viernes, 21 de septiembre de 2012

ANTZ...Crónica de una Invasión

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  CRÓNICA DE GUERRA:    Septiembre de 2012. Medicina Interna.

"Al alba y con fuerte viento de levante, más de un centenar de hormigas perfectamente preparadas, entrenadas y dispuestas para el combate cuerpo a cuerpo, subieron desde la unidad de Pediatría, en la segunda planta del Hospital, a través de una red de túneles de perfecta excavación milimétrica, y sin previo aviso entraron en la habitación 307, parapetándose en el factor sorpresa, para poder reducir a los pacientes que aun descansaban después de una atareada y ruidosa noche en Medicina Interna.

Con agilidad y suma destreza, este Grupo de Operaciones Especiales Hormiguísticas, trepó con sigilo hasta la cama de la señora que en ese momento no era consciente del peligro que la acechaba. De igual manera, parte de ese grupo optó por introducirse  en el cajón de la mesilla de noche (sin encontrar oposición alguna), donde reposaban unos incautos e infelices paquetes de galletas, y un inocente cuarto de jamón york resguardado en papel de estraza.

A la voz de "se mueva nadie, esto es un asalto", una treintena de hormigas tomaron por la fuerza a dichos rehenes, desnudando impunemente al jamon york que temía por su integridad moral y física ante las lascivas miradas del comando en cuestión.
Como era de esperar, el grupo armado se empleó con mucha dureza y pocos escrúpulos para dar rienda suelta a sus licenciosas pretensiones, tomando al jamón york como principal reclamo de sus más oscuras perversiones.

En pocos minutos, un auténtico ejército de hormigas tomaba la habitación al completo, trepando por las camas de todas y cada una de las enfermas, gritando, y mostrando la algarabía comprensible por la plaza conquistada: la 307 era suya.

En el estar de enfermería saltaron las alarmas, y se puso en marcha el Dispositivo de Emergencia por la Salvación Nacional, también conocido coloquialmente como "Operación Llamada al Supervisor de Guardia", que (ante la gravedad de los hechos) no tardó en hacer acto de presencia.
Debido a que era fin de semana (o mas bien con la escusa de que era fin de semana), los recursos disponibles eran limitados y poco efectivos. Se optó por llamar en primer lugar al Cuerpo de Limpieza, glorioso grupo de operaciones y logística, capacitados en un principio para pisotear a algunos efectivos con el zueco (labor en la que colaboró el mismísimo Paco Penas, entre otros) o a lo más, arrastrar con el mocho el máximo número posible de invasores... pero esta opción era a todas luces insuficiente, dada la velocidad de propagación de las tropas enemigas.
Por tanto se optó por el Plan M...Mantenimiento.....El Escuadrón de Mantenimiento (célebre por las recordadas batallas vencidas en los famosos apagones de planta o cisternas que no paran de echar agua), tan sólo disponía de una poderosa (eso sí) arma aire-tierra: la sinpar pistola de silicona, con la cual se selló el acceso de la marabunda a través del 307, y se pudo así aislar a los invasores en dicha habitación...ya solo quedaba acabar con ellos, en una tremenda guerra de desgaste, en la que los defensores no podían disponer de sus poderosas armas químicas (Casa Jardín, Baygon, Raid) porque existe una normativa de Naciones (sanitarias) Unidas, que impide el uso de este tipo de armamento por los daños colaterales que pueden causar. La batalla pues, sería cuerpo a cuerpo... había que calar bayonetas.

Muchas fueron las horas que transcurrieron, en las que se obligó al invasor hormiguístico a retroceder hasta el cajón de la mesilla del 307-3, donde se hicieron fuertes, respondiendo con amenazas de acabar con lo rehenes que les quedaban: los dos paquetes de galletas....el cuarto de jamón york, desgraciadamente, perdió la vida y se quedó en un octavo medio comido.
Ante dicha amenaza, Cocina puso el grito en el cielo...."¿un par de paquetes de galletas? Ni hablar".... ¡había que recuperarlos!...eran el Soldado Ryan de esta guerra.
Finalmente un sorpresivo asalto alevoso de tropas defensoras especiales en el cajón de la mesilla, desbarató el secuestro, devolvió la libertad a las galletas y provocó la huída de las huestes invasoras.

El acceso de entrada de la 307 sigue sellada y es vigilada continuamente por las tropas de Medicina Interna....aunque se han detectado grupos dispersos de hormigas en la 305, y otras habitaciones....
Miembros de Defensa de Medicina Interna han declarado: " Creemos que esto no ha acabado,...sentimos que nos están rodeando y poco a poco se acercan a nosotros...pueden salir por cualquier sitio...este lugar está infestado de túneles".
Pero de momento la paz ha vuelto.... hasta Dios sabe cuando.

