /><br /><div>¿Hay algo peor que una miope distraída?....puede que si: una histérica que no escucha....</div><br /><br /><br /><br /><div></div>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-79713584142889495642012-03-21T02:35:00.014+01:002012-04-20T06:12:18.859+02:00EN BUSCA DEL ALTA PERDIDA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL_LkgSPpK8oc5Fky_w-uzDoA45WV9qzIGPlreyLw9UeQhJXVyJVTGkuiHHjqK81Qn3ZXyc_-FcQx6e3SqHTKcZaUOoOg5AZ1cUwbfCLtGBQQDSaj2MRPovtJ6i79wSA5q5bO8P9EBbZv6/s1600/HP-Historial-clinico-digital.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 266px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5722169144580329506" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL_LkgSPpK8oc5Fky_w-uzDoA45WV9qzIGPlreyLw9UeQhJXVyJVTGkuiHHjqK81Qn3ZXyc_-FcQx6e3SqHTKcZaUOoOg5AZ1cUwbfCLtGBQQDSaj2MRPovtJ6i79wSA5q5bO8P9EBbZv6/s400/HP-Historial-clinico-digital.jpg" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br /><br />Tenía en aquel entonces Paco Penas un compañero de habitación llamado Gregorio. No era un tipo especial, ni muchísimo menos...mediana edad, algo desgarbado, pelo canoso, cara de póker, de pobre espíritu....su imagen habitual en la planta era con un periódico o revista bajo el brazo, o con los auriculares de su radio de bolsillo puestos....totalmente ajeno al mundo hospitalario que le rodeaba.<br />Ingresó por un síndrome febril a filiar, y tras casi dos meses de estancia con su correspondiente batería de pruebas diagnósticas (que incluyeron radiografías, TAC, RNM, colonoscopia, enema opaco, analíticas ordinarias y urgentes, hemocultivos seriados, urocultivo, coprocultivo, etc...) Gregorio parecía más parte del mobiliario que un enfermo de la unidad. Las enfermeras de la planta entraban en la habitación y lo saludaban con la familiaridad que se saluda al panadero de la esquina, al cobrador del seguro de decesos o a Matías Prats cuando se mete en nuestros televisores para informarnos de la actualidad.</div><br /><br /><br /><div></div><br /><br /><div>Cierta mañana, una enfermera entra en la habitación y tras dar cortésmente los buenos días a todos los presentes, coloca la manga del tensiómetro en el brazo izquierdo de Gregorio y comienza a inflarlo.</div><br /><br /><div>Tras la toma de la tensión arterial, Gregorio, sin perder su inexpresividad habitual, pregunta...</div><br /><br /><div><strong>- ¿Cuánto tengo de tensión?</strong></div><br /><br /><div><strong>- Tienes doce-seis, Gregorio...está muy bien.</strong></div><br /><br /><div><strong>- Ah....entonces me puedo ir de alta, ¿no?</strong></div><br /><br /><div><strong>- Siii</strong> (sonríe con sarcasmo la enfermera)...<strong>en cuanto su médico lo considere oportuno...un día de estos....</strong>-contesta mientras recoge el tensiómetro y lo deja sobre el carro de curas.</div><br /><br /><div><strong>- Qué raro....me dijo esta mañana que me iba hoy...</strong></div><br /><br /><br /><div>El rictus de la cara de la enfermera cambia radicalmente, la sonrisa desaparece y se queda mirando fijamente a Gregorio.</div><br /><br /><div><strong>- ¿Cómo ha dicho? ¿Que le han dado el alta?</strong></div><br /><br /><div><strong>- Sí, señorita....hace un rato estuvo aquí el médico y me dijo que hoy mismo me iba a la residencia.</strong></div><br /><br /><div><strong>- Pero si a mí no me ha dicho nada....y hace cinco minutos que he estado hablando con él. Iré a ver si lo localizo y lo aclaramos.</strong></div><br /><br /><br /><div>La enfermera, furibunda, se dirige resoplando y con aire marcial y enérgico hasta el estar de enfermería....busca por todos los rincones, pero no encuentra al médico en cuestión....en la sala de reuniones tampoco está.</div><br /><br /><div>Pregunta a algunos de sus compañeros que en esos momentos están pasando sala, pero ninguno sabe dónde puede haber ido.</div><br /><br /><div><strong>- ¿Estará en consultas?</strong>....- le sugiere uno de ellos.</div><br /><br /><div><strong>- Yo no sé quién está en consultas hoy...de hecho no sé nunca quién está en consultas.</strong></div><br /><br /><div><strong>- Ah, pues yo tampoco...</strong>(ríe sonoramente el médico).</div><br /><br /><div><strong>- Bueno, llamaré a consultas a ver si por casualidad está ahí.</strong></div><br /><br /><br /><div>Dicho y hecho, tras cuatro tonos de llamada, alguien descuelga el teléfono....pero no es él.</div><br /><br /><div>Desesperada, la enfermera se dirige al Despacho de Medicina Interna y pregunta a las secretarias si saben el paradero del internista, recibiendo un nuevo "no" por respuesta.</div><br /><br /><div><strong>- ¿Y por casualidad sabéis si a Gregorio Barilla le han dado el alta?</strong></div><br /><br /><div><strong>- Pues tampoco sabemos nada...</strong>- contesta una de ellas, mientras interroga con la mirada a su compañera, que niega rotundamente con la cabeza.</div><br /><br /><br /><div>A todo esto, Gregorio ya pasea pasillo arriba, pasillo abajo, vestido de calle...con sus inseparables auriculares puestos, esperando pacientemente a que el médico le traiga el informe de alta para poder irse a su casa.</div><br /><br /><div><strong>- Creo que hoy estaba de guardia...¿le has llamado al corporativo?</strong>....- le comenta una compañera a la enfermera.</div><br /><br /><div><strong>- No, no lo he hecho...ahora mismo lo hago....a qué teléfono tengo que llamar...¿cuál de los dos que hay aquí apuntados?</strong></div><br /><br /><div><strong>- Al primero no, que no funciona....llama al segundo.</strong></div><br /><br /><div>(biiiiiiip, biiiiiiiip, biiiiiiiip.- <em>Ha contactado usted con el Buzón de Voz del</em> ....)</div><strong>- Me sale el buzón de voz....</strong><br /><strong>- Llama a Centralita, quizás ellos puedan hacerlo.</strong><br /><strong>- De acuerdo....por intentarlo......</strong><br />Al cabo de casi dos interminables minutos en que nadie coge el teléfono en Centralita, una voz masculina responde.....<br /><strong>- ¿Sí?</strong><br /><strong>- ¿Centralita? Ponme con el internista de guardia...</strong><br /><strong>- Buenos días, ¿no?</strong><br /><strong>- Si, si, buenos días, y todo lo que tú quieras, pero ponme con el internista...</strong><br /><strong>- Mujer, es que si me lo pides así, no sé si ponerte....</strong><br /><strong>- Mira....¡¡no me toques más el....!!</strong><br /><strong>- Vale, vale....ahora te pongo..."simpática"....</strong><br />La enfermera está casi fuera de sí....el color rojo empieza a apoderarse de sus mejillas, el ritmo e intensidad de sus resoplidos aumentan exponencialmente conforme avanzan los minutos, y el hecho de tener a Gregorio apoyado en el mostrador esperando la "licencia" para irse a su Residencia, tampoco es que la tranquilice mucho.<br />Tras un par de intentos, el señor de Centralita le comunica a la enfermera que no es posible localizarlo.<br /><strong>- ¿Hay algún teléfono móvil de él por ahí apuntado?</strong><br /><strong>- Espera que lo mire...</strong>(pasa otro larguísimo minuto<strong>)...aquí está...te paso con él...</strong><br />(biiiiiiip, biiiiiiip, biiiiiiip, biiiiiiip.- <em>El número al que llama, no está disponible en este momento</em>...).<br />Nada. Imposible....la enfermera sopesa entonces tomar medidas drásticas. Hay veces que es necesario decidir sin importar las consecuencias de los actos...¿Llamar al Supervisor? ¿Para qué? ¿Qué es eso?...¿Llamar al Jefe de la Guardia?...¿acaso solucionaría el problema?...no....la decisión estaba tomada....ni corta ni perezosa, rebusca en una vieja lista telefónica y llama a....¡¡la Cafetería!!.<br />Y tras otros dos minutos más de conversación con un camarero, y escuchando de fondo el sonido de las tazas apoyándose en los platillos, el silbido de la máquina del café, y decenas de conversaciones lejanas, por fin....el internista se pone al teléfono.....<br /><strong>- Díííígame....</strong><br /><strong>- ¡¡Por fin!! Llevo toda la mañana buscándote....</strong><br /><strong>- Pues aquí me tienes...</strong>(jeje)....<strong>¿qué querías?...</strong><br /><strong>- A Gregorio Barilla...¿le has dado el alta?..</strong><br /><strong>- ¿¿Yooooo??....noo, ¿por qué?</strong><br /><strong>- Dice que le has dicho que hoy mismo se iba a la residencia....</strong><br /><strong>- No, no, no, no....le he dicho que hoy a las cinco tiene una resonancia.</strong><br /><br />Y es que no hay nada más complicado en este mundo, que entenderse con alguien un poco tieso de oído...y más aún si lleva auriculares.El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-52692617333779676282012-03-12T04:41:00.013+01:002012-04-20T06:48:46.367+02:00EN OCASIONES...VEO CELADORES<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEOE_i6oN6Hja05qa7itF37ZxyqGsOp0gkvKuFh0r25b60BXA4_O29T2l5fCtMR4x5czOeYSrmMi4RfgZ2W6uDAJcdrpf-dNYxjSlnu6se7GWbtUDfb_EMBQ5GYIsJ9BFDlEMJnvBJb-VH/s1600/el-sexto-sentido2.