viernes, 25 de diciembre de 2009

CUENTO DE NAVIDAD (y III)


Si en algún momento de su convulsa vida, nuestro protagonista había tenido dudas sobre lo que quería decir la expresión "quedarse con un palmo de narices", sin duda fue en aquél fugaz momento en el que Paco Penas lo descubrió a su pesar.
El escueto instante en que el Fantasma de los Ingresos Presentes habia hecho acto de presencia para luego volatilizarse casi de inmediato, dejó a Paco con un amargo sabor de difícil descripción. Por una parte se sentía aliviado por la facilidad con que dicho sujeto había decidido postergar sus obligaciones extraterrenales, pero por otra sentía la curiosidad extrema de conocer el por qué de tanto devaneo etéreo de una lado para otro sin saber cómo ni por qué, ni cuándo cesarían las fantasmagóricas visitas.
El hecho de observar atónito cómo el Fantasma de los Ingresos Presentes se daba la vuelta y se alejaba silbando una alegre melodía carpeta en mano, privó a Paco de los más elementales argumentos para seguir esperando a la tercera visita.
¿Qué tipo de lugar era ese en que hasta los fantasmas no cumplían eficazmente con su trabajo? ¿es que acaso existía algún Director de Fantasmas que coordinaba con insultante manga ancha las actividades de los entes ectoplásmicos?
Paco Penas volvió a su habitación y se dejó caer en la cama, sin deshacerla no fuera a aparecer de nuevo el segundo fantasma arrepentido de haberlo dejado en la estacada.
Pero no fue así. El segundo espectro seguría posiblemente inmerso en sus "ocupaciones fantasmas" y no volvió a asomar la nariz por la planta.
Tanto es así, que Paco Penas se quedó de nuevo dormido hasta que las señales horarias volvieron a despertarlo. Las tres de la mañana.
De nuevo la incertidumbre y el pánico disputaban la frágil mente de Paco que se debatía entre la curiosidad que inmovilizaba sus piernas, y el pavor más desgarrador que le impulsaba a salir corriendo por el pasillo en busca de los ascensores.
Y en medio de esa dicotomía, de nuevo una figura aparece en los pies de la cama de nuestro protagonista.
Un señor de mediana edad y baja estatura, alopecia galopante, barba incipiente, ojillos pequeños tras unas pequeñas gafas, nariz ancha, rocín flaco y galgo corredor (2).
Buenas nocheeees. Bu-buenas no-noches....¿cómo está usted?...bi-bien, ¿es usted el Fantasma de los Ingresos Futuros....pues si, pero prefiero que me llamen Don Manuel....d-de acuerdo.....
Dicho esto, el fantasma en cuestión depositó una carpeta negra con el número 305-2 encima de la cama, y empezó a ojear la historia médica de Paco Penas.
A ver, a ver....uy, hace mucho que no le hacen un electro, Don Francisco. Yo le mandaría uno al día, pero claro.....después los enfermeros harían lo que les dé la gana.....si.....un poquito de disnea, por lo que veo ¿que tal si le ponemos spiriva?...no sé, mejor no, no vaya a ser que los diabólicos enfermeros le obliguen a tomárselo por la boca y le provoquen una hemorragia masiva... ¿quería usted enseñarme algo?......el fantasma miró a Paco y cerró de golpe la historia....Ah sí, es cierto. Acompáñeme, por favor.......
