jueves, 24 de enero de 2013

PRESSING SAS




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La vida seguía como si nada hubiese pasado en aquel caótico hospital y en esa saturada sala de Medicina Interna en concreto. La sensación de "achique de agua" del personal sanitario con respecto a su trabajo diario, apesadumbraba a más de uno, y la situación empezaba a ser tensa...los ánimos se encrespaban y las paciencias dejaban atrás los límites preestablecidos por cada uno, manifestándose en estallidos de ira, malas contestaciones y enfrentamientos dialécticos en cualquier rincón o habitación.
¿Los recortes? ¿La falta de medios? ...todo aportaba su particular granito de arena, aunque la encomiable profesionalidad de los trabajadores era suficiente para manener cierto orden dentro del caos provocado por la administración.
Y en estas que llega un ingreso: inglés, para más señas, y nada...absolutamente nada "castellanoparlante".
Si ya es complicada la comunicación con un "guiri", más lo es si está enfermo... y si encima está desorientado y agitado...¡apaga y vámonos!.
Así se encontraba el señor Sanders, en la habitación de aislamiento profiriendo toda clase de gritos e insultos (en su exquisita y distinguida lengua materna, eso sí) a cualquier persona que pasaba por los pies de su cama y vestía bata o pijama blanco.

- ¡¡Fuckin'.....Fuckin'.......Fuckin'....!!.......- vociferaba escupiendo diminutas gotas de saliva, a cada lindeza que se le venía a la boca.

El estado de agitación del paciente se transmitía en los relevos de enfermera a enfermera...y en un principio nadie daba crédito a lo contado...

- Seguro que estás exagerando...no puede ser. Hay que ser comprensivos...que está lejos de su casa....que no entiende el idioma...¡¡seamos más humanos, leñe!!
- Sí, si...humanos...ya me cuentas mañana en el relevo...

La enfermera en cuestión, acudía a la habitación del Sr. Sanders con la mejor de sus sonrisas profident, cargada de buenas intenciones y mejores modales...y a cambio, el Sr. Sanders se defecaba en su prostituta progenitora en menos de dos segundos, arrojándole de paso todo objeto susceptible de ser volteado. Además, con saña: atinando con milimétrica puntería en las zonas más dolorosas de la anatomía humana.
Así, relevo tras relevo, día tras día....la plantilla de enfermeros, auxiliares y médicos, soliviantados, empezaban a contestar al Sr. Sanders, y tras alguno de sus famosos improperios, los más "quemados" le respondían con un "¡¡Fuckin' you con tu p.m.!!"...o un "¡¡yo me cago en la Reina Isabel, y el p...Buckingham Palace!!" o "te vi mandá a la Torre de Londres de una guantá".
Cierta tarde, con toda la planta (incluídos enfermos) en serio estado de rebelión ante la actitud del "guiri de m..." (como ya lo conocían)...uno de los enfermeros más en sintonía con el sentimiento pacifista "flower power-age of aquarius-give peace a chance", trató de poner orden y calma:

-Tranquiloooos...no os alteréis...sé inglés y puedo entenderme con él. Que no llegue la sangre al ríoooooo....seguro que es un señor adorable...¡¡vosotros es que no tenéis mano izquierda!!

Así que ni corto ni perezoso se dirigió a la habitación con idénticas buenas intenciones que sus compañeros anteriores...al cabo de unos minutos, se escucharon golpes y gritos.

-¡¡Fuckin'...Fuckin'...Fuckin'...!!
-¡¡Fak yu, cabroneichon...gou jel güit yur faked mader!!...I KIIIIILLLL YUUUUUUUU!!!!!

Alertados por el escándalo, otro compañero llegó al umbral de la puerta para descubrir una escena propia del Pressing Catch...el enfermero sujetaba el cuello del inglés entre el antebrazo y el pecho mientras con el nudillo de la otra mano le frotaba encima de la cabeza.
El inglés por su parte, sujetaba una banqueta con intenciones aviesas mientras su cara se abotargaba más y más, quedándose sin oxígeno...eso sí...el poco hálito de aire que quedaba en los pulmones del inglés lo empleaba en su eterna cantinela: "Fuckin'...Fuckin'...Fuckin'...".
Patadas voladoras, torsiones, tenazas con las piernas...un auténtico espectáculo que recordaba a los enfrentamientos entre Hulk Hogan, El Último Guerrero, El Enterrador...casi se podía escuchar de fondo la narración de Héctor del Mar...

Una auxiliar llegó junto al compañero que miraba la escena ensimismado desde la puerta, y le preguntó:

- ¿Qué haces ahí parado?...¡¡Haz algo!!

El otro enfermero inspiró profundamente, entró con decisión en la habitación...¡¡y sujetó al inglés para que su compañero pudiera derrotarlo con mayor facilidad!!
La escena se completó con la llegada de un par de enfermos que le tenían ganas, y se lanzaron encima suya "a bomba" o como se dice por estos lares..."al pechaso". Cuando la melé ya empezaba a adoptar tintes épicos con la llegada de más y más "luchadores",  llegó un último refuerzo inesperado...el guardia de seguridad, al más puro estilo Big Boss Man haciendo virguerías en el aire con la porra....Un día glorioso para la lucha en nuestro país...nadie puede con la Furia Española: sólo hicieron falta siete u ocho para reducir al inglés...Y es que ya lo dijo el sabio Don Anselmo en alguna ocasión...
"¿Ingleses?...son todos unos hijos de la gran...bretaña".