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 300px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5718865658769823618" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEOE_i6oN6Hja05qa7itF37ZxyqGsOp0gkvKuFh0r25b60BXA4_O29T2l5fCtMR4x5czOeYSrmMi4RfgZ2W6uDAJcdrpf-dNYxjSlnu6se7GWbtUDfb_EMBQ5GYIsJ9BFDlEMJnvBJb-VH/s400/el-sexto-sentido2.jpg" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /></div><br /><br /><div>La noche transcurrió rápida y plácidamente. Tras el amago de amotinamiento de los pacientes de la habitación 307 contra el maquiavélico y poderoso "Dr No" que aquel fatídico día había estado de guardia, la planta se sumió en una paz asombrosa, y los primeros rayos de sol despuntaron en la fachada del arcaico y vetusto centro hospitalario sin que hubiera que lamentar más incidentes.</div><br /><div>Aquel era un día especial. </div><br /><div>El ánimo de los enfermos en general (y masculinos en particular) era muy diferente...desde el comienzo de la jornada, los televisores vociferaban con los informativos que dedicaban espacios larguísimos a un acontecimiento único, irrepetible, y que podía marcar el futuro de toda una nación....¿Elecciones Generales?...¿La Boda del Príncipe?...¿¿¿¿El no-divorcio de Belén Esteban????.....¡¡nooooo!!...aun más importante: ¡¡¡El R.Madrid-Barça!!!....¡¡¡El Partido del Siglo!!!....aunque a esas alturas de siglo ya se habían disputado casi una docena de "partidos del siglo", no había duda de que aquella sí era la definitiva...al menos eso decían los diferentes informativos.</div><br /><br /><div>La mañana dio paso a la tarde y Paco Penas aguardaba impaciente el comienzo del partido, transistor de bolsillo en mano, mientras en la planta todo era tranquilidad hasta la hora del pitido inicial.</div><br /><br /><div>Al menos aparentemente....</div><br /><div>En el mostrador de enfermería, una enfermera con claro gesto de indignación, apoyaba su mano derecha en la cadera mientras con la izquierda sujetaba el teléfono contra su oído...</div><br /><div><strong>- ¿¿Oye??...¿¿celador??...mira, que te estamos esperando desde hace media hora...que ya hemos empezado los cambios de pañales...</strong></div><br /><div><strong>- Ahora, ahora...es que tengo que bajar una gasometría urgente de la UCI, ¿sabes?</strong></div><br /><div><strong>- Bueno, pero date prisa que tenemos mas de veinte encamados esperando.</strong></div><br /><br /><div>A los diez minutos, los timbres de la planta empiezan a caerse de tanto sonar...los pacientes demandan el cambio de pañal que no llega.</div><br /><div>De nuevo llamada de telefono al celador de la tercera planta....esta vez no cogen el teléfono.</div><br /><div><strong>- Llama al cuarto de celadores...</strong>-recomienda su compañera.</div><br /><div>Tras dos o tres tonos de llamada, alguien descuelga el teléfono...</div><br /><div><strong>- ¿¿Celadores?? ¿¿Está ahí el celador de la Tercera??</strong></div><br /><div><strong>- Eeeeeemmm....noooo....nooooo....ha ido aaaaa.....a subir una camilla para una gammagrafía.</strong></div><br /><div><strong>- Oye, dile que llevamos esperándolo más de media hora y que hay que hacer los cambios de pañal, que las compañeras auxiliares ya han empezado sin él...</strong></div><br /><div><strong>- Vale, yo se lo digo.</strong></div><br /><br /><div>Ante la gravedad de la situación y la creciente hostilidad de los pacientes que demandan atención, se sugiere llamar al "celador de apoyo". De nuevo la enfermera teclea enérgicamente en los botones del teléfono, se echa hacia atrás un rebelde mechón de pelo y espera la respuesta.</div><br /><div><strong>- ¿¿Oye?? ¿¿Celadores??...¿¿quién está de apoyo??</strong></div><br /><div><strong>- ¿¿De apoyooo??....eeeeeeeee.....esteeeeee.........espera que te lo paso.... </strong>(tras unos segundos)<strong>....¿si? ¿digame?.....</strong></div><br /><div><strong>- ¿¿Celador de apoyo??</strong></div><br /><div><strong>- Si, soy yo...bueno no soy yo, pero es que ahora no puede ponerse....¿quieres que le diga algo?</strong></div><br /><div><strong>- Si, que nos llame a la planta.</strong></div><br /><div><strong>- ¿A qué planta??</strong></div><br /><div><strong>- ¡¡¡A LA TERCERAAAAA!!!</strong></div><br /><div><strong>- Vale, vale...</strong></div><br /><div>Tras otros diez minutos de espera, suena el teléfono en el mostrador de Medicina Interna.</div><br /><div><strong>- Medicina Interna, dígame.</strong></div><br /><div><strong>- Si...soy el celador de apoyo, ¿qué quieres?</strong></div><br /><div><strong>- Mira, hemos llamado a tu compañero de la Tercera y al parecer está liado..¿tú puedes subir a echarnos una mano?</strong></div><br /><div><strong>- Peroooo, es que eso no es cosa mía....</strong></div><br /><div><strong>- Como que no es cosa tuya...</strong></div><br /><div><strong>- Que no, que eso es cosa del celador de la Tercera...yo estoy de apoyo....</strong></div><br /><div><strong>- Y bueno...¿que se supone que es eso?...¿qué tiene que hacer un celador de apoyo?</strong></div><br /><div><strong>- Pueeeeees...eso.....que estoy de apoyo....pa apoyar....mira, aqui viene el de la Tercera... </strong>(tras varios segundos)<strong> ...¿si? ¿dígame?</strong></div><br /><div><strong>- Oye que te hemos llamado antes y no lo has cogido...</strong></div><br /><div><strong>- ¿¿ A mííí??.....qué raaaroo, a mi no me ha sonado el teléfono. ¿Qué querías?</strong></div><br /><div><strong>- ¡Cómo que qué quiero! Lo mismo que las dos veces anteriores que te llamé, que te subas para los cambios de pañal...¡¡ya!!</strong></div><br /><div><strong>- Vale, vale...</strong></div><br /><br /><div>Al cabo de otros diez minutos aparece un celador por la puerta...<br /><br /><strong>- Hombre, por fin...ahora que ya están acabando con los cambios de pañal las compañeras...</strong></div><br /><div><strong>- No, no, no....yo no...eso, el celador de la Tercera...</strong></div><br /><div><strong>- ¿Cómo que el de la Tercera? ¿entonces tú quién eres?</strong></div><br /><div><strong>- Yo el de Observación que venía a por una cama para un ingreso, y para bajarles una bomba de perfusión que es de ellos...¿qué cama me tengo que bajar?</strong></div><br /><div><strong>- La 303-2...toma, aquí tienes la bomba.</strong></div><br /><br /><div>El celador toma la bomba en sus manos y emprende el camino a los ascensores.... </div><br /><div><strong>- Oye, oyeee.....¿no te ibas a llevar la cama?</strong></div><br /><div><strong>- Sí, pero primero me voy a bajar la bomba...</strong></div><br /><div><strong>- Pero alma de Dios....¿¿no te puedes bajar la bomba encima de la cama y te ahorras un viaje??</strong></div><br /><br /><div>Y con la bomba en su regazo, desapareció por la puerta de un ascensor.</div><br /><br /><div>Poco después, el celador de la Tercera aparecía justo en el momento en que las auxiliares, pelo revuelto y jadeantes, se quitaban los guantes tras la faena del cambio de pañales...</div><br /><div><strong>- ¿Ya no os hago falta?</strong></div><br /><div><strong>- Noo, hijo nooo....ya nooo.</strong></div><br /><div>Y una de las enfermeras dice...</div><br /><div><strong>- Si no te importa, ahora nos tienes que ayudar a sentar a un abuelito en el sillón....</strong></div><br /><div><strong>- Vale, vale, </strong>-responde el celador.-<strong> ...pero eso....cuando yo meriende....que ya es mi media hora.</strong></div><br /><br /><div><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://static.addtoany.com/menu/page.js"></script><br /></div>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-26239370408464842092012-03-03T18:56:00.004+01:002012-04-20T06:36:04.128+02:00LA GENTE DE LA 307 CONTRA EL DR. NO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzMTLFd26vreRfp7G88UK5Y-Rmm4xiiHkXlKXxx9M1owTAyhpnccPKsnUhUOVo35JHxv09BRhWCFIYpvLrzX6QdpaTtR5neTIEC8Q15XBJ2s_2H4gfIALixloKzrqCPMhQ78nmt50yA0Jn/s1600/dr-no.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 314px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5715747890135882114" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzMTLFd26vreRfp7G88UK5Y-Rmm4xiiHkXlKXxx9M1owTAyhpnccPKsnUhUOVo35JHxv09BRhWCFIYpvLrzX6QdpaTtR5neTIEC8Q15XBJ2s_2H4gfIALixloKzrqCPMhQ78nmt50yA0Jn/s400/dr-no.jpg" /></a><br /><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br />Como ya le ocurriera en su anterior ingreso en Medicina Interna, Paco Penas no podía contener su estado de nerviosismo. Tras la tranquilidad (casi extrema) que había saboreado en la UCI durante todo el mes anterior, ahora se encontraba de bruces con la realidad de una planta con 34 enfermos y que en la hora punta de la tarde, acogía a casi 90 acompañantes y familiares que pululaban pasillo arriba, pasillo abajo...