Justo al cruzar el umbral de la puerta hacia el pasillo, todo recobró la luz del día. Pero nada parecía ser lo que era. Sí, parecía Medicina Interna, pero la actividad en los pasillos no era la misma ni de lejos. Menos pijamas blancos de los habituales deambulaban como zombis por el pasillo, con la mirada perdida y sin alegria en el rostro. La decoración navideña brillaba por su ausencia y apenas se escuchaba un murmullo en toda la planta.
¿Qué ha pasado aquí? Nada de lo que preocuparse. La administración mareó tanto la perdiz con lo del hospital nuevo, que al final se adjudicó a Palmones. Ahora está justo al ladito del Leroy Merlin, y para localizar a los celadores hay que llamar al Factory, que es más rápido que llamar a Centralita. Este Hospital lo hemos convertido yo y mis socios en una residencia de ancianos, se llama Ntra Sra Santísima de las Angustias y los Dolores de UPP.....
Pero, cómo es posible. Tanta alegría, tanta dedicación....¡¡si hasta hicieron reir a mi padre!!...
Pero Francisco, ahora los enfermos ríen por no llorar, y hay veces que me siento magnánimo y les saco de paradas respiratorias con la simple imposición de mis manos.....¡¡dónde van a estar mejor que aquí!!
Pues yo prefería a la limpiadora que cantaba, a los enfermeros y auxiliares con sus bromas...incluso prefería a Zé Manué y sus invenciones para sacarme dinero.....¿está usted seguro de lo que dice? ¿no prefiere que lo discutamos en uno de mis 6 ó 7 despachos?....no hay nada que discutir, Manuel.....Don Manuel, si no le importa......usted perdone.
Bueno, si alguna vez tiene algún problema, Don Francisco, venga usted directamente por urgencias y diga que le envío yo y que tiene usted cama reservada por mí, ¿de acuerdo?; y si aun así no le dan la cama, suba usted y venga a buscarme. Si no se lo soluciono yo, lo soluciona el segundo fantasma, ¿vale? Cuídese, y no olvide supervitaminarse y mineralizarseeeeeee......
Y dicho esto, el tercer fantasma se evaporó y de nuevo la oscuridad tomó el pasillo.
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Amigashooooooooooooooooooooo, amigashoooooooooooooooo
Paco Penas despertó sobresaltado, ¿qué pasa? Que digo yo, que con lo malito que ejtá usté, que no le viene ná de bien tomarze ezo porvorone que lan mandao en la bandejita der dezayuno, ¿zabusté? y digo yo que qué mejó oportuniá de que un zervidó puea cogé una mijita de kilo, que comerze ezoz porvoroncillo que zeguro, zeguro que a usté no le iban a gustá ná de ná, porque tienen mucha conzervanzias y colorete de ezo, ¿zabusté?
Zé Manué, dijo Paco esbozando una sonrisa.....cómete la bandeja entera, y prepárate que ahora encargo a uno de mis hijos que te traigan turrón del bueno.......ozú, calegría má grande, amigasho; oye y si me puede traer un paquete güiston ze lo agradezeria musho....no te pases, no te pases. Güeno, güeno, jajajajaa, po felí navidá, amigasho......
FELIZ NAVIDAD....(Y FELIZ HALLOWEEN TAMBIEN).........

