domingo, 16 de junio de 2013

CONSULTA DE SALDO



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Con la cercanía de la canígula veraniega, los pasillos de las Urgencias del Hospital Puerta de San Pedro comenzaban a transformarse en una verdadera verbena de feria, con idas y venidas, dimes y diretes, y un sinfín de enfermos que se aglomeraban en las de las respectivas consultas a la espera de la ansiada llamada del médico.
En esas se encontraba la Dra. Pascullot, una joven MIR de neurología que sin quererlo ni beberlo, se vio de bruces tras la puerta de la Consulta 3 atendiendo como buenamente podía la marabunda humana que acudía a su puerta,...cuando leyó en voz alta el nombre de su siguiente paciente..."Leopoldo Fernández".

- Ufff...Don Leopoldo...-exclamó una enfermera.
-¿Qué pasa con Don Leopoldo? - respondió extrañada la doctora.
- Que es un poco...difícil....
- Bah...¡¡tonterías!!...¡¡que pase!!

Y allá que entra ese buen hombre...setentaitantos en canal...camisa de cuadros, pantalón de pana sobaquero y babuchas de andar por casa....

- Buenos días, Leopoldo...¿qué es lo que le pasa?
- Buenoh día...Leopordo Fen-nánde...pa zervirla usté. ¿Cómo ma disho que ze llama?
- Soy la Dra. Pascullot...
- Pocoyó...encantao...Dra....verausté.....ej que tengo un doló que mempieza en la sintazi del púdin.
- ¿¿Cómo?? ¿¿La sintaxis del púdin??...a ver señálese....aaaaah...sínfisis del pubis...vale, vale....
- Zi, po lo que yo he disho...y ze me va palasparda...y endespué zamabaja pa la parte del cuejco político.
- ¿El cuesco político? Perdone pero no le entiendo....
- Jooooeeee....po usté e la dortora!!...la parte datrá de la trócola....el güeso de la rodilla...
- Aaaah....vale...déjeme que recomponga el asunto...la rótula....y el hueco poplíteo...vaaaaaale.
- Ezo...er cuejco eze....
- Bueno, antes de seguir...dígame que enfermedades padece.
- Po verá usté...a mi me dijeron haze do año que tenía "temó del pulpo raquítico".

La Dra. Pascullot abre los ojos como dos platos tratando de resolver el nuevo enigma planteado por un Don Leopoldo que cada vez parece más contrariado por la poca familiaridad que tiene la "Dra. Pocoyó" con sus enfermedades.

- ¿¿Temor del pulpo raquitico? ¿Es una especie de...fobia a los cefalópodos?
- ¿¿Como izeeee?? Nolentiendo...hábleme un poquito má mejón, dortora.
- ¿Cómo le vieron ese miedo, Leopoldo?
- ¿Miedooo? No, miedo no...un burto. Aquí (señalándose la cabeza).
- Aaaaaah....ya....le diagnosticaron un tumor en el bulbo raquídeo...ya lo he pillado. ¿y qué tratamiento tomaba usted en su casa?
- Poooo....mayormente hasta antié...tomaba er segurín, er dolotile...paracé lamol
- ¿Para hacer el amor?
- Noooo, para zé lamó tomo la bizagra...
- ¿Bisagra?...creo que me estoy mareando...
- ...y también tomo la tosferina...también tomo la midisina pa la póstuma...zi...que la tengo inflamá y me cuejta oriná.....ah, y un tirón.
- ¿Un tirón? ¿Y para qué dice usted que se toma eso?
- Un tirón...pal tirolés...
- Un tirón pal tirolés...madre mía...necesito un intérprete
- Ezo ejtá en el pezcuezo, dortora..
- Aaaah....vale...Eutirox...para el Tiroides....
- Y también man puejto arguna vé el urbasol par pecho...que ze me coge...y cuando me ocurta el numerólogo en zu conzurta...zi, zi...er médico de loj pulmone....po me escusha preticantes y hasta un entrecot.

La doctora comienza a sudar y un ligero y sutil tic nervioso se implanta en su ceja izquierda.
- ¿Zencuentra bien zeñorita? Zalá puejto mu mala cara...como a mi mujé, que le tuvieron cazé un catecismo urgente porque se le había construío laj estrellas coloradas....ar finá le puzieron un portá...
- Claro...por la estrella colorada...la de Belén...
- Noooo....mi mujé ze llama Pilá, ¿zabusté? Belén e mi hija, que por sierto, er mé pazao vino por aquí con un colocón frenético de ezo...y le tuvieron cazé una rezonanzia magnífica de eza...¿zabusté?...ar finá le puzieron un edema porque tambien tenia mucha mierda en lo distintivos...ze le había inflamao el apetecible...y la tuvieron coperá y to...porque había riejgo de pedritoniti...y claro...fue una operasión muuu pinigroza....¡¡a barriga abierta!!...

