martes, 12 de junio de 2012

EL RETON-NO DEL HIHO DE LA FEN-NANDA (Especial Cuarto Aniversario de "El Preticante")

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Tras el intento fallido de cateterismo por el cúmulo de desaciertos y desgracias de aquella mañana, en el ánimo de Paco Penas volvió a nacer la inseguridad y el desasosiego. Quizás de nuevo su suerte empezaba a torcerse después de una temporada relativamente tranquila para su integridad física....aunque en el fondo se resistía a pensar que todo respondía a una nueva alineación planetaria en su contra. No, no podía volver al fatalismo: todo había sido un simple error. Desafortunado, pero error al fin y al cabo.
Y dentro de lo que cabe (se dijo a sí mismo para autoconvencerse), al menos acabó en Málaga en vez de en Cádiz...podía haber dado con sus huesos en Ponferrada, o en Irún....¡quién sabe! Ya puestos a hacer kilómetros....
Decidido a no dejarse amedrentar por los acontecimientos, Paco volvió a la rutina de su ingreso en Medicina Interna y sus animosas charlas con su compañero de habitación, Seymour Paxon.
La nueva jornada lo incitaba a afrontarla con energía..no era el mismo de antes, la mala suerte era cosa del pasado.

A la llegada de la tarde, Paco recibió una nueva noticia: iban a hacerle una Ecocardio.

- Es una ecografía del corazón, Francisco. .- le aclaró con solemnidad una enfermera.
- Gracias por la información...¿y saben cuándo me la van a hacer?
- Eso no depende de nosotros. Nos tienen que llamar desde la consulta de Cardiología a lo largo de la tarde.

Así que nuestro protagonista asumió que la espera sería larga. Tomó el periódico en sus manos y se sumergió en la lectura para paliar el tedio.
Un par de horas después, la misma enfermera le comunica:

- Francisco, nos han avisado de Cardiología. Ya te mandamos con el celador abajo.
- ¡Fantástico! ¿Durará mucho la prueba?
- Naaaaaaaaaa!! Cuando menos te lo esperes estás de vuelta, ya verás.
- Eso espero.

Y pasaron los minutos, y los minutos, y los minutos...un poco extrañada por la tardanza del celador, al que ya habían avisado mucho antes, la enfermera llamó al teléfono al cuarto de celadores.

- Digaaa??
- Hola, te llamo de Medicina Interna. Hemos llamado al celador de la Tercera para que se baje a un paciente a Ecocardio...¿sabes si pasa algo?
- Bueno, si....es que verás...el chaval es un poco nuevo y está algo perdido.
- ¿Un poco nuevo? ¿Cómo de nuevo?
- Es su primer día....ya se nos ha perdido un par de veces. Pero vamos...que iba para arriba...
- Bueno, mira....para ir adelantando tiempo, dejo al paciente en un carrito sentado en la 312, y que se lo baje rápido.
- Si lo veo se lo digo.

Paco Penas se sentó en la silla de ruedas con impaciencia y pidió una pastilla para un fuerte dolor de cabeza que acababa de instalarse en su cabeza a golpes de martillazos inmisericordes. La luz le molestaba, así que con su mano derecha apoyada en su frente, tapaba la luz a modo de visera sobre sus ojos. Le parecía ver fogonazos de colores...alucinaciones visuales a las que ya estaba acostumbrado.

- Maldita migraña...- protestaba.

Empezó a caer en un agradable sopor que invitaba al sueño....y cuando menos lo esperaba parecía estar soñando...se vió en su anterior ingreso en Medicina Interna....y escuchaba la inconfundible risa de su compañero de entonces: Zé Manué, er "Chori"..."ja-ja-ja-ja"
Incluso lo oía intentando "camelarse" a la enfermera del turno...
" Fuuu....zeñorita, no vea la que pazao pa llegá aquí. Me zubí nelanzenzó y como no zabía onde ejtaba ejto, le di a to loj botone...¿zabusté?....como cuando uego a laj máquina tragaperra, que le doy porrazo a toj lao...y ar finá me metí en la capilla...¿zabusté?"
La voz parecía muy real...casi diría que estaba a pocos metros suyas....una auténtica pesadilla...intentó no pensarlo mucho y diciéndose "esto es solo un sueño", trató de calmarse.
Y justo cuando parecía que el sueño lo atrapaba de nuevo....

- AMIGAAAAAASHOOOOOOOO!!!! ¿¿¿CAZE TU AJQUÍÍÍÍI´?????

Paco Penas dió un salto que casi le hace trastabillarse con la silla y caerse de lado.

- ¿¿¿Cómo??? ¿¿Jose Manuel?? ¿¿tú otra vez aquí??
- Zííííí.....ajquí ejtoy, calegría máj grande ma dao de verte, Amigasho, te lo uro por mi Chana y por mi güela Zunción quen er pá dejcanse....
- ¿Se murió tu abuela?
- Nooooo, Amigasho....ej que está en er pá cabierto mi tío er Guan, er "Zacai", un pá nuevo que tiene mu güen ambiente...y pa no dejá zola a mi güela Zunción, que con la dirbetis zamaqueao siega de loj do ohos y de una oreha, po ze la lleva con é, y la mete en el armalzén pa que dejcanze.....
- Una señora tan mayor, allí metida...eso es un peligro.
- Ja-ja-ja-ja...Un peligro é par negosio...que la güela ze jincó lotro día doj botella de pampero ella zola...ja-ja-ja.ja.
- Bueno ¿y qué haces aquí? me habian dicho que estabas en la cárcel.
- Zííííí...pero man rabilitao porque me metí nun pograma ejpesiá, y noj daban clase pa trabajá de seladore en istitusione zanitaria...y como ha zío mu güeno, mu formá....po man ashicao la condena....y man llamao pa trabajá ajquí....¿tumentiende?..pero güeno, no me pregunte má que yo venío pa llevarte a zerte una cografía de eza.
- ¿No sería mejor que me llevara otro?
- Noooooooo, tu fíate de mí, que ma zacao er can-né de condusí carrito...ja-ja-ja-ja....te bajo der tirón, Amigasho.....agárrate que tenemo priza....
- Virgencita, que me quede como estoy.....