(2) Licencia del autor: homenaje a Don Miguel de Cervantes Saavedra.

sábado, 12 de diciembre de 2009

CUENTO DE NAVIDAD (II)


La incertidumbre no es buena compañera de viaje en plena noche, y menos aún cuando se te acaba de aparecer el espectro de tu difunto padre advirtiéndote de la llegada de tres nuevos espectros para darte la murga......al menos eso pensaba Paco Penas cuando se dió la vuelta por vigésimotercera vez hacia el lado contrario de la cama donde descansaba.

Pero fue tal la sensación de "realidad" en todo lo sucedido que Paco no podía evitar pensar que quizás no fuese una simple pesadilla común lo que lo habia atormentado minutos antes.

¿Y si fuese realmente su padre quien había estado frente a él charlando como si no hubiesen pasado años desde su llorado deceso?.
Las dudas iban y venían del pensamiento de Paco sin tregua alguna hasta que de repente, su reloj marcó las señales horarias: la una en punto de la madrugada.
Paco se destapó dispuesto a pedir a la enfermera algo para dormir cuando se percató de que una figura le observaba desde los pies de la cama.

¿Padre?...dijo dubitativo nuestro protagonista.
No, (je, je, je). Vengo a verte......¿quién eres?.....Soy el Fantasmón de los Ingresos Pasados.....El sujeto en cuestión dió un paso al frente.........bajo una inmaculada pero a la vez terrorífica bata blanca, un señor alto, espigado, con cabello blanco corto, unas diminutas gafas apoyadas sobre una afilada nariz y una sonrisa "profidén"que se iniciaba en una oreja y terminaba en la otra.¿Que tal, cómo estás, todo bien?.....musitaba el siniestro personaje como si fuera un experto ventrílocuo, dejando escapar las palabras sin perder la sonrisa.
S-sí, claro...To-todo bien. ¿Qué quiere usted de mi?..........Nada, que me acompañes al final del pasillo.
Paco se calzó lenta y pausadamente las babuchas que tenía bajo la cama y tras enfundarse una bata, siguió al espectro en cuestión por un pasillo que a esa hora se mostraba oscuro y silencioso; parecía como si el tiempo se hubiese parado y nadie hubiese percibido la fantasmal visita de la 305.
Justo al terminar el pasillo, en los ascensores, el espectro se giró hacia Paco y señaló con el dedo índice alzado por detrás de su hombro....al darse la vuelta, Paco comprobó que la planta estaba iluminada, como si fuese de día.
En el pasillo se veía el trajín del incansable personal de la mañana, carros de ropa en los pasillos, pijamas blancos entrando y saliendo sin cesar de las habitaciones, timbres que suenan y se apagan continuamente, el carro de curas y el de la limpiadora obstruyendo el paso de multitud de acompañantes....el día a día normal en Medicina Interna.
Ven conmigo, acompáñame a una habitación.....dijo el espectro.
Juntos caminaron hasta la 308, donde tres enfermos reían a pleno pulmón, mientras un par de auxiliares bromean con ellos a la vez que visten sus camas con ropa limpia. Una de las auxiliares, lleva un simpático gorro de Santa Klaus y otra canturrea villancicos.
En la cama del centro, un anciano seca sus lágrimas (producto de la risa)....Paco no puede reprimir la emoción.....es su padre Anselmo.....¡¡no recordaba su risa!!....siempre lo recordaba con el gesto hosco y la actitud arisca de sus últimos años.
Es mi padre....y está riéndose.....balbuceó Paco.
Eran otros tiempos. Tu padre estuvo aquí muchas veces y no siempre lo pasó mal. Como puedes ver también disfrutó de momentos especiales... Es cierto...es el mismo sitio, pero no es igual....la gente ríe, canta, baila, bromea....esas cosas ya no se ven en los pasillos de esta planta. Incluso esta habitación, la 308, ya no es una habitación...más bien es un consultorio privado....
El rostro del espectro se va agriando por momentos....¡¡¡Eso se hizo, porque tenía que hacerse, y no hay más discusión.....no se libra uno de Gordas y Chuflas ni en el Más Allá !!!!......y dicho esto, con expresión desencajada y furibunda, el espectro se desvanece y el pasillo recobra su oscuridad y silencio original.
Paco Penas regresa a la 305 cabizbajo y se introduce con desgana en su cama, recordando la imagen de su severo padre disfrutando de unos breves momentos de felicidad entre los muros de aquel edificio que para él eran monumento a la tortura y desdicha...
¿Qué extraña razón encontró Don Anselmo en aquel horrible lugar para regalar una sonrisa que le negó sistemáticamente a su propio hijo durante años? ¿Qué le ofrecían aquellos anónimos personajes de pijama blanco que mereciera tamaña muestra de felicidad?

Paco Penas atormenta su consciencia fustigándose sin piedad, intentando encontrar respuestas a preguntas que antes ya se formuló a sí mismo una y otra vez....Son las dos de la mañana y suenan las señales horarias en el reloj....Paco mira a su alrededor desconfiado.
Pasan largos segundos en los que apenas respira, pero no aparece nadie.....finalmente, Paco piensa que quizás ha enfurecido al espectro lo suficiente como para que no tenga más visitas esa noche. Se da la vuelta y se tapa hasta las orejas. Y en ese momento, escucha algo a los pies de la cama....
¡¡Ay, omá que rica!!........
Paco Penas se levanta de un salto, y ante él observa un espectro con bata y pijama azul que le observa con ojos vivos y amplia sonrisa.
Su-supongo que usted es el segundo fantasma..... El de los Ingresos Presentes, para servirle.
¿Y qué quiere enseñarme usted?......pues mire, a mis cortas luces debería enseñarle algo sobre su ingreso actual, pero.....(echa un ojo a su espectral reloj de pulsera)....me voy abajo que tengo una reunión, así que ya le contará el tercer fantasma, ¿vale?, adioooooos.....
Y dicho esto, el segundo fantasma desapareció....