                                                              (...)


jueves, 25 de abril de 2013

LA INSOPORTABLE SEQUEDAD DEL GEL





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La vida continuaba sin descanso para los treintaitantos enfermos hospitalizados en aquella unidad de Medicina Interna, que veían pasar las horas, las semanas, y a veces (más de las deseables) los meses esperando el anhelado alta médica que los reportase con celeridad al calor familiar en el entorno de un hogar ya lejano, pero sin duda de menor hostilidad que el frío y aséptico pasillo de hospital.
A los dramas particulares de cada enfermo, se añadía uno general que atacaba a través de las pantallas de los televisores y las ondas de radio de forma despiadada, sembrando el terror allá donde llegaban sus "tentáculos" informativos: la crisis. Y lo peor no era la crisis, sino lo que conllevaba...los dichosos recortes.
El personal sanitario empezaba a escasear e incluso los materiales (abundantes en época de bonanza) brillaban por su ausencia en más de una ocasión.
Tal fue el caso de aquella mañana de abril, en la que (cosas del destino), faltó gel de baño no solo en Medicina Interna, sino en todo el centro...
- ¡No zus precupéi...er "Chori" lo zoluziona en zero coma dó...! -dijo el mítico "hijo de la Fen-nanda", rehabilitado (o eso decía él) y siendo un "hombre de provecho" como celador del hospital.
- "Chori", no me digas que tenéis gel escondido en algún escondite...
- Mejón que ezo, Roza.. - respondió Zé Manué a la enfermera- zus voy a traé gé nuevo...bote y má bote de gé...
- Bueno, bueno....a ver si es verdad.

Al cabo de un buen rato, el "Chori" hacía acto de presencia por las puertas de la unidad con más de catorce botes de gel de baño en los brazos, algunos en precario equilibrio y a punto de caer al suelo, sostenidos con especial maestría cual diestro malabarista del Circo del Sol.

- ¿Qué o diheeee?...aquí tenéi gé pa sinco año. Quer "Chori" cumple zu palabra...¿tamo?

Inmensa fue la algarabía que se montó en torno al celador, al que poco faltó para ser izado a hombros por sus compañeros. A cambio del favor, Zé Manué solo pidió...un colacaíto, que Maite (una de las auxiliares) le preparó con gusto y esmero.
Así que, solventada la "crisis del gel de baño", la cuadrilla de pijamas blancos se dispuso a asear a los pacientes encamados, y a repartir gel entre los enfermos autónomos.
- Qué raro huele el gel, ¿no? - dijo una de las auxiliares.
- Es verdad...huele a producto de limpieza...pero al gel de siempre no...

Tras cinco minutos frota que te frota y sin conseguir hacer ni una mísera pompa de espuma, saltaron las alarmas...en todas las habitaciones donde se había repartido el gel, ocurría el mismo incidente...nada de espuma, olor fuerte e incluso en algunos casos, picores en la piel.
Ante la mala pinta del asunto, Rosa decide llamar al "Chori" para preguntarle.

- Oye, "Chori"...¿de dónde has sacado el gel que trajiste?
- ¿¿¿yoooo???....poooo...da donde va sé...del armalcén
- ¿Estás seguro?
- Bueno, verá...te lo vi ajplicá...ej que cuando bajé, encontré unoj cuanto bote de gé quejtaban medio vacío, ¿tumentiende?...y me dije pa mi mijmo...joé, "Chori" que lájtima, podría rellenal-lo como hacía mi güela Zunzión, que en pá dejcanze, y asín habría bote pa tor mundo.
- ¿¿Rellenarlos?? ¿¿Con qué "Chori"?...
- Po verá...con coza que zirven pa limpiá, Roza, con qué va zé zi no.....encontré doj pajtilla de eza de Flota, y laj machaqué, luego leché agua...¡ah! y en Mantenimiento también encontré doj garrafas de unos líquidos mu raros, de colores, que loj utilizan pa limpiar tubería, ¿tumentiende?...y le eshé otras doj pastillita de "uve zé né" pa las fosas dezérticas, o argo asín...y un shorreonsito de mistó ...pero vamo, que to ezo zi no ze come laj tubería, no pue hazé daño a naide...ademá quien te diga que no haze ejpuma miente...porque cuando yo lo mejclé tó, se formó una espumareaaaa...
- ¿¿Pero tú estás loco?? ¿¿Pero cómo se te ocurre rellenar los botes con eso??....
- Jo, Roza...pontonse mejón no te cuento cómo he rellenao laj botella de leshe cacabo de bajá a sirugía...