Y mientras imitaba con su voz el chirriar de un neumático de coche al derrapar...el Chori empujó el carrito a gran velocidad por el pasillo camino de los ascensores.
El Hijo de la Fernanda había vuelto a "casa".

(NOTA DEL PRETICANTE.: Mi agradecimiento a todos los que nos habéis acompañado a Paco Penas, el Chori, Basilio....y a mí durante estos cuatro años de blog. Esperamos cumplir muchos años más junto a vosotros y que sigáis siendo tan fieles lectores como hasta ahora. ¡¡UN MILLÓN DE GRACIAS!!)






sábado, 2 de junio de 2012

EL VIAJE A NINGUNA PARTE

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Tras varios días inmerso en la vorágine de la dinámica de aquella planta de Medicina Interna, sin apenas ninguna cosa que hacer o digna de mención, el aburrimiento se apoderaba de Paco Penas, que veía pasar las horas lenta y cansinamente, y al que la compañía del nuevo y pintoresco inquilino (el señor Paxon) ya no aportaba nada más que conversación (que no es poco, todo sea dicho, dadas las circunstancias).
El caso es que Paco llevaba ya muchos días aguardando a "no se sabe qué", por "no se sabe qué"...algo por otra parte que era bastante habitual en esa planta entre los pacientes....era típica la conversación de pasillo entre dos pacientes parecida a esta:

-  Oiga, ¿y usted por qué está ingresado?...
- Psééé.....no sé....para eso me han ingresado, para saberlo.
- ¿Y tienen que hacerle algo?
- Psééé....no sé....ahora me lo dirá el médico....
- ¿Y qué médico es el suyo?
- Psééééééééé.....un día uno....al siguiente otro.....pasado mañana vaya usted a saber....
- ¿Y se quedará usted aquí mucho tiempo?
- Pséééééééééééééé......qué quiere que le diga....aquí hay gente ingresada desde que Don Gregorio Marañón estaba en la tuna de la facultad de medicina, oiga....

Viendo el panorama, era lógico pensar que la intranquilidad de Paco fuera en aumento, al no vislumbrar ningún tipo de avance en su proceso.
Pero todo cambió la mañana en que le anunciaron que iban a realizarle un cateterismo. Después de su crisis cardiaca que le había empujado a las oscuras profundidades de la UCI tiempo atrás, su médico consideraba oportuno realizar dicha prueba para "quedarse tranquilo".

- ¿Quedarse tranquilo?- pensó Paco.- ¿se refiere a mí o a él?

Aun con sus resevas habituales, nuestro protagonista no vio con malos ojos hacerse la prueba en cuestión, ya que entre otras cosas además de "fomentar la tranquilidad" (suya, del médico....o de ambos) le sacarían de esa triste rutina hospitalaria y le permitiría abandonar el hastío aunque fuera durante unas horas.
Y así fue como Paco se preparó a conciencia....lo trasladarían temprano al Hospital de Referencia para hacerle el cateterismo, lo cual implicaba un viajecito de una hora y media en ambulancia.
Se aseó cuando aún no había salido el sol, y esperó pacientemente a que vinieran a recogerlo.
Y a eso de las ocho de la mañana, suena el teléfono de la planta.

- Medicina Interna, dígame.
- Hola....soy la ambulancia....¿ha llegado ya el enfermero de traslado?
- No, todavía no.
- Pues dile que estoy aquí abajo esperando.
- Vale.

Tras varios minutos de espera, aparece un chico joven, con ropa de calle cubierta por una impoluta bata blanca.

- Hola, soy el enfermero de traslado. Vengo a recoger a un paciente....
- Sí, allí están los papeles....hoy hay un par de traslados....
- Ah, no sé, yo soy nuevo....a mí me han dicho que teníamos que hacer un traslado a Málaga...
- Bueno, mira entre los papeles...te tienes que llevar a Francisco Peña

En el casillero de peticiones, más de cinco de ellas amenazaban con caerse, y de hecho, ante la torpeza de manos del nuevo enfermero de traslado, se precipitaron al suelo...
Nerviosamente, trasteó los papeles, sacó uno de los volantes.....lo puso frente a sus ojos y leyó en voz alta:

- Francisco Penas Cruz....
- Ese soy yo.....- dijo Paco que esperaba tras el mostrador.
- Vámonos....

Y dicho esto abandonaron con celeridad la planta, porque "había prisa y llegaban tarde"...en el casillero de peticiones quedó una con el nombre de Francisco Peña, el paciente que realmente debía trasladarse a Málaga.
Fue justo cuando llegaban al centro malagueño, cuando Paco sugirió con timidez al enfermero....

- Juraría que me dijeron que el cateterismo me lo hacían en Cádiz.
- No, no....yo tengo en los papeles que es aquí en Málaga....¡Pepe! .- le dijo al conductor.....- ¿Tú que tienes en tu petición? Málaga...¿a que si?
- Málaga, si.- contestó Pepe..- Francisco Peña.
- Eso Francisco Penas.....
- No, no...Penas no....PEÑA.

El enfermero miró fijamente la petición que tenía en sus manos y sus ojos se abrieron como platos, y sin apartar la vista del papel, preguntó al conductor....

- ¿Cuál es el nombre completo del paciente, Pepe?
- Francisco Peña Martínez.
- La virgen.....