jueves, 3 de diciembre de 2009

CUENTO DE NAVIDAD




Los negruzcos pasillos del viejo hospital, habitualmente carcomidos por el paso del tiempo y la indiferencia de pacientes y visitantes, empezaba a centellear con una luz especial.
Era algo inexplicable, algo que (como diría Bob Dylan) "flotaba en el viento" de alguna manera imperceptible para los sentidos humanos, pero que sin embrago en todo momento daba la sensación de "estar ahí". Una extraña brisa de complicidad, alegría comedida y optimismo desmesurado que se mezclaba con el contínuo ir y venir del personal de la planta.
Las auxiliares, comenzaron esa mañana a adornar las serias paredes blancas con guirnaldas de vivos colores. Luces intermitentes decoraban el mostrador de enfermería, y hasta algún muérdago colgaba del marco de alguna puerta, provocando la risa picarona entre los compañeros cuando se cruzaban bajo su umbral.
Todo empezaba a ser felicidad en Medicina Interna. ¿Todo?...mas bien no....allá en mitad del pasillo, en las profundidades de la 305, un huraño personaje en pijama y babuchas observa el cuadro navideño con el ceño fruncido y el gesto hosco.....
¡¡¡Paparruchas!!!.........dice este personaje.
Una enfermera se acerca y le dice, ¿por qué dices eso Francisco? ¿no te gusta la Navidad?...
...la Navidad es fea, aburrida, improductiva, una fiesta hipócrita donde damos rienda suelta a nuestro más enfermizo consumismo y a un propósito de enmienda vacío y sin fundamento....
¿y qué me dice de la alegría de los niños el Día de Reyes, de las reuniones familiares, los villancicos...?
Paco Penas observa serio a la enfermera de arriba a abajo, y arqueando aún más la comisura de los labios le responde...
¡¡PAPARRUCHAS!!

Dicho esto, Paco Penas emprende una salida hacia el pasillo de Medicina Interna buscando alejarse de esa orgía de luminosidad y confraternización.
De repente, un fandango mañanero cruza el aire.....
¡¡¡LOS REYES MAGOS Y LOS PASTOOOOOOOOOOOOOOOORES, ESTAN SIGUIEEEEENDO UNA ESTREEEEEEELLAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
Ole, hija, qué bonito.
Paco se acerca con cara de pocos amigos a la limpiadora cantaora y se le queda mirando a pocos centímetros de su cara.
Ella, lejos de sentirse intimidada continúa cantando...
¡¡¡EL NIÑO QUIEEREEEEE COGEEEEERLAAAAAA, Y LOS REYEEEEEEEEES VAN EN GLOOOOOOOOOBOOOOOOO, PARA SUBIIIIR A POR EEEEELLAAAAAAAAAAA!!!!
Desmadre general. Ole, ole, que bonito, que bonito, que bien cantas niñaaaa, ¿por qué no vas a La Copla, hija??
Paco permanece imperturbable, casi sin pestañear. La limpiadora le pregunta...¿te ha gustado, Paco?...a lo que nuestro protagonista responde......
¡¡¡PAPARRUCHAS!!
Que malage tiene este tío, por Dios, hay que ver el careto que ha puesto, ¿será sieso?...se escucha a sus espaldas, mientras se va alejando en busca de la zona de ascensores.

