jueves, 18 de marzo de 2010

NECESIDADES DEL SERVICIO....


El vendaval de pruebas diagnósticas y visitas de los distintos especialistas a la habitación de Aislamiento donde pernoctaba, vivía y sufría el bueno de Paco Penas convirtió la unidad de Medicina Interna en un contínuo ir y venir de batas blancas que deambulaban pasillo arriba, pasillo abajo para darse de bruces con el sinsentido de un atribulado paciente que no entendía a qué se debía tanta diligencia médica por una simple diarrea.
El trasiego de personal sanitario hacia el fondo del pasillo, resultaba en cierta forma divertida, ya que parecía como si de una nueva peregrinación mariana se tratara.
Pero el que soportaba los pinchazos y las radiaciones era un humilde trabajador de Refinería que a estas alturas de la película, apenas si recordaba el motivo de su ingreso hacía ya bastante tiempo (Paco había perdido la cuenta de los días que llevaba encerrado entre las cuatro paredes del vetusto hospital).
Pasar por la misma experiencia que hacía apenas un mes había pasado, procediendo a visitar de nuevo el servicio de Radiología, Endoscopia, etc....le provocaban la sensación de Bill Murray en la película "Atrapado en el tiempo" con su eterno y fatídico despertar en el "Día de la Marmota", y la sensación de desazón aumentaba exponencialmente cuanto más consciente era de que tanta prueba no iba a aportar nada nuevo a su proceso hospitalario.
Rendido a la evidencia de que había dejado de ser Paco Penas para convertirse de nuevo en un número, en una estadística, en un sujeto aislado de su entorno natural y social.....su ánimo fue decayendo a pasos agigantados.
Fue en ese momento determinado cuando las crujientes bisagras de la puerta sonaron a mediodía, y su médico (ataviado con toda suerte de protecciones) mantuvo una nueva conversación con él....aunque un tanto inesperada.
¿Cómo se encuentra? ¿Mejor? Hombre. Si usted piensa que estar mejor es que me pinchen para ponerme un gotero, me partan una vena, consigan colocármelo a la tercera, me saquen 6 tarros de sangre, me metan un tubo por el culo y luego otro por la boca (que espero no fuera el mismo), me hagan varias radiografías, un TAC, una Resonancia, venga un cirujano y me meta un dedo otra vez por el culo, luego venga un psiquiatra a preguntar si abusaron de mi cuando pequeño, y para colmo un señor de mantenimiento se lleve dos horas dando martillazos al picaporte de la puerta....pues qué quiere que le diga, ESTOY MUCHO MEJOR.
Ante la "agresividad" dialéctica de Paco Penas, el doctor comienza a retroceder lentamente sin decir palabra y sin perder de vista a nuestro protagonista que, encendido, espeta al doctor...
...pero bueno, qué quería decirme..... Yo,..esto...venía a informarle de que....por necesidades del servicio....no tenemos más remedio que ocupar otras dos camas en esta habitación.... ¿Cómo? ¿pero no se supone que estoy "aislado"? ¿Y si les pego esto a los que ingresen aquí? A ellos también se les ha aislado Clostridium Difficile...así que no se lo puede contagiar, ya lo tienen. ¿Y es lo correcto, ingresarlos conmigo?
Silencio en la habitación.
Por un momento Paco y su internista intercambian miradas que parecen indicarle que realmente no es un proceder muy correcto....pero finalmente el doctor sale airoso de tan embarazosa situación con un escueto....Son necesidades del Servicio.....que queda flotando en el aire hasta que abandona la habitación dejando a Paco Penas de nuevo con la palabra en la boca.
Al principio se siente contrariado porque su opinión de nuevo vuelve a ser ninguneada y porque vuelve a sentir que forma parte de un complicado engranaje de donde es difícil escapar.
Pero conforme pasan los minutos, Paco ve cierta luz de esperanza porque, al fin y al cabo, eso quiere decir que tendrá compañía y que sus horas de soledad iban a acabar de una vez por todas.
Los celadores traen una cama a la habitación.....
....ya vienen los ingresos...le dice uno de ellos.
Al cabo de un buen rato, unos golpes en la puerta....con permiso.....Dios, esa voz, le resulta muy, muy familiar......
¡¡Amigashooooooooooooooooooooooooooo, otra vé juntito loj dó!!!
Zé Manué (El Chori), con sus ojos más saltones que nunca, descalzo, con sus pantalones cuatro tallas más grandes y a punto de salirse por el escote de la blusa, se planta con los brazos en cruz en ademán de abrazar a un atónito Paco.
Ya entiendo a los enfermos que quieren la eutanasia, dice Paco.
¿No te da legría vermeeeeeeeee? Amo a selebral-lo, amigashooooo, tinvito un fanta.. Nunca tienes dinero.... Pontonse minvita tu a mí, ja-ja-ja-ja...no te procupe, que zeguro questo é como lo que le pazó ar Calígula... ¿Calígula? ¿Otro "amigacho" tuyo? Que diiiiiiiseeeeee, ja-ja-ja-ja, que vaaaa, amigashoooo....er Calígula é er perro de mi prima la Yésica, un fos-terrín de pinigril.... De pedigrí, quieres decir... Bueno, tumantendío, amigasho.....po eso, que el ioputa perro se tragó argo y no paró de cagá en sinco día.....po argo así vamo a tené tú y yo, acuérdate lo que te digo.
La conversación con el Chori continuó por los derroteros habituales en él, y del perro de su prima, pasó a hablar de su Chana, de su abuela Asunción, y de toda su familia en general. Paco fue poco a poco dándose por vencido hasta que, ya avanzada la noche decidió no esperar despierto al último acompañante que debía ingresar.
El Chori, no se sabe cómo ni por qué, tras la visita de un "primo" suyo (asombrosamente con peor pinta que él), se metió algo en la boca y minutos después dormitaba plácidamente en su cama con ojos vidriosos, mirada perdida e hipersalivación profusa.
Paco se introdujo en la cama y se tapó hasta las orejas, dando la espalda al Chori y buscando el alivio de un sueño reparador.
En ese momento los celadores introducen la tercera cama en la habitación. En la penumbra tan sólo se observa un bulto tapado con sábanas y mantas que permanece quieto e imperturbable junto a la cama del Chori, que ocupa la parte central.
Parece que ahora si hay paz en la habitación. Por fin....
Paco vuelve a darse la vuelta mirando hacia la ventana, dejando a sus espaldas a sus nuevos compañeros de cuarto.
Justo cuando comienza a sentir el picotazo del sueño, piensa... después de tantos días de incertidumbre y penalidades y de volver a reencontrarme con el Chori, ¿puede ir algo a peor?.
Decidido a que es imposible y que ya ha tocado fondo, se anima pensando que sólo queda mejorar y se sumerge en un duermevela dulce.....
Hasta que el nuevo inquilino del cuarto se incorpora y grita a pleno pulmón.......

¡¡¡ANTONIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!