jueves, 1 de marzo de 2012

THE WALKING DUE







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Aquella oscura mañana, Paco Penas supo que su tiempo en la UCI tocaba a su fin. Habían sido jornadas agotadoras e interminables, encerrado en aquellas paredes cuyo único objetivo parecía el de cortar todo atisbo de claridad y luz natural...jornadas y jornadas atrincherado en una unidad que, bajo los auspicios de una calidad asistencial (por su especial carácter de "vigilancia intensiva"), le había proporcionado algo más que esa mejora en salud, que sin lugar a dudas agradecía sin tapujos.

Y es que toda moneda tiene su cara y su cruz, y esta no iba a ser menos.

Sin duda, Paco había dejado atrás el estado "crítico", y se disponía a continuar su evolución favorablemente.


Pero no dejaba de pensar que aquel "enclaustramiento terapéutico" al que había sido sometido en aquella unidad, no distaba mucho de aquél aislamiento que padeciera en Medicina Interna tiempo atrás. Y aunque "es de bien nacido, ser agradecido", no era menos cierto que la sensación de haber estado metido en una burbuja aséptica, lo habían dejado exhausto en cuerpo y soliviantado en el ánimo.


Y así, sin más...recibió el alta de UCI, y esperó pacientemente su ingreso en planta, concretamente en el lugar de sus mayores pesadillas....Medicina Interna.

La mañana dió paso a la tarde, y tras casi 8 horas aguardando, un celador lo sentó en una silla de ruedas, y procedió a trasladarlo a su nueva habitación.


Nada más salir de la UCI, Paco Penas no daba crédito a lo que sus ojos veían y sus oídos oían....una muchedumbre de gente, de todo tipo, condición, edad, clase social, raza y sexo se agolpaba entre la puerta de la que había salido y los ascensores.


A pesar de que veían como el celador se afanaba en intentar avanzar palmo a palmo, esas personas no se movían ni un triste centímetro para ceder el paso a nuestro protagonista...El ruido de la decena de conversaciones simultáneas era ensordecedor, y conforme pasaban los segundos, los decibelios aumentaban exponencialmente.


- ¿Pero de dónde sale toda esta gente? .- preguntó Paco Penas al celador.

- Es la visita de la UCI...familiares que esperan su turno para poder entrar a ver a los pacientes ingresados....

- ¿Y piensan entrar todos?...¿¿¿y gritando así???....

- Normalmente cuando entran se quedan más calladitos.- respondió el celador, sonriendo.---¡¡Por favoor!! ¡¡Dejen pasooo!!

La mayoría no parece hacer caso, incluso alguno mira de reojo al celador y a Paco, y con claro gesto de desagrado se aparta lo mínimo imprescindible para que pueda pasar a duras penas el carro...

- Parece que estuvieran esperando en una cola y no quisieran perder la vez...- resopla con resignación Paco.


Finalmente, tras unos minutos de ágil slalom, el celador logra su objetivo y llega hasta Medicina Interna....deja un sobre de radiografías sobre el mostrador de enfermería y anuncia a viva voz....

- ¡¡El ingreso de la UCI...el de la 312-2!!....Francisco Penas Cruz.

- Ese nombre me suena...-replica una voz desde el estar-...seguro que ha estado hace poco por aquí.

- Tú seguro que lo conoces- contesta con sorna el celador.- ¡¡si tú haces vida en el hospital!!..¿¿hoy también estás doblando??

- Sí....el segundo seguido....ya llevo 7 días seguidos por aquí...y hoy además me quedo de noche....

- Vaya carita que tienes...se te nota....


En ese momento asoma la cara el enfermero en cuestión, melena alborotada, barba de cuatro días (y medio) y profusas ojeras....mira a Francisco fijamente, y éste le devuelve la mirada...durante largos segundos se contemplan mutuamente como si se conocieran de muchísimo tiempo...quizás años.


- Buenos días, Fernando....

- Francisco, si no le importa...

- Eso...Francisco...

- Y mas bien son buenas tardes....

- buenas, buenas....lo que se dice buenas, no son, créame....

- Ya veo...solo hay que escuchar esta conversación para darse cuenta....


Y tras un breve intercambio de sonrisas cómplices, el enfermero responde a Paco...


- Bien, Francisco....ahora voy a verle a su habitación...bienvenido a Medicina Interna....

- Hay que joderse....-respondió con guasa Paco- ¿Dónde está la salida de emergencia?...

- La ventana es la salida más rápida, aunque no es la más recomendable...

Paco sonrió...."Lo tendré en cuenta"- respondió.


Y dicho esto tomó posesión de su nueva cama, con dos nuevos compañeros de habitación que aparentemente parecían completamente normales y anodinos...y pensó que a lo mejor su reingreso en Medicina Interna no sería tan desastrosa como su última estancia.

No, no podía serlo de ninguna manera....no había un anciano demenciado gritando, ni un toxicómano dándole la vara.


Lo que había pasado en el ingreso anterior, podría haber sido merecedor de ser inmortalizado en una novela....
No, aquella vez todo sería distinto...nada podría salir mal...


Si acaso sólo le preocupaba estar "en manos" de aquél enfermero con claros problemas de falta de sueño que se suponía debía velar por su bienestar y el de los 33 pacientes restantes de la planta aquella noche....

¿O sería tan sólo un temor infundado de su paranoica mente?


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito por tu blog, eres capaz de describir y transmitir por medio de tu personaje las situaciones reales y a veces inverosímiles del día a día en nuestros hospitales.
Nos haces pensar en la atención deshumanizada que a veces prestamos al paciente.

El Ático Producciones dijo...

Gracias, amig@ anónim@...da gusto comprobar que casi 4 años despúes de publicar la primera entrada de este blog, el espíritu de "remover conciencias" en el gremio sanitario sigue vigente. Me anima a seguir relatando...un abrazo.

Anónimo dijo...

Como siempre lo has clavado, pero en esta entrada, al describir a ese enfermero, reflejas lo que esta ocurriendo últimamente en la mayoría de los hospitales, LA FALTA DE PERSONAL que tenemos, y la carga de trabajo que tienen que soportar los que allí quedan trabajando, con cansancio acumulado y stress al tener que sustituir al que no han cubierto y por muchos otros factores, y soportando el enfado y la rabia de enfermos y sobretodo familiares que no entienden que vamos sobrepasados. Ellos solo quieren que sus familiares sean atendidos debidamente, como es normal.
Mi más sincera enhorabuena, por esta entrada. bs