<br />Había visitantes que (para colmo) conocían a dos o tres pacientes ingresados, y se dedicaban buena parte del tiempo a deambular de habitación en habitación para visitarlos a todos.<br />Más que una visita, lo que se vivía en los pasillos de Medicina Interna era un Evento Social...seguramente en algunas casetas de la Feria, se agolpan menos personas que las que aquella tarde se hacinaban en el estrecho pasillo de la unidad...y seguramente en esa misma caseta de Feria el ruido era mucho menor.<br />Los enfermos se encontraban en un estado de estrés nada desdeñable, algunos mantenían los ojos sumamente abiertos, casi sin pestañear en lo que vulgarmente se conoce como "expresión de acojonamiento agudo", mirando a todos lados y en estado de máxima alerta por las voces y gritos de la visita de turno.<br />Y como era de esperar, esa noche, una vez que la marabunda abandonó la sala...nadie podía pegar ojo.<br />Capítulo especial merecían los pacientes de la 307...nada raros aparentemente. El único problema común en todos ellos era que no podían conciliar el sueño.<br />Así que solicitaron la "ayuda" del enfermero del turno de noche que con sus ojeras, su barba y su melena alborotada, se puso en contacto con el internista de guardia para consultar si podía dispensarles un "empujoncito" farmacológico para poder descansar.<br />Pero cruel es la vida del paciente que se encuentra en manos de un internista poco amigo de esas ayudas...<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Eso, que se lo paute su médico mañana...</span>-contestaba el internista lacónicamente al otro lado del teléfono.<br /><br />Así que el enfermero, ni corto ni perezoso, comunicaba la negativa a los pacientes de la 307...y estos se indignaban aún mas, y menos podían conciliar el sueño.<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Les puedo preparar una tila....</span>-les decía, intentando calmar los ánimos, a lo que los tres enfermos respondían con aspavientos y malos modos, "defecándose en la prostituta progenitora" del internista de guardia que no había tenido a bien atender sus demandas.<br /><br />La tensión iba en aumento. Paco Penas se acercó (en parte por su habitual prestancia a aliviar al necesitado, en parte por pura curiosidad) e intentó mediar en el "conflicto".<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¿Qué sucede?.</span>- preguntó al enfermero.<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Motín a bordo.</span>- respondió entre dientes y retrocediendo poco a poco mientras las voces de los pacientes aumentaban en intensidad.<br />Uno de ellos, le dice al enfermero....<span style="FONT-WEIGHT: bold">"por lo menos me podrán dar algo para el dolor de cabeza que tengo con la escandalera de esta tarde, ¿no?"...</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Ahora mismo le pregunto al internista.</span><br /><br />Cuando al otro lado del teléfono recibió por respuesta un nuevo <span style="FONT-WEIGHT: bold">"Eso, que se lo paute su médico mañana"</span>, el enfermero tragó saliva.<br />Madre mía...con lo sencillo que es tomar decisiones, más cuando te pagan precisamente para ello...y no estábamos hablando de una operación a corazón abierto, o de decidir entre la vida de un paciente y una amputación traumática...no....era una cefalea..<br />Paco Penas observaba el cuadro apoyando la espalda en la pared del pasillo, que ya a esa hora estaba a oscuras, y con los brazos cruzados.<br />Vió la expresión desencajada del enfermero cuando se dirigía a la 307 para comunicar la "buena nueva", y le dijo...<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Nada, ¿verdad?....que no hay manera...</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Esta noche me pasan a cuchillo los de esta habitación...</span>-respondió sin pestañear a Paco.<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Habría que ver al médico si no pudiera dormir...</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Eso no lo veremos ni usted ni yo, Francisco...vamos, que no le vamos a ver el pelo por aquí aunque estuviese la planta en llamas...</span><br />Paco rió con timidez...<br />Cuando el enfermero comunicó al paciente que tampoco tendría alivio para su cabeza, temió realmente por su integridad física, y tuvo que aguantar el aguacero de improperios....<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">"....valiente poca vergüenza que tenéis todos aquí, porque yo te estoy pagando a tí, porque llevo venticuatro años cotizando a la seguridá sociá, pa que venga un greñúo como tú a negarme una puta pastilla de miiiiiierda...dime a quién tengo que reclamar, quiero ver inmediatamente al Jefe Supremo vuestro..."</span><br /><br />Y en ese momento, el enfermero se dijo, "si hemos de morir, muramos....pero que el Almirante apechugue primero"....y les dijo a los presentes...<br /><br />-<span style="FONT-WEIGHT: bold"> El internista está ahora mismo en el despacho...si quieren ir allí a reclamarle algo...</span><br /><br />Dicho y hecho....los tres pacientes, avanzaron con paso firme, rápido y decidido, bufando y vociferando hasta llegar a la puerta del despacho que empezaron a aporrear con ímpetu.<br />El enfermero, entrecerró las puertas de la unidad para que las voces no alarmaran al resto de pacientes que intentaban dormir, y esbozó una maliciosa sonrisa de victoria que no pasó desapercibida para Paco.<br />El tumulto duró un rato....el que tardó el internista atrincherado en llamar a los miembros de Seguridad del hospital para que desalojaran a los tres pacientes cabreados.<br /><br />Paco volvió a su habitación, se metió en la cama...e intentó descansar un poco. Sus compañeros de cuarto dormían plácidamente al igual que sus acompañantes.<br />Y en el feliz velo del comienzo del sueño, justo cuando Paco estaba a punto de caer rendido escuchó....un sonido....<br /><br />-<span style="FONT-WEIGHT: bold">JU-JÁ.......UEEEEEEEEEEEEEEEEEEE</span><br /><br />Paco despertó sobresaltado...<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">CHIQUITÁN, CHIQUITITANTANTAN, QUETUN-PAN-PAN, QUETUN-PAN, QUETEPETEPE-TAN-TAN-TAN, QUETUN-PAN-QUEPEN....</span><br /><br />Una de las acompañantes de la habitación se levantaba tambaleándose y medio dormida, buscando su teléfono móvil que al máximo volúmen, ofrecía un concierto gratuito de Chimo Bayo para todos los presentes.<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">CHIQUITÁN, CHIQUITITANTANTAN, QUETUN-PAN-PAN, QUETUN-PAN, QUETEPETEPE-TAN-TAN-TAN, QUETUN-PAN-QUEPEN....<br />¡¡¡EX-TA-SÍ....EX-TA-NO...!!!<br /><br /></span>Finalmente tras palpar por entre las mantas y el sillón, consiguió vaciar el bolso sobre la cama y responder la llamada de teléfono.<br />Al descolgar, alguien preguntó...<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿Estás dormida?</span><br /><br />Pregunta inteligente, si señor...<br /><br />Así terminó la accidentada tarde-noche del reingreso en Medicina Interna de nuestro protagonista.<br />Como diría Don Anselmo (padre de Paco Penas) en más de una ocasión a su hijo: "pa mear y no echar gota"...<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold"></span><br /><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-60968130935839750162012-03-01T03:20:00.006+01:002012-04-20T06:37:41.097+02:00THE WALKING DUE<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK-6ilOqSY-kIXcrCXQXM_w3pmSJKTKRo5ezrZnnQ468DJ60gCCrsyTAZyKQEgCfMoUaKh8UFCui8GzG00Kn7qEt80x7KGVd47yiQju_4AHoWy8XmWIHERkMSQY64UGOtix7HORReZY18r/s1600/hospital+walking+dead+scene.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 334px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5714768722533478050" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK-6ilOqSY-kIXcrCXQXM_w3pmSJKTKRo5ezrZnnQ468DJ60gCCrsyTAZyKQEgCfMoUaKh8UFCui8GzG00Kn7qEt80x7KGVd47yiQju_4AHoWy8XmWIHERkMSQY64UGOtix7HORReZY18r/s400/hospital+walking+dead+scene.jpg" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://static.addtoany.com/menu/page.js"></script><br /><br />Aquella oscura mañana, Paco Penas supo que su tiempo en la UCI tocaba a su fin. Habían sido jornadas agotadoras e interminables, encerrado en aquellas paredes cuyo único objetivo parecía el de cortar todo atisbo de claridad y luz natural...jornadas y jornadas atrincherado en una unidad que, bajo los auspicios de una calidad asistencial (por su especial carácter de "vigilancia intensiva"), le había proporcionado algo más que esa mejora en salud, que sin lugar a dudas agradecía sin tapujos.