jueves, 9 de septiembre de 2010

UNA DE CHORIZOS...


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El suave traqueteo del carro de la ropa empujado por las auxiliares de Medicina Interna era el "toque de diana" oficial en la 3ª Planta, y de ésta dulce manera los pacientes abandonaban su descanso (unas veces reparador, otras no) para iniciar una vertiginosa jornada de visitas de familiares, pase de sala, toma de tensiones y de temperatura, y en muchos casos, aseo y curas.
El odioso sonido de un timbre cada cinco minutos, acrecentaba la sensación de estrés, de laborioso y constante trabajo por parte de un personal mínimo, pero eso sí, de infatigable trabajo.
Nada parecía haber cambiado entre las cuatro paredes de la unidad. Cada día unos se iban a casa, otros se iban con San Pedro, y algunos ingresaban rezándole no sólo a San Pedro, sino a todos los santos del cielo, por abandonar la sala a la mayor brevedad posible y de una sola pieza.
Y allí, en mitad de esa escena de atropelladas idas y venidas de pijamas blancos, de rostros cansados, sudorosos y crispados....destacaba una escueta figura entre todas las demás.

Pequeño, raquítico, de tez morena, descalzo, con un pijama celeste cuatro o cinco tallas mayor de lo que debiera,...se asomaba a duras penas por el mostrador del control de enfermería, enseñando tan sólo la nariz y la parte alta de su cabeza.
- Mushashaaaaaaaa.....mushashaaaaaaaaaaaa.
A veces acompañaba su llamada, con el insistente golpeteo de sus huesudos nudillos sobre el mostrador, como el que pide la atención de un camarero en el bar antes de dar buena cuenta de una tapa de ensaladilla rusa con una cerveza.
- Muuuu-shaaaaa-shaaaaaaaaaaaaaaaaaa......MUUUSHAAAASHAAAAAA
Una auxiliar, mientras seca el sudor de su frente con el dorso de su enguantada mano, le pregunta.
- Qué quieres, Jose Manuel....
- Ujté perdone, zeñora, que ujté zabe que no quiero molestá ni na porel ejtilo, ¿zabusté?....ej que verá....ejta mañana ma levantao mu má...me ziento como zi tuviera unaj cuantaj bola de hachí en el istintino...no ze pienze ujté mal, que yo no ej que zepa lo que é ezo, fartaría má, que yo zoy una perzona dezente, porque a mí menzeñó mi agüela Zunzión que Dió la tenga zu gloria quen la vida había que sé desente, honrao y trabajadó, ¿zabusté?. Y yo intintao sé desa manera de sé, pero mi primo er Zequié me metió en la droga y he zío mu mala perzona y hecho de zufrí musho a mi mama, ar papa y a mi güela Zunzión, que Dió la tenga zu gloria, que yo la quería una jartá....

- Bueno, qué quieres...
- responde impaciente la auxiliar.
- No zenfade zeñorita, quejque a veze me aturullo y ze me va la pelota y no zé lo que quiero disí, ¿zabusté?...güeno, lo que disía.....que tengo una jambre que me comía er corchón de mi cama, ze lo uro por undibé, ze me caigan lo zacai a peazo zi miento.....
- Jose Manuel, son las 8 y media de la mañana...queda sólo media hora para que venga el carro con los desayunos....anda, vete un ratito a tu cuarto, ya verás cómo se te pasa.

- Grazia, zeñorita....¿no tiene un colacaíto que darme? Zi e na má que un momentito, ej que tengo un ruío de tripa que no pueo con é, ¿zabusté?...

- Chiquillo, te acabo de decir que te esperes un ratito, que estamos ocupados todos. Aguanta media horita como todo el mundo...

- Vale, vale, zeñorita, ujté perdone, ujté perdone....
El Chori, abandona el mostrador, con una mano sobre el estómago y cara de perrillo maltratado...y la auxiliar se siente conmovida....
- Espeeeeeraaaaa......te voy a dar un zumo, ¿vale?....por lo menos engañas al estómago un rato.
- Musha grazia, Dió ze lo pague, zeñorita, é ujté mu amable, ajolá la gente fuera asín, desa forma de sé....

Tras unos segundos esperando, aparece la auxiliar con un vaso de plástico en la mano lleno de zumo de melocotón.
- Aquí tienes.
- Sha grazia, zeñorita....uy, ujté perdone, zeñorita, ej que verá ujté.....cuando yo era shiquetito me cogí una empashera malacatone, y dejdentonse mase daño er sumo de malacatón. ¿No limporta ujté darme un sumito de piña, o un mojcatelito...? zi tiene colacaíto musho mejó....