jueves, 24 de enero de 2013

PRESSING SAS




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La vida seguía como si nada hubiese pasado en aquel caótico hospital y en esa saturada sala de Medicina Interna en concreto. La sensación de "achique de agua" del personal sanitario con respecto a su trabajo diario, apesadumbraba a más de uno, y la situación empezaba a ser tensa...los ánimos se encrespaban y las paciencias dejaban atrás los límites preestablecidos por cada uno, manifestándose en estallidos de ira, malas contestaciones y enfrentamientos dialécticos en cualquier rincón o habitación.
¿Los recortes? ¿La falta de medios? ...todo aportaba su particular granito de arena, aunque la encomiable profesionalidad de los trabajadores era suficiente para manener cierto orden dentro del caos provocado por la administración.
Y en estas que llega un ingreso: inglés, para más señas, y nada...absolutamente nada "castellanoparlante".
Si ya es complicada la comunicación con un "guiri", más lo es si está enfermo... y si encima está desorientado y agitado...¡apaga y vámonos!.
Así se encontraba el señor Sanders, en la habitación de aislamiento profiriendo toda clase de gritos e insultos (en su exquisita y distinguida lengua materna, eso sí) a cualquier persona que pasaba por los pies de su cama y vestía bata o pijama blanco.

- ¡¡Fuckin'.....Fuckin'.......Fuckin'....!!.......- vociferaba escupiendo diminutas gotas de saliva, a cada lindeza que se le venía a la boca.

El estado de agitación del paciente se transmitía en los relevos de enfermera a enfermera...y en un principio nadie daba crédito a lo contado...

- Seguro que estás exagerando...no puede ser. Hay que ser comprensivos...que está lejos de su casa....que no entiende el idioma...¡¡seamos más humanos, leñe!!
- Sí, si...humanos...ya me cuentas mañana en el relevo...

La enfermera en cuestión, acudía a la habitación del Sr. Sanders con la mejor de sus sonrisas profident, cargada de buenas intenciones y mejores modales...y a cambio, el Sr. Sanders se defecaba en su prostituta progenitora en menos de dos segundos, arrojándole de paso todo objeto susceptible de ser volteado. Además, con saña: atinando con milimétrica puntería en las zonas más dolorosas de la anatomía humana.
Así, relevo tras relevo, día tras día....la plantilla de enfermeros, auxiliares y médicos, soliviantados, empezaban a contestar al Sr. Sanders, y tras alguno de sus famosos improperios, los más "quemados" le respondían con un "¡¡Fuckin' you con tu p.m.!!"...o un "¡¡yo me cago en la Reina Isabel, y el p...Buckingham Palace!!" o "te vi mandá a la Torre de Londres de una guantá".
Cierta tarde, con toda la planta (incluídos enfermos) en serio estado de rebelión ante la actitud del "guiri de m..." (como ya lo conocían)...uno de los enfermeros más en sintonía con el sentimiento pacifista "flower power-age of aquarius-give peace a chance", trató de poner orden y calma:

-Tranquiloooos...no os alteréis...sé inglés y puedo entenderme con él. Que no llegue la sangre al ríoooooo....seguro que es un señor adorable...¡¡vosotros es que no tenéis mano izquierda!!

Así que ni corto ni perezoso se dirigió a la habitación con idénticas buenas intenciones que sus compañeros anteriores...al cabo de unos minutos, se escucharon golpes y gritos.

-¡¡Fuckin'...Fuckin'...Fuckin'...!!
-¡¡Fak yu, cabroneichon...gou jel güit yur faked mader!!...I KIIIIILLLL YUUUUUUUU!!!!!

Alertados por el escándalo, otro compañero llegó al umbral de la puerta para descubrir una escena propia del Pressing Catch...el enfermero sujetaba el cuello del inglés entre el antebrazo y el pecho mientras con el nudillo de la otra mano le frotaba encima de la cabeza.
El inglés por su parte, sujetaba una banqueta con intenciones aviesas mientras su cara se abotargaba más y más, quedándose sin oxígeno...eso sí...el poco hálito de aire que quedaba en los pulmones del inglés lo empleaba en su eterna cantinela: "Fuckin'...Fuckin'...Fuckin'...".
Patadas voladoras, torsiones, tenazas con las piernas...un auténtico espectáculo que recordaba a los enfrentamientos entre Hulk Hogan, El Último Guerrero, El Enterrador...casi se podía escuchar de fondo la narración de Héctor del Mar...

Una auxiliar llegó junto al compañero que miraba la escena ensimismado desde la puerta, y le preguntó:

- ¿Qué haces ahí parado?...¡¡Haz algo!!

El otro enfermero inspiró profundamente, entró con decisión en la habitación...¡¡y sujetó al inglés para que su compañero pudiera derrotarlo con mayor facilidad!!
La escena se completó con la llegada de un par de enfermos que le tenían ganas, y se lanzaron encima suya "a bomba" o como se dice por estos lares..."al pechaso". Cuando la melé ya empezaba a adoptar tintes épicos con la llegada de más y más "luchadores",  llegó un último refuerzo inesperado...el guardia de seguridad, al más puro estilo Big Boss Man haciendo virguerías en el aire con la porra....Un día glorioso para la lucha en nuestro país...nadie puede con la Furia Española: sólo hicieron falta siete u ocho para reducir al inglés...Y es que ya lo dijo el sabio Don Anselmo en alguna ocasión...
"¿Ingleses?...son todos unos hijos de la gran...bretaña".