</div><br /><div>Y es que toda moneda tiene su cara y su cruz, y esta no iba a ser menos. </div><br /><div>Sin duda, Paco había dejado atrás el estado "crítico", y se disponía a continuar su evolución favorablemente. </div><br /><br /><div>Pero no dejaba de pensar que aquel "enclaustramiento terapéutico" al que había sido sometido en aquella unidad, no distaba mucho de aquél aislamiento que padeciera en Medicina Interna tiempo atrás. Y aunque "es de bien nacido, ser agradecido", no era menos cierto que la sensación de haber estado metido en una burbuja aséptica, lo habían dejado exhausto en cuerpo y soliviantado en el ánimo.</div><br /><br /><div>Y así, sin más...recibió el alta de UCI, y esperó pacientemente su ingreso en planta, concretamente en el lugar de sus mayores pesadillas....Medicina Interna.</div><br /><div>La mañana dió paso a la tarde, y tras casi 8 horas aguardando, un celador lo sentó en una silla de ruedas, y procedió a trasladarlo a su nueva habitación.</div><br /><br /><div>Nada más salir de la UCI, Paco Penas no daba crédito a lo que sus ojos veían y sus oídos oían....una muchedumbre de gente, de todo tipo, condición, edad, clase social, raza y sexo se agolpaba entre la puerta de la que había salido y los ascensores. </div><br /><br /><div>A pesar de que veían como el celador se afanaba en intentar avanzar palmo a palmo, esas personas no se movían ni un triste centímetro para ceder el paso a nuestro protagonista...El ruido de la decena de conversaciones simultáneas era ensordecedor, y conforme pasaban los segundos, los decibelios aumentaban exponencialmente.</div><br /><br /><div>- <strong>¿Pero de dónde sale toda esta gente?</strong> .- preguntó Paco Penas al celador.</div><br /><div>- <strong>Es la visita de la UCI...familiares que esperan su turno para poder entrar a ver a los pacientes ingresados....</strong></div><br /><div>- ¿<strong>Y piensan entrar todos?...¿¿¿y gritando así???....</strong></div><br /><div>- <strong>Normalmente cuando entran se quedan más calladitos.</strong>- respondió el celador, sonriendo.---<strong>¡¡Por favoor!! ¡¡Dejen pasooo!!</strong></div><br /><div>La mayoría no parece hacer caso, incluso alguno mira de reojo al celador y a Paco, y con claro gesto de desagrado se aparta lo mínimo imprescindible para que pueda pasar a duras penas el carro...</div><br /><div>- <strong>Parece que estuvieran esperando en una cola y no quisieran perder la vez.</strong>..- resopla con resignación Paco.</div><br /><br /><div>Finalmente, tras unos minutos de ágil slalom, el celador logra su objetivo y llega hasta Medicina Interna....deja un sobre de radiografías sobre el mostrador de enfermería y anuncia a viva voz....</div><br /><div>- <strong>¡¡El ingreso de la UCI...el de la 312-2!!....Francisco Penas Cruz.</strong></div><br /><div>- <strong>Ese nombre me suena...</strong>-replica una voz desde el estar<strong>-...seguro que ha estado hace poco por aquí.</strong></div><br /><div>- <strong>Tú seguro que lo conoces</strong>- contesta con sorna el celador.- <strong>¡¡si tú haces vida en el hospital!!..¿¿hoy también estás doblando??</strong></div><br /><div>- <strong>Sí....el segundo seguido....ya llevo 7 días seguidos por aquí...y hoy además me quedo de noche....</strong></div><br /><div><strong>- Vaya carita que tienes...se te nota....</strong></div><br /><br /><div>En ese momento asoma la cara el enfermero en cuestión, melena alborotada, barba de cuatro días (y medio) y profusas ojeras....mira a Francisco fijamente, y éste le devuelve la mirada...durante largos segundos se contemplan mutuamente como si se conocieran de muchísimo tiempo...quizás años.</div><br /><br /><div>- <strong>Buenos días, Fernando....</strong></div><br /><div><strong>- Francisco, si no le importa...</strong></div><br /><div><strong>- Eso...Francisco...</strong></div><br /><div><strong>- Y mas bien son buenas tardes....</strong></div><br /><div><strong>- buenas, buenas....lo que se dice buenas, no son, créame....</strong></div><br /><div><strong>- Ya veo...solo hay que escuchar esta conversación para darse cuenta....</strong></div><br /><br /><div>Y tras un breve intercambio de sonrisas cómplices, el enfermero responde a Paco...</div><br /><br /><div>- <strong>Bien, Francisco....ahora voy a verle a su habitación...bienvenido a Medicina Interna....</strong></div><br /><div>- <strong>Hay que joderse....</strong>-respondió con guasa Paco- <strong>¿Dónde está la salida de emergencia?...</strong></div><br /><div>- <strong>La ventana es la salida más rápida, aunque no es la más recomendable...</strong></div><br /><div>Paco sonrió....<strong>"Lo tendré en cuenta"</strong>- respondió.</div><br /><br /><div>Y dicho esto tomó posesión de su nueva cama, con dos nuevos compañeros de habitación que aparentemente parecían completamente normales y anodinos...y pensó que a lo mejor su reingreso en Medicina Interna no sería tan desastrosa como su última estancia. </div><br /><div>No, no podía serlo de ninguna manera....no había un anciano demenciado gritando, ni un toxicómano dándole la vara.</div><br /><br /><div>Lo que había pasado en el ingreso anterior, podría haber sido merecedor de ser inmortalizado en una novela....<br />No, aquella vez todo sería distinto...nada podría salir mal...</div><br /><br /><div>Si acaso sólo le preocupaba estar "en manos" de aquél enfermero con claros problemas de falta de sueño que se suponía debía velar por su bienestar y el de los 33 pacientes restantes de la planta aquella noche....</div><br /><div>¿O sería tan sólo un temor infundado de su paranoica mente?</div><br /><br /><div><!-- AddToAny END --></div>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-12436235103796534092011-11-25T17:04:00.006+01:002012-04-20T06:35:38.706+02:00MANIOBRAS ORQUESTALES EN LA OSCURIDAD<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ_AhcNJNP0CvjZ0sguSy0FASobWNZGSubZo0LuO8COZnBdnKcHF3gZeCDduc053r7V_JqNdIeDo9NTsD5z04yXQWUQyWvEVLFE8wfpZXiHVdglzCu5WQfeAPbUmMyd1_UH_e-isiNtJSr/s1600/insomnia-eye.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 363px; DISPLAY: block; HEIGHT: 382px; CURSOR: pointer" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5678983771080855602" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ_AhcNJNP0CvjZ0sguSy0FASobWNZGSubZo0LuO8COZnBdnKcHF3gZeCDduc053r7V_JqNdIeDo9NTsD5z04yXQWUQyWvEVLFE8wfpZXiHVdglzCu5WQfeAPbUmMyd1_UH_e-isiNtJSr/s400/insomnia-eye.jpg" /></a><br /><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br /><br />De nuevo el lento y exasperante pasar de los minutos y las horas...ese otro archienemigo acérrimo de Paco Penas, volvía a acribillar su maltrecha estabilidad emocional. Para colmo, ya se sabe cómo son las peculiares características de una UCI....la sensación de aislamiento (con sus indudables efectos beneficiosos también) era por día mayor. Apenas podía ver a Pepi, su mujer, durante unos cortos minutos cada jornada. Si a eso le sumamos la idiosincracia de "esa" UCI en particular...donde las ventanas escaseaban y se encontraban lejos de nuestro protagonista, dotaban a aquella diminuta sala de una atmósfera cuasi-viciada, soporífera....decadente.<br />La fiebre invitaba a dormir, y el dormir, invitaba a soñar.<br />Soñar en el maldito día en que Paco Penas decidió acudir al hospital aquejado de una fiebre y algo de tos, y que terminó derivando en una innumerable cadena de despropósitos, y en una delirante carrera contrarreloj plena de mala suerte que parecía no tener fin, y que había dado con sus huesos en una sala de Cuidados Intensivos sombría y decrépita.<br />Al menos el personal sanitario, que en muy determinados momentos logró arrancar una tímida sonrisa a nuestro protagonista, daba algo de luz a aquella "cueva".<br />¿Sería de noche, o de día?...con la luz artificial, la fiebre, el reciente cambio horario y (cómo no) el cansancio acumulado, a Paco Penas le resultaba ya difícil mantener un mínimo sentido de la orientación temporal.<br />Por fin, Paco Penas logró conciliar un profundo y maravilloso sueño....de aquellos que dan la sensación de estar "reparando" neuronas a cada minuto que pasa...de esos que normalmente Paco estaba acostumbrado a ver cortados por los gritos del viejo Basilio, o por las locuras del Chori...pero esta vez parecía que nada ni nadie evitaría su descanso.....<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Francisco....¿Cómo se encuentra?</span> - le dijo una doctora enfundada en diversas prendas protectoras.<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Ya despierto....hace unos segundos estaba durmiendo como un bendito.</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Perdone...es que tengo que hacerle una prueba...una ecografía cardiaca, será solo un momento.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- De acuerdo, de acuerdo....</span><br />Siguiendo unas breves indicaciones, Paco colocó su mano izquierda bajo la nuca dejando al descubierto su hemitórax izquierdo, mientras la doctora (con suma calma) deslizaba el ecógrafo sobre él.