P.D.: Esta tarde son los funerales del cuarto de jamón york... su apenada dueña agradece la asistencia de todos aquellos que lo conocieron en vida, y ruega se eleven oraciones por su alma."

jueves, 6 de septiembre de 2012

CINCUENTA SOBRAS DE BUEY

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Desde hacía unos días, aquella sórdida unidad de Medicina Interna había cambiado. Era un cambio sutil, apenas perceptible para cualquier pobre alma que diera con sus tristes huesos en alguna cama de aquel pasillo...pero para Paco Penas, ese cambio era perfectamente identificable.
Los trabajadores bromeaban, se divertían, hacían comentarios picantes...nada de esto pasaba inadvertido, pero...¿cuál era el motivo?.

- Uyyy...¿tú ya lo has leídooo? - preguntaba una enfermera a otra.
- Síííííííí...no me pierdo las otras dos parteees....jijijiji.....- contestaba mientras se ruborizaban sus mejillas.

¿A qué se referían? ¿Qué tipo de joya maestra de la literatura universal y galáctica de todos los tiempos habidos y por haber, había provocado esa actitud tan....desinhibida? ¿La Pasión Turca? ¿Un tranvía llamado deseo? ¿Las Edades de Lulú?...Paco no podía con su curiosidad y preguntó.

- ¡Cincuenta Sombras de Grey, Franciscooo! ¡Por Dios! ¿no lo has leído? ¡Te lo voy a dejar! - dijo la enfermera.
- Me vendrá bien...necesito algo de lectura sosegada...
- Sí sí...sobre todo sosegada...jijiji...

Y se marchó con un ejemplar bajo el brazo hasta la habitación. No había dormido bien esa noche, así que decidió que tras la comida, disfrutaría de una merecida siesta, y ya por la noche empezaría a leer esa novela. Mientras tanto, fue su mujer Pepi la que tomó en sus manos el libro, y con actitud desconfiada, se colocó sus gafas de ver y comenzó a leer.

En la planta había surgido un nuevo problema con Cocina:

- Medicina Interna, ¿dígame?.
- Hola, te llamo de Cocina...es que tenemos algunas dudas sobre las dietas.
- A ver dime...
- La 312-2 tiene una dieta sin sal, diabética, de protección hepática y gástrica, sin residuos, coronaria baja en grasas e hipocalórica. Además, no quiere yogurt...¿qué le ponemos para el almuerzo? ¿Una babucha hervida? 
- No, tiene que haber un error...se nos han mezclado dos dietas...verás la del 312-1 es una molida.
- Ah, que encima es molida...entonces nos olvidamos de la babucha...mejor un calcetín....
- No, no, ...el 312-1 es solamente proteccion hepática y baja en grasas....y no quiere cerdo.
- ¿Una dieta musulmana?
- No, no, es inglés....inglés de Inglaterra, vamos....
- Si, ya...que no es inglés de Nueva Zelanda, lo he entendido...entonces, no quiere cerdo
- No,  pero está harto de que le pongan siempre pollo...¿le podéis poner otra cosita?
- ¿Que sea bajo en grasas y no sea pollo?...carne de acelga...(no te jode)....¿y si era baja en grasas por qué le mandaban cerdo?
- Porque no era baja en grasas hasta hoy...hoy ya si lo es
- Hoy ya es musulman...
- Es yihadista, tío listo...

 La conversación subía en decibelios y tensión, y terminó con un golpe de auricular contra el teléfono...
El encargado de Cocina, echó un vistazo a su alrededor y decidió aderezar la bandeja del almuerzo de varios enfermos de Medicina Interna con algunas sobras que quedaban de carne de difícil catalogación...la venganza estaba servida.
Bajo la denominación de "estofado de mil delicias", las caras de los pacientes mostraban una mezcla de repugnancia y sorpresa al levantar la tapa de sus bandejas...
- ¿Pero qué zeto? - exclamaban arrugando la nariz, mientras un bofetón olfativo y de vapor inundaba sus rostros.

El dichoso estofado de mil delicias, provocó mil ardores, motivando que muchos cambiaran de planes, y en vez de la siesta, decidieran acudir al mostrador de enfermería a por una ronda de almax, y optaron luego por dar largos paseos a lo largo del pasillo para "echar la comida pa' bajo".
Seymour, el compañero de habitación de Paco Penas, fue uno de los damnificados por las "Sobras de Buey" (como ya las habían bautizado jocosamente el propio personal de enfermería de la planta), así que en ese momento Paco vio el cielo abierto para una reconfortante siesta...pero....

- ¿Pepi?...¿Pepi?...¿por qué me miras así, Pepi?...¿Por qué mordisqueas la patilla de tus gafas y me miras como si fuera una pata de jamón?...¿Pepi, a dónde vas? ¿¿Qué haces, loca??...que estamos en un hospital, Pepi....no, no...¡¡los pantalones no!!...¡¡no cierres la puerta, Pepi....que nos van a descubrir!!....Mujer, ¿pero qué te han dao?...¿y con sólo medio libro estás así?....Pepi ¿por qué pones ese sillón detrás de la puerta? Esto no está bien, mujer.... Dios bendito...¡¡deja de leer!! ¡¡DEJA DE LEEEER!!....nononononono....mmmm...bueno, vale, vale...sigue leyendo un poquito si quieres....Dios bendiga la culturaaaa....