- Jose Manuel, que tengo mucho trabajo....espérate....te doy un zumo de piña.

Mientras la auxiliar vuelve adentro, el Chori se toma el vaso de zumo de melocotón y lo tira posteriormente a la basura, secándose la boca con la manga del pijama.
- Aquí tienes...¿conforme?
- Sha grazia, zeñorita, e ujté mu amable....

- ¿Qué has hecho con el zumo que te dí antes?

- Ze lo ha llevao ujté padentro, zeñorita, lo habrá dejao ujté por ahí....

La auxiliar algo desconfiada, termina por pensar que ya tiene la cabeza saturada y seguramente el Chori tenga razón, así que decide seguir con su trabajo porque no puede seguir perdiendo el tiempo discutiendo por un zumo.
Zé Manué se termina el zumo de piña y dedica a los presentes un enorme eructo seguido de un "qué bien mazentao".

Al cabo de un par de horas, y con mucha menos actividad frenética en el pasillo, aparece una señora mayor empujando un carro de compra, lleno hasta los topes de ropa...
La señora se dirige al control y pregunta
- Buenos días....¿quién está hoy por aquí?
Una chica, que parece nueva, le recita los nombres de sus compañeras, mientras la señora le responde...
- ¿Te leo la buenaventura?.... y continúan conversando. Zé Manué, que conoce a la señora vendedora ambulante de ropa, vigila la escena...se acerca al mostrador y le pide a la chica nueva..
- Zeñorita, ¿me puede poné una llamaíta a un teléfono que le ví a dá? ejque tengo que hablá con mi primo Zequié, ¿zabusté?..
Tras marcar el número que le facilita Zé Manué, la enfermera vuelve adentro para revisar la "mercancía" que trae la señora en su carro. Dentro del control, se escucha el jolgorio del personal mirando y probándose ropa.
Zé Manué conversa por el teléfono...
- Zequié....zoy yo, er Chori. Cúshame...vente pacá...zi....palospitá...zi....no, no zuba. Tu quéate debajo la ventana de ayé....zi....por donde te tiré la borsa con lo zobao y laj galleta....zi.....po ahí mijmo....enga,...dió, Zequié.
Cuelga y sigue observando la escena...pasan varios minutos y parece que hoy hay buena venta en la planta. La chica nueva sale fuera, con un pijama algo hortero metido en un plástico transparente y el Chori le da las gracias por dejarle llamar por teléfono y acto seguido le dice....
- Zeñorita, un úrtimo favó zi e ujté tan amable.....¿me pué traé un vaso de sumo?.
La chica deja el pijama tras el mostrador y entra de nuevo. Momento que aprovecha el Chori para encaramarse al mismo, coger el pijama recién comprado, y metérselo bajo la blusa.
- Aquí tienes.
- Grasia....uy, ujté perdone....zi no limporta me pué dá mejó sumo de piña, ej que verá ujté, cuando yo era shiquetito....

- Sí, si, si, me lo han dicho, me lo han dicho....
El Chori repite magistralmente la maniobra de distracción de los dos zumos, y se va pies en polvorosa en dirección a su habitación.
Abre su armario, saca una bolsa repleta de sobaos, y galletas, se asoma (no sin esfuerzo) a la ventana y grita....
- Zequiéééééééé.....
- Aquístoy, Choriiiiiii.

- Cógelo y ten cuidao no ze vayan a rompé laj galletaaaa....
- y dicho esto, lanza por la ventana la bolsa.
- Ya lo tengooooo....
Saca del armario una bolsa aún mayor y más pesada y repite la acción.
- Ahora coge ejto con cuidao....que é una changüichera, unaj caja de sumo y de leshe, y unos borso de zeñora.
La changüichera ze la vende ar Chino, zácale 40 uro pol lo meno....
Por último, grita de nuevo a su compinche.
- Zequiééééé....
- ...¿qué quiereeeee?....
- Toma ejto....ej pa mi Chana, le dise de mi parte que no zamaorvidao er niverzario de novio...que le tenía comprao ejte pijama dejde hase tiempo, pero como mapuejto malo, no za lo he podío envorvé en papé de regalo. Le dise que ma cojtao musho dinero y que la quiero una jartá..

- Valeeeeee, yo ze lo digoooooooo...

Y dicho esto, el Chori lanzó por la ventana el pijama, se despidió de su primo Zequié y se sentó en el sillón de su habitación bajo la mirada atónita de sus compañeros de habitación y familiares. Ante la inquisidora actitud de los presentes, el Chori respiró hondo y con solemnidad respondió...
- Lo ziento....no me quean má galleta pa ujtede.