<br />Tras bostezar ampliamente un par de veces, Paco venció su habitual prudencia y preguntó a la doctora...<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿Qué hora es?</span><br />La doctora, sin dejar de mirar el monitor que tenía enfrente y casi sin pestañear, respondió...<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Cerca de las tres.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- Vaya...</span>-respondió, Paco- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Entonces se me ha pasado el almuerzo....</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿Almuerzo?...Noooo, no...son las tres de la mañana.....</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- ¿De la mañana?....y dígame, doctora....¿es una práctica habitual hacer estas pruebas a estas horas de la madrugada?...</span><br />La doctora, que ya estaba casi terminando, detectó el malestar en el tono de voz de Paco. En ese momento se le ocurrieron montones de excusas. Unas referentes a la gravedad de su patología, otras sobre una posibilidad de alta y traslado a planta.... pero visto lo visto, y dado los antecedentes de Paco, la doctora (sabiamente) retiró el ecógrafo y dió por concluída la prueba, dejando a Paco con un puñado de servilletas en la mano, retirando afanosamente los restos de gel que quedaron en su pecho.<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Mañana seguramente te demos de alta, Francisco.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- ¿Me voy a casa? </span>- respondió ilusionado.<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- No, no...te damos el alta de UCI. Pasarás a planta donde habrá que resolver el resto de problemas.</span><br />El final de la frase "el resto de problemas" no había dejado precisamente tranquilo a Paco, pero consciente de que la doctora no iba a concretar más sobre el asunto, decidió no insistir...al menos esa noche.<br />El frágil sueño de nuestro protagonista volvió a quebrarse, y sus oídos se volvieron a saturar de pitidos y zumbidos de los monitores cercanos, de los quejidos lejanos de algún paciente, y del rumor de alguna conversación en el estar de enfermería.<br />Uno de los pacientes ingresados allí vomitó abundantemente y, tras ser atendido por el personal, parecía descansar tranquilo. Alguien colocó un salvacamas sobre los restos vomitados, y llamó a la limpiadora.<br />Minutos después apareció "aquella" limpiadora...sí, sí, no había duda: era ella....con sus auriculares, su mp3 a toda pastilla, mascando chicle.....la misma que se encontró cierta noche en Medicina Interna.<br />Ante su atónita mirada, de nuevo volvió a dar tres presuntos "pasos de baile" agarrada a su fregona. Uno hacia delante, dos hacia atrás, giro, giro, traspiés...y vuelta a empezar. No sabríamos a ciencia cierta si era una canción de Bustamante o era la "danza de la lluvia" de los apaches chiricahuas lo que sonaba por esos auriculares....lo único cierto es que , sabiéndose observada por Paco, puso más empeño si cabe en tan grotesco espectáculo.<br />Finalizado el mismo, miró a Paco....sonrió guiñando un ojo y se marchó con aires de...."otro que se queda extasiado con mi movimiento de caderas".<br />Y tras contemplar el dantesco espectáculo de esa anti-Shakira, Paco concluyó que definitivamente iba siendo hora de irse de la UCI porque todos los locos parecían perseguirle allá donde él estuviera. Así que ya puestos...que al menos fuera en un lugar con vistas al exterior.<br /><br /><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-87698678962063137862011-09-25T11:20:00.004+02:002012-04-20T06:18:56.897+02:00EL "UCINETOBACTER"<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcQoVPleexIYRdX_dgeMqaWvwEnayHdTFrMPudqrX66hoawrQn8Xa4Gd3YergCGtGyreRfvU_VOX7515qJlaRyNywjhZsPFElShwUfRc2x1kp9Uy1neBsMnuWL7QHaYYvgISfXdCY9h00o/s1600/uci.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 240px; CURSOR: pointer" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5656251836632844978" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcQoVPleexIYRdX_dgeMqaWvwEnayHdTFrMPudqrX66hoawrQn8Xa4Gd3YergCGtGyreRfvU_VOX7515qJlaRyNywjhZsPFElShwUfRc2x1kp9Uy1neBsMnuWL7QHaYYvgISfXdCY9h00o/s400/uci.jpg" /></a><br /><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br /><br />Jodido....muy jodido pintaba el asunto "Francisco Penas" para el bravo personal de la UCI que durante una larga hora luchó a brazo partido por estabilizar a un paciente al que ya creían convenientemente estabilizado, pero que por cuestiones ajenas a la buena voluntad y el buen hacer de la generalidad allí presente, se veía de nuevo abocado a una nueva situación de crisis vital.<br />De nuevo el bueno de Paco Penas se enfrentaba a los caprichosos designios de un oscuro destino y a la mirada burlona de una fortuna esquiva.<br />A poco de iniciar las tareas de reanimación, el equipo de UCI tomó conciencia de la gravedad del asunto y puso los medios (pocos, escasos y obsoletos) que tenía a su alcance. No era de extrañar que muchos consideraran a aquella UCI una <span style="FONT-STYLE: italic">"UCI de juguete"</span>....los recursos, tanto humanos como materiales, distaban de lo que sería deseable en una unidad de cuidados críticos.... si bien ese tipo de escasez era manifiestamente observable en cualquier otra unidad del hospital...<br />El asunto es que Paco Penas precisó ventilación mecánica, y su castigado cuerpo parecía un artilugio mecánico del que salían innumerables cables, de todos los tamaños, tipos y colores.....<br />Nunca antes se había encontrado en una situación tan delicada de salud, y así se lo hizo saber el intensivista a su esposa Pepi, mientras ésta aguardaba impaciente el desenlace (bueno o malo) de los acontecimientos.<br />Pero aunque la suerte brillaba por su ausencia en la atribulada vida de Paco Penas, no era menos cierto que el desdichado trabajador de la Refinería gozaba de una fortaleza envidiable....y así fue como Paco consiguió solventar el momento de crisis, y su vida dejó de estar en franco peligro.<br />Aun así su cuerpo cobró una importante factura, dejándolo extremadamente debilitado tras tanta guerra....<br />Y fue así como volvió a aparecer un viejo enemigo de Paco Penas....la fiebre.<br />Nuestro protagonista, débil pero consciente, revivía el ir y venir del personal con pijama blanco y jeringa en ristre...de nuevo las extracciones de sangre....de nuevo la recogida de muestras de todo tipo....de nuevo toda esa batería de pruebas que llevaban impreso el etéreo mensaje de <span style="FONT-STYLE: italic">"...pasa algo, pero no sabemos qué...por eso buscamos en todos los sitios".</span><br />Y de nuevo, como no podía ser menos....la inseguridad, el desasosiego...y el miedo....hicieron mella en el ánimo de Paco, renaciendo su irritabilidad y desconfianza hacia todo lo que le rodeaba.<br />Una mañana, un intensivista se acerca hasta su cama y le pregunta...<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿Qué tal, Francisco? ¿Cómo se encuentra?.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- Dígamelo usted.</span>- respondió con gesto torcido.<br /><br />Ante la beligerancia de la respuesta, la amable sonrisa del doctor se borró automáticamente...e intentó ser lo más claro y escueto posible con su interlocutor.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Verá....la buena noticia es que estuvo usted muy malito...muy, muy malito....y por fortuna hemos podido estabilizarlo y el primer gran problema lo hemos resuelto. Con mucho esfuerzo, pero ya está resuelto...</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Eso ya lo sé yo, y se lo agradezco. ¿Y la mala noticia, cuál es?</span><br /><br />El doctor se tomó una pausa, miró la punta de sus zapatos descubriendo una mancha de algo que no quiso ni pensar qué era....y respondió.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- El causante de su fiebre es una bacteria...un acinetobácter. </span><span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- ¿Y eso también provocó mi problema de corazón?</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- No, no...esa infección la ha cogido aquí.</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Cómo que aquí....¿en la UCI?..¡si yo no me he movido para nada!</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- No, usted no es responsable...en verdad nadie es responsable, es una bacteria oportunista...está en el entorno hospitalario comúnmente...ni es usted el primero ni será el último.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- Pues permítame que no lo entienda....se supone que este sitio es para personas que están graves...¿cómo es posible que se les pueda empeorar?