De repente, alguien sisea tras él.
sssshhhhhh, sssshhhhhhhhhh, amigasho......
Zé Manué le sigue descalzo abrochándose aún más el pantalón, que a pesar de ser el de la talla más pequeña, le queda gigantesco.
¿Qué quieres?......cusha, que fíhate questao penzando, qué bonita ques la navidá, ¿zabusté?, pero mire que la pena de no tené ná que echarze a la boca, pazando fatiga to los día, zin poder uno de darze un caprisho, ujté mentiende, quezi una zervezita, quezi uno langojtinito, quezi una rayita coca....vamo, lo normá, ¿zabusté?
¡¡AL GRANO!! ...responde de forma seca Paco Penas......Na, na amigasho, que zi tiene un eurito pa zacarme una lata fanta, pandursarme er día...
Paco rebusca en el bolsillo de la blusa y le alarga la moneda......Shas grazia, amigasho.....y felí jalogüin......será Feliz Navidad.....po ezo mijmo, amigasho......¡¡¡PAPARRUCHAS!!!
El día pasa y Paco Penas se refugia en las frías sábanas de su cama, esperando que al despertar la dichosa Navidad de las narices se haya evaporado por completo y se acaben los parabienes, felicitaciones y demás monsergas que lo enervan.

Todo es oscuridad y silencio en Medicina Interna...Paco no ha parado de moverse en la cama buscando conciliar un sueño profundo que no ha hecho intento de aparecer.
De repente suenan las señales horarias en su transistor....va a empezar "El Larguero"....unos acordes de guitarra....."Tu afición es sentimiento, y tiene mucho alimento.....dí que tú eres el mejor, hincha tú eres el mejor......escuchando el transistor......RA, RA, RA...."
Pero en vez de escuchar la voz de De la Morena, Paco escucha otra voz familiar....
Levántate..Levántate, Paco.....nuestro protagonista abre los ojos sorprendido......
Levántate y mírame, Paco........Paco, despacio se incorpora dubitativo y mira al transistor....
¡¡¡AHÍ NO, GILIPOLLAS, MÍRAME A MÍ!!!....la voz procede de los pies de la cama.
Erguido frente a él, la figura de un señor de avanzada edad pero de porte elegante y señorial, apoyado en un bastón y con un abrigo largo de color oscuro...las facciones de su rostro, en la oscuridad apenas son visibles....
¿Qui-quién e-eres?....balbucea Paco mientras se tapa con la sábana hasta los ojos......
El anciano se adelanta un paso, y con voz grave y profunda (a lo Darth Vader) responde....

Yo soy......TU PADRE.....(1)
Noooooooooooooooooooooooooooooo, grita Paco ......no puede ser tú estás.....
Muerto y requetemuerto, hijo, pero hacía tiempo que no me ponía mi abrigo de los domingos y la verdad es que me queda como cuando te paseaba con tus hermanos. Muerto, sí....pero parezco un dandy.
No es posible, padre.....A ver, ¿qué te tengo dicho desde pequeño? No se interrumpe a las personas mayores cuando están hablando, así que cállate y escucha.....
Paco permanece aterrorizado observando a su padre a los pies de la cama y asiente nerviosamente con la cabeza al espectro.
Mira, a mí no me hace ni puta gracia que me hayan despertado de mi sueño eterno para venir a decirte esto, pero me obligan a hacerlo: antes de que termine esta noche van a venir a visitarte tres Fantasmones........
¿A mí? ¿Por qué? ....Yo que sé, ¿tú te crees que lo sé todo? ¡¡Que llevo años dormido, leñe, que no te enteras!!! Ya decía yo que no sacaba partido de tí, mira que se lo decía a tu madre....
Bueno, lo dicho, que vienen a visitarte esta noche tres fantasmones que quieren hablar contigo, así que pórtate bien y que se note la buena educación que te dí. Adiós, hijo.

Dicho esto, Don Anselmo se desvaneció en el aire.....
Paco se quedó aferrado a las sábanas, sudoroso y temblando...respiró profundo y fue tranquilizándose hasta pensar que posiblemente todo era una alucinación o una pesadilla.
Seguramente le había vuelto a subir la fiebre.
¿Visitas espectrales?.........¡¡PAPARRUCHAS!!






(1): licencia del autor....no he podido evitar hacer este minihomenaje a Stars Wars.