</span><br />El doctor levantó los hombros en señal de impotencia....y respondió:<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Créame si le digo que pienso como usted....pero por desgracia las cosas no son como quisiéramos, ni las UCIs reúnen las condiciones higiénicas deseables...ni ésta ni ninguna.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- Pero alguien debería tomar cartas en este asunto...¡¡y más si no es la primera vez que pasa!!</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- Se ve que hay cosas más importante que resolver en este hospital...</span><br />Y dicho esto, el doctor dio por concluída la conversación dándose la vuelta, carpeta en mano.<br /><br />Tras unos minutos de profundos y ofuscados pensamientos, Paco reparó en el lugar donde se encontraba...no había tenido tiempo ni ganas antes de hacerlo....una sala relativamente pequeña y oscura, donde intuía varias camas. Al fondo, una limpiadora fregaba el suelo...al parecer con bastante agua, cosa que irritaba sobremanera a una auxiliar que dió un pequeño resbalón sin llegar a caer.<br />A su lado, un paciente recibía visitas contínuamente por personal del hospital. Al parecer había sufrido una electrocución o algo así....Paco no tardó en darse cuenta que el incidente de la electrocución sucedió durante las tareas de reanimación que le practicaron, y que el enfermo que se encontraba en la cama era un trabajador del hospital.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¡¡El almuerzo!!.</span>- gritó alguien en la sala.<br />Rápidamente, todos los que rodeaban al infortunado electrocutado rompieron el corro a su alrededor, y casi se peleaban por llevarle la bandeja.<br />Finalmente, un chico rubio, con cara de niño y aspecto algo desgarbado, al grito de <span style="FONT-WEIGHT: bold">"¡¡yo, yo, yo!!"</span> se adelantó a todos, agarró la bandeja y aceleró el paso con ella en la mano.<br /><br />Pues si....la limpiadora utilizaba mucha agua....demasiada....en algunas zonas, el suelo era como el borde de una piscina y pasó lo inesperado: el chico resbaló y la bandeja impactó sobre el cuerpo del compañero que yacía en la cama que miraba al chico rubio con cara de asesino en serie, mientras los fideos se desparramaban lentamente por su cara.<br /><br />Paco sonrió...y la sonrisa se convirtió en carcajada.....una carcajada como hacía años no salía de su boca...<br />Y así estuvo el resto de la mañana, con los ojos inundados en lágrimas de tanto reír.<br />Al fin y al cabo, puede que se tratara de un guiño del destino....quizás había alguien con menos fortuna aún que el propio Paco Penas....quizás su suerte empezaba a cambiar....<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://static.addtoany.com/menu/page.js"></script>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-85253615792100953462011-09-14T16:27:00.016+02:002012-04-20T06:20:09.806+02:00PARADA EN BOXES<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnuwM9jx7EmJ7kqERd9vxVnovU_5QhRcPKP5mh-PipPOp3Ytd6WNt8OvxrpCQVwJnSsMLXf9Xj0pqlvTQ213dVnRO0IZ61UDh7MTVe00R-HdbxaoyW4NcWmpbaKqIgCG3n8tKu7G2XpV-9/s1600/desfibrilador.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 225px; DISPLAY: block; HEIGHT: 225px; CURSOR: pointer" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5652272860196892930" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnuwM9jx7EmJ7kqERd9vxVnovU_5QhRcPKP5mh-PipPOp3Ytd6WNt8OvxrpCQVwJnSsMLXf9Xj0pqlvTQ213dVnRO0IZ61UDh7MTVe00R-HdbxaoyW4NcWmpbaKqIgCG3n8tKu7G2XpV-9/s400/desfibrilador.jpg" /></a><br /><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /> </a><br /><br /><br />Aquella sensación no era nueva para Paco Penas. La pesadez y el intenso sopor que el velo de la semi inconsciencia apoyaba sobre la cabeza de nuestro protagonista, hacía imposible y titánico el esfuerzo por abrir los párpados. Seguramente era un estado letárgico inducido por algún tipo de fármaco....ya sabía lo que era esa experiencia cuando fue sedado durante su ingreso en Medicina Interna*.<br />La permanente lucha por intentar recobrar la luz para las retinas, terminaba por fatigar aun más el castigado cuerpo de Paco.<br />Eso si....lo que el cansancio no había conseguido mitigar lo mas mínimo era su fino oído....<br />Y en esas estaba Paco, cuando de repente logró entreabrir ligeramente los ojos, dejando que una intensa luz brillante entrara a través de la parte inferior de su campo visual. Una luz que no permitía ver con claridad y que provocó que Paco Penas, instintivamente, se llevara la mano derecha a los párpados y frotara sus dedos sobre ellos....<br /><br /><span style="FONT-STYLE: italic">biiiiiip....biiiiiiip....biiiiip......</span><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿Qué alarma es?....</span><span style="font-size:+0;">dijo una voz masculina ronca.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- La del IAM.</span><br /><br />Paco Penas percibió como una figura con pijama blanco se acercaba al borde de la cama....<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Francisco......Francisco...¿cómo te encuentras?</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- B-b-bien....s-supongo.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- ¿Sabes dónde te encuentras?</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- Sí...en el Hospital....lo último que recuerdo es que me llevaban a la UCI....</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- Eeeeeeeeefectivamente. Esto es la UCI. Aquí puedes estar completamente tranquilo, porque estamos 24 horas, con sus 1440 minutos y sus 86400 segundos, pendientes de ti, atentos a todo lo que te pueda suceder...somos un equipo preparado para cualquier tipo de eventualidad....descansa tranquilo....puedes dejar tu vida en nuestras manos con total seguridad.</span>.....<br />Paco esbozó una media sonrisa algo irónica, y es que a estas alturas dudaba que su mala suerte fuera a cambiar...ni mucho menos pensaba que descansaría tranquilo...al menos hasta que estuviera en la terracita de su casa, desayunando con su adorada Pepi.<br />Sus pensamientos fueron interrumpidos de nuevo por el tipo de la voz ronca...<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- .....rque estamos seguros de que, si todo sigue como hasta ahora, pronto estarás en casa....</span><br /><br />En ese momento, otra voz masculina masculla a lo lejos...<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿Ese no era el que trajeron los DCCU de la redada de los GEOS?.....no estaría yo tan seguro de que esté pronto en casa, jejeje, .....</span><br /><br />El tipo de la voz ronca, vuelve la cara hacia su compañero y dice entredientes...<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- Cállate, gilipollas....deja de meter la pata.</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />- ¿¿Yooo??....él es el cabecilla del grupo mafioso....asesinos, asaltadores, atracadores de bancos...</span><br /><br />Pues sí...el oído de Paco Penas sería la envidia de más de uno, y a medida que escuchaba los comentarios del enfermero bocazas, sentía como el sudor lo empapaba, el pulso se le aceleraba y la vista se nublaba de nuevo...<br /><br /><span style="FONT-STYLE: italic">biiiiiiiiiiip................biiiiiiiiiiiiiiiiiiip....................biiiiiiiiiiiiiiiiiiiip</span><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿¿Ves?? Te lo he dicho, ¡¡eres gilipollas!!....tranquilo, Francisco, respira hondo.....</span> <span style="FONT-WEIGHT: bold"><br />-......traficantes de armas, traficantes de órganos, traficantes de drogas.....</span><br /><br /><span style="FONT-STYLE: italic">biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip....................biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip.........................biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip</span><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¿¿¿Quieres callarte de una puta vez??....respira, Francisco, respira....</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">- .....manipuladores del ADN humano, zoofílicos, seguro que se comen entre ellos mismos como los chinos, para no dejar rastros....</span><br /><br /><span style="FONT-STYLE: italic">BIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIP..................................</span><br /><br />Línea plana....silencio absoluto en el box......<br /><br />-<span style="FONT-WEIGHT: bold"> La virgen....</span>-dice el tipo de la voz ronca...<span style="FONT-WEIGHT: bold">- ¡¡PARADA!!....¡¡EL CARRO!!</span><br /><br />En medio segundo el caos se apodera de la UCI....carreras de un lado para otro, idas y venidas al mostrador, alguno que se tropieza con la pata de un sillón y consigue enderezarse lo justo para volver a caerse de bruces sobre el suelo...ruedas de un carro que se atascan y giran mal....<br />No todos corren igual....alguno aun esta todavia calzandose los guantes con parsimonia, como si no fuera con él la cosa....<br />Finalmente todos consiguen llegar hasta Paco Penas...el ultimo rezagado, viendo la cantidad de personal que hay alrededor del paciente, decide que está de más y se apoya con un brazo en los pies de la cama, la otra sobre el pie derecho de Paco, y resopla con desgana....<br />Alguien grita....<span style="FONT-WEIGHT: bold">¡¡FUERA!!</span>....y se activa la descarga del desfibrilador sobre el pecho de Paco Penas....justo cuando el rezagado resoplador desganado se da cuenta de que sigue teniendo la mano sobre el pie de Paco......<br /><br />Oooohhhhh... ¡¡maravillas de la Física Electrostática!!!! ......cientos de julios circulando por el cuerpo de Paco Penas....y en su pie derecho, pegado, un señor con pijama blanco convulsionando y con los pelos de punta por efecto de la electricidad, hasta salir despedido a dos metros de distancia.....<br /><br /><span style="FONT-STYLE: italic">biiiiip....biiiiiip.....biiiiip........</span><br /><br />Paco Penas vuelve a la vida.......y mientras, los mismos que se avalanzaron sobre él, se afanan en recuperar al compañero que se encuentra bocarriba mientras de la punta de cada uno de sus pelos, sale un fino hilillo de humo....<br /><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;">* "Problemas de Comunicación (y II)"...08/05/2010.</span><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://static.addtoany.com/menu/page.js"></script>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-24893848186879343472011-01-29T16:07:00.005+01:002012-04-20T06:21:09.948+02:00EL ASCENSOR<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3Gjm_SMjX77hlBrcVjU6oqE5wsRZwtGIsFyXTs9UHvvYUyGX-od8jWfWFsliAMFWgxesjpvLWst31Rn3FbZrj7LFTW-OxHC7iqDMPAUsynowvMCgve_aQuR1uuYBN23hHbfez_t42XnKG/s1600/el-ascensor.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 220px; CURSOR: pointer" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5567628669954124738" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3Gjm_SMjX77hlBrcVjU6oqE5wsRZwtGIsFyXTs9UHvvYUyGX-od8jWfWFsliAMFWgxesjpvLWst31Rn3FbZrj7LFTW-OxHC7iqDMPAUsynowvMCgve_aQuR1uuYBN23hHbfez_t42XnKG/s400/el-ascensor.jpg" /></a><br /><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br /><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">Cuando Paco Penas recuperó la consciencia tan sólo veía el techo del pasillo del hospital pasando a toda prisa ante sus ojos. Una incómoda mascarilla cubría su nariz y su boca y varias personas a ambos lados de la camilla sobre la que se encontraba, pedían a gritos que abrieran paso.Con el rabillo del ojo pudo apreciar la figura de Pepi que les seguía a escasos dos metros de distancia con evidente nerviosismo. Al cabo de unos largos segundos, Paco notó que se habían subido a un ascensor.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">Las voces del personal sanitario del DCCU le llegaban lejanas y poco comprensibles. Intuía que algo iba mal, y aunque su dolor en el pecho había remitido, una extraña sensación de gravedad le invadía.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">De repente escuchó una palabra perfectamente reconocible: UCI.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">Por un instante sintió un ligero alivio al comprobar que no daría con sus huesos en la tenebrosa Medicina Interna que le perseguía aún en interminables pesadillas casi a diario. Era un pequeño trauma psicológico que no lograba superar a pesar de la distancia y el tiempo que había pasado desde que solicitó el alta voluntaria. Pero ese alivio quedó drásticamente erradicado cuando de repente al ascensor se detuvo.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¿Esto qué es?...¿a qué botón le habéis dado?</span>.- pregunta el médico al resto del equipo que se miran con incredulidad.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">A ninguno, se ha parado solo.</span></span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Mierda.</span>- responde con seriedad el doctor que pulsa enérgicamente el botón de alarma del ascensor.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">Un pitido estridente suena fuera del metálico espacio, donde los miembros del DCCU aprovechan para colocar mejor los electrodos y cables que se posan sobre Paco, con mimo y cuidado. Tras medio minuto de espera, el doctor vuelve a dejar literalmente "pegado" el dedo en el botón de alarma durante diez segundos.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">El conductor se introduce el dedo índice en el cuello del suéter intentando que entre algo de aire, en un claro síntoma de sofoco. Poco a poco empieza a sudar abundantemente y a ponerse pálido.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">El enfermero se da cuenta y le pregunta:</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Quillo..¿te encuentras bien?</span></span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">El conductor parece restar importancia al asunto con un rápido movimiento negativo con la mano y responde....<span style="FONT-WEIGHT: bold">"Tengo calor"</span>.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">El auxilio no llega, y el médico martillea inmisericordemente el botón rojo en cortos intervalos de tiempo durante un minuto, y termina por golpear con su puño repetidas veces la puerta del ascensor.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Ya vaaaa, ya vaaaaaa...</span>- responde alguien desde fuera.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¿Cómo que "ya va, ya va"?...que tenemos una urgencia aquí dentro jodeeeer.</span>- responde el doctor.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Sí, sí...todos los que se quedan encerrados tienen una urgencia...</span>- responden con ironía desde fuera.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">El conductor comienza a empapar literalmente suéter y chaleco con su sudor, la visión se le vuelve borrosa y se apoya con estrépito con ambas manos en el lateral de la camilla donde Paco Penas apenas se mantiene consciente. De nuevo, el enfermero pregunta al conductor.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Pepe...¿qué te pasa?</span></span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Nada...nada...calor...mucho calor</span>.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Y una mierda calor....¡¡claustrofobia!!.</span>- responde el enfermero mientras intenta acercarse a su compañero para auxiliarle.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">En ese momento, Pepe el conductor se desploma al suelo, tumbando consigo en su caída la camilla y a un Paco Penas que cae pesadamente sobre el suelo del ascensor enredado en una madeja de cables de colores.<br /></span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">Mientras, desde fuera un par de técnicos con la ayuda del médico por dentro, van abriendo la puerta del ascendor centímetro a centímetro penosamente; en el interior, el enfermero no sabe bien a quién acudir...Su compañero Pepe se encuentra semi inconsciente tumbado boca arriba y sobre él descansa el cuerpo de Paco Penas, y sobre ambos, una manta de sueros, sistemas de goteros y cables.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Por Dios Bendito, ¿qué demonios pasa dentro?</span>- dice un miembro de Seguridad mientras ojea el interior por el pequeño resquicio abierto.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Una urgencia, ya se lo dije.</span>- responde el doctor.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¡¡Qué coño!!...¡¡son dos urgencias, Manolo!!</span> .- le responde el enfermero mientras trata de sacar el cuerpo de Paco Penas de encima de su compañero.</span></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">La virgen...</span></span></p><br /><p class="MsoNormal">Tras un tira y afloja contra los propios nervios y el peso de un Paco Penas inconsciente, el enfermero consigue apartar el cuerpo, pero producto del esfuerzo éste cae sobre él, que queda en la misma posición en la que estaba su compañero Pepe segundos antes.</p><br /><p class="MsoNormal">Al abrirse la puerta del ascensor justo enfrente de la puerta de la UCI, un intensivista de mediana edad y pequeñas gafas metálicas, observa el panorama: el conductor en el suelo bocarriba, empapado en sudor, el enfermo bocaabajo sobre el cuerpo del enfermero que intenta sacárselo de encima, el doctor del DCCU presa de los nervios abroncando a los técnicos y a Seguridad por la tardanza,...todo ello aderezado con bolsas de suero rodando por el suelo, electrodos y multitud de cables que van y vienen de todas partes.</p><br /><p class="MsoNormal">Ante esta visión, el intensivista (sin sacar las manos de los bolsillos de la bata), con parsimonia se gira hacia sus enfermeras de UCI (que ya tienen las manos enguantadas), y les pregunta...</p><br /><p class="MsoNormal">- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¿Ésta es la nueva forma que tienen en el DCCU de traer los enfermos a la UCI?...me habían dicho que la cosa estaba mal....¡¡pero no me hacía una idea de cuánto!!</span><br /></p><br /><p class="MsoNormal"><span lang="ES"><br /></span></p><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://static.addtoany.com/menu/page.js"></script>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1705893544006593891.post-68468750015358392502011-01-02T22:21:00.008+01:002012-04-20T06:22:47.425+02:00MUCHA, MUCHA, POLICÍA....<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ3X4ifM5e2DkhfRt18Wc5YXFv0sXwwT7AApM6d_5nk52ChloSiV1Hvl3hfENGP6kR4aA4p0ReBZz1KrORJz10Ub5MOnCDp4Q7RuSXaqmbRz6mh1nO1THKMUzCHSo2jces54LcR9FJQ1er/s1600/geo4511fg.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 335px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: pointer" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5557719866127113218" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ3X4ifM5e2DkhfRt18Wc5YXFv0sXwwT7AApM6d_5nk52ChloSiV1Hvl3hfENGP6kR4aA4p0ReBZz1KrORJz10Ub5MOnCDp4Q7RuSXaqmbRz6mh1nO1THKMUzCHSo2jces54LcR9FJQ1er/s400/geo4511fg.jpg" /></a><br /><a class="a2a_dd" href="http://www.addtoany.com/share_save?linkurl=www.preticante.blogspot.com&linkname=El%20Preticante"><img border="0" alt="Share/Bookmark" src="http://static.addtoany.com/buttons/share_save_171_16.png" width="171" height="16" /></a><br /><br />Aquella soleada y fría jornada de invierno, el Peñón lucía en todo su esplendor desde la ventana de Paco Penas. Se había levantado temprano a pesar de ser domingo, pero la rutina de madrugones a lo largo de la semana hacía imposible seguir conciliando el sueño más allá de las ocho de la mañana, así que hizo algo de café, y se sirvió una generosa taza caliente.<br />Paco despertó a Pepi (su mujer) con ese trajín mañanero, y ambos se dispusieron a dar buena cuenta de un reconfortante desayuno.<br />Pero la mañana era tan soberbia que a Paco se le ocurrió una idea genial: desayunar en el salón mientras contemplaban el Peñón por la terraza en aquel idílico día. A Pepi le pareció una iniciativa formidable, así que trasladaron tazas y tostadas hasta la mesa principal y entre bostezo y bostezo (y alguna que otra mirada de complicidad), aliviaron el hambre en poco más de media hora.<br />Los dos estaban todavía embutidos en sus batas de andar por casa, y calzaban las pantuflas de invierno cuando en el informativo de una emisora de radio local se comentaba la noticia del día: la intervención de la policía en el Hospital de La Línea para detener a un peligroso delincuente.<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¿Quién será el desgraciado?</span>- se preguntaba en voz alta Pepi.<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">No me extrañaría que fuera mi ex compañero de habitación...era un psicópata</span>.- respondió Paco sonriendo. Ambos rieron con ganas.<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Pues al parecer la policía sigue con las detenciones</span>.- añadio Pepi.<br /><br />Por las ventanas se filtraba un sonido estridente procedente del exterior. Parecía como si alguien hablara a través de un altavoz.<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¿Qué es eso, Paco?</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Seguramente sea la furgoneta de "El Tapicero" que ya está dando por culo, como todos los domingos, Pepi.</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">No, no....baja la voz de la radio un momento.</span><br />Paco se levantó con desgana y giró el botón del volumen hacia el mínimo, hasta poder escuchar el sonido del exterior.<br /><br /><span style="FONT-STYLE: italic; FONT-WEIGHT: bold">.....las manos en alto. Repito. Les habla el Grupo Especial de Operaciones del Cuerpo Nacional de Policía. Este es el último aviso. Obedezcan o nos veremos obligados a entrar por la fuerza. Repito. Salgan con las manos en alto.....</span><br /><br />Paco y Pepi se miraron con extrañeza, como preguntándose si habían escuchado lo mismo.<br />En ese momento, se escuchó una detonación sorda y observaron como (con ese paisaje de fondo del Peñón de Gibraltar) un objeto oscuro y pequeño volaba por los aires y cada vez se hacía más grande, y más grande, y más grande, hasta que.....¡¡crashhhhhhhhhhhhh!!...atravesó el cristal de la terraza y cayó en el suelo del salón con estrépito.<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Que demonios...</span>-empezó a decir Paco cuando de repente, del objeto en cuestión, empezó a salir humo.<br /><br />A continuación dos golpes fuertes y secos en la puerta principal, hasta que con el tercero, la puerta se abrió astillándose en la zona de la cerradura.<br />Varios hombres corpulentos, ataviados con ropas oscuras, chaleco antibalas, cascos y máscaras antigás, entraban en el domicilio de Paco Penas, mientras les apuntaban con fusiles de asalto con mirillas láser.<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¡¡AL SUELO!! ¡¡AL SUELO!!</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Pero...pero..coff, cofff....esto es un error....</span>-respondía Paco que estaba pálido y cariacontecido.<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¡¡LEVANTE LAS MANOS, MECAGONDIOSSSS!! ¿¿ES QUE NO ME OYEEEE??? ¡¡¡¡AL SUELO YAAAAA!!!</span><br /><br />Paco levantó las manos mientras se iba arrodillando.<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Por favor...coff, cofff.... señor agente, insisto en que debe haber...cofff, cofff.... algún error.</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¡¡¡AL SUELOOOOOO, JODERRR!!!</span><br />Finalmente cuando ya estaba en el suelo boca abajo, alguien con voz marcial y los ánimos más templados, le colocó las manos cruzadas en la espalda y procedió a esposarlo mientras decía...<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Francisco Penas, queda usted detenido por colaboración con banda armada relacionada con más de 50 delitos contra la propiedad,....</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">No, por Dios....cofff, cofff.... debe haber un error...</span><br />-<span style="FONT-WEIGHT: bold">....delitos de hurto, atraco con violencia, extorsión y organización de juego ilegal....</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Es imposible, agente, no tengo nada que ver con eso......aaaaaaaaaaaagh.</span><br /><br />En ese momento, un dolor agudo en el pecho, nubló la vista de Paco. Alarmada por el aspecto desencajado de su marido, Pepi alertó a los policías, y uno de ellos tras comprobar que efectivamente había motivos de preocupación, ordenó por un radiotransmisor que descansaba en su hombro izquierdo, que llamaran a una ambulancia inmediatamente.<br />Paco veía borroso y tosía a consecuencia del bote de humo. La imagen parecía sacada de una película de ciencia ficción. En medio de aquella nube espesa, tan sólo se apreciaban los haces de luz roja del láser de los fusiles que iban recorriendo cada rincón del salón.<br />En menos de diez minutos, un equipo de DCCU se personaba en el domicilio de Paco.<br />El doctor, nervioso e impregnado en sudor, se adelantó para explorarlo mientras el enfermero colocó estratégicamente unas pegatinas sobre el torso de Paco y activó el monitor-desfibrilador para ver el ritmo y los complejos cardiacos.<br />Una toma de tensión arterial rápida y los ojos de todo el equipo sanitario quedaron fijos en la pantalla del monitor largos segundos.<br />El policía de voz marcial preguntó impaciente al doctor.<br /><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">¿Es grave?</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Parece un angor...pero creo que sería necesario hacerle algunas pruebas que aquí no podemos hacer.</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Mierda....de acuerdo, ¿y dónde se lo llevan?</span><br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Al Hospital....al Hospital de La Línea.</span><br />Y Paco que apenas podía moverse del suelo por el dolor, acertó a contestar:<br />- <span style="FONT-WEIGHT: bold">Se lo ruego, al Hospital no...¡¡llévenme al calabozo!!! ¡¡¡A Botafuegos, si ustedes quieren, PERO AL HOSPITAL NOOOOO!!!</span><br /><br />Y diciendo esto, perdió el conocimiento.<br /><br /><br /><script type="text/javascript">var a2a_config = a2a_config {};a2a_config.linkname = "El Preticante";a2a_config.linkurl = "www.preticante.blogspot.com";</script><br /><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://static.addtoany.com/menu/page.js"></script>El Ático Produccioneshttp://www.blogger.com/profile/18016987973132276753